Nothing if I Can't Have You

Capitulo 12

By emmagrant01

La madre de Jingyi estaciona el coche en la calle, justo a la salida de la casa de la familia de Sizhui, y se gira para mirarlo. "¿Estás bien?"

"Sí, por supuesto" Jingyi lleva diez minutos retorciéndose en su asiento. Cuanto más se acercaban a su destino, más inquieto se sentía "Venga, vamos".

Se desabrocha el cinturón de seguridad y trata de abrir la puerta del coche. La mano de su madre en la muñeca lo detiene. Ella frunce el ceño y le pone una mano en la frente "No estas caliente".

"¡No estoy enfermo!" Él se vuelve hacia ella, atónito "Estoy emocionado, eso es todo".

"Sólo ha pasado una semana. Has hablado con él todos los días".

"Maaaaa", gime, dejando caer la cabeza contra el asiento "Por favor, ¿podemos entrar?"

Ella suspira y le acaricia la mejilla "Sé un buen invitado, ¿vale? Sé que te has quedado a dormir antes, pero no así. Ya no eres sólo un amigo".

"Lo haré, lo prometo" Intenta poner su mejor cara de cachorro como la de Jin Ling. Ella lo mira con escepticismo, pero le suelta el brazo.

Un minuto más tarde, él está de pie en el escalón de la entrada, con la maleta a su lado y con unas mil mariposas en el estómago. Sabe que sólo ha pasado una semana, pero no puede evitarlo. Ha extrañado mucho a Sizhui. Hablaban por teléfono casi todas las noches, se enviaban mensajes constantemente y una vez tuvieron un extremadamente incómodo sexo por teléfono. No fue suficiente, ni siquiera cerca.

Ma toca el timbre y esperan. Jingyi rebota sobre las puntas de los pies hasta que ella le da un codazo y murmura "detente".

La puerta se abre y aparece un sonriente Wei Ying, que les da la bienvenida. Va vestido de forma informal y con el pelo recogido, y Jingyi sonríe amablemente durante todo el tiempo que puede antes de mirar más allá de él hacia la sala de estar principal.

Wei Ying reprime una sonrisa y parece que quiere burlarse de Jingyi. Probablemente lo hará, en cuanto Ma se vaya "Bajará enseguida. Lo acabo de mandar arriba hace un minuto".

Jingyi asiente, tratando de parecer despreocupado, aunque basándose en la mirada de Wei Ying, está fracasando por completo.

Entonces se escuchan pasos en las escaleras y Sizhui aparece por fin. No corre exactamente —no se está permitido en la casa, como bien sabe Jingyi— pero un segundo después está al otro lado de la habitación con los brazos alrededor de Jingyi. Sizhui emite un sonido suave, casi de alivio, y Jingyi lo siente en su pecho.

Jingyi le devuelve el abrazo, de repente abrumado por la sensación de sus cuerpos apretados. Oculta su cara en el cuello de Sizhui y respira su cálido aroma. Sizhui lleva un suave y viejo suéter, lo suficientemente holgado como para que Jingyi piense que alguna vez perteneció a uno de sus padres. El tejido se siente agradablemente en sus dedos cuando lo sujeta con fuerza. Sizhui se ha recortado el cabello esta semana, aunque sigue siendo largo, y Jingyi no puede resistirse a deslizar sus dedos en la parte posterior de su cabeza, abrazándolo.

Se da cuenta de que la habitación está muy, muy silenciosa.

Le da un rápido apretón a Sizhui y se separa del abrazo. Se miran fijamente y Jingyi tiene el impulso de besarle, aquí mismo, delante de todos. Sizhui lo ve, como siempre, y levanta las cejas de forma desafiante.

Jingyi aparta la mirada primero, hacia donde están su madre y los dos padres de Sizhui. Los tres los miran a él y a Sizhui con expresiones de asombro (Ma), ligera diversión (Lan Zhan) y puro regocijo (Wei Ying). Sizhui también se gira para mirar, pero mantiene una mano posesiva en el brazo de Jingyi.