Capítulo 1
-Señorita, señorita, despiértese- Una voz para nada familiar me estaba llamando para que me despertara.
-Qué pasa? - Dije yo con la voz ronca de haberme acabado de despertar.
-Quería saber si va a querer tomar algo, señorita- La chica rubia y esbelta que estaba parada frente a mí, resultaba ser una azafata, yo me encontraba en un avión con rumbo a Suiza, y aparentemente me había quedado un poco dormida.
- Eh... supongo- contesté
-Genial, ¿qué le parece un café para despabilarla un poco? - prosiguió la chica muy amablemente
-Sí! Estaría perfecto. -Dije yo mirándola aun con los ojos entrecerrados por la gran cantidad de luz que me estaba encandilando. - Si se puede, lo prefiero con dos sobres de azúcar y sin leche- le dije a la azafata.
-Por supuesto, como usted quiera señorita.
La chica me entregó el café y siguió atendiendo a los demás pasajeros. No se demoró mucho en mi asiento debido a que yo viajaba sola y no tenía ningún pasajero sentado conmigo. Minutos después de terminar mi café, el piloto habló por el parlante para avisarnos que en breves minutos íbamos a estar aterrizando en la ciudad de Zúrich. Era mi primer vuelo fuera del país viajando sola y a decir verdad estaba un poco asustada. Aunque Natalia, mi jefa, me había asegurado que iba a ser un viaje espectacular yo seguía teniendo un poco de miedo.
Tal y como el piloto nos había anticipado, 10 minutos después ya habíamos aterrizado en Zúrich. Al bajar del avión, los pasajeros, tuvimos que caminar un corto trecho entre la puerta de entrada al aeropuerto y la escalera del avión. Ni bien entramos, vimos a una gran cantidad de gente encimada detrás de las vallas y cintas de seguridad. Yo me apuré a pasar entre la gente, porque quería agarrar mi equipaje e irme a casa, bueno, a mi nueva casa. Mi casa estaba en Argentina con mi familia. Al pensar en eso, una punzada de dolor me cruzó el pecho y pequeñas lágrimas amenazaron con escaparse. Gracias a la buena organización de Natalia, eso no pasó, puesto que había un chico esperándome del otro lado de las cintas, sosteniendo un cartel con mi nombre. Me acerqué a él lo más rápido que pude y me presenté.
-Hola! - Dije con una enorme sonrisa en la cara.
- Hola! - Respondió alegremente el chico- Vos debes ser Olivia, ¿no? -
- La única e inigualable - Respondí riéndome
- Bueno, me alegro de que hayas roto un poco el hielo, porque, a decir verdad, estaba bastante nervioso de caerte mal. - Dijo el chico medio apenado - Yo soy Enzo, Enzo Russó. Y voy a ser tu chófer y ayudante hasta que te incorpores al trabajo el lunes por la mañana. Ya una vez incorporada, voy a ser tu asistente personal. - A mi parecer, era italiano, no solo por su nombre, sino también por su acento. Debatí por un momento entre preguntarle o no, al final decidí que sí; al fin y al cabo, si él iba a ser mi ayudante y asistente en el trabajo, mejor llevarnos bien y tener confianza.
- Y contame Enzo, ¿de dónde sos? - dije con la mayor naturalidad posible, a pesar de estar un poco nerviosa.
- Nací en la ciudad de Florencia, Italia - Lo sabía - pero a mis 10 años nos mudamos a Milán y viví ahí hasta terminar mis estudios y mudarme acá, a Zúrich. -
- Si, lo supuse en cuanto te escuché hablar- Le dije en forma relajada
- Y vos, ¿de dónde sos Olivia? - me dijo Enzo muy tranquilo
- Por favor, decime Oli. - le dije.
Enzo se rió - Como quieras, entonces, Oli - enfatizó en Oli - de dónde sos?
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En Zúrich
Teen FictionUna empresa, dos empleados, un contrato, un edificio y muchos sentimientos. En Zúrich, es una historia que nos cuenta las vidas de Olivia y Kaiden, dos jóvenes británicos que se encuentran viviendo en el mismo edificio y trabajando juntos, en la c...