—¡Ahí hay otro no lo dejen escapar!—otra noche más de lidiar con lobos, el pequeño pueblo de Tomoeda está así desde hace un mes—¡Son como plagas, en vez de disminuir aumentan!
Mucha gente les disparan, otros les rocían agua caliente e incluso algunos más osados y despiadados les dan veneno en la comida.
Dentro de una casa amarilla, una hermosa joven de veinte años, cabellos castaños claros, ojos verdes esmeraldas y un carácter amable está viendo por la ventana con horror cómo la gente intenta por todos los medios deshacerse de esos hermosos y a la vez misteriosos animales.
—¡Voy a unirme a la causa, esto ya sobrepasó mi límite!—el hermano mayor de la joven está con una tremenda escopeta, cuando ella lo ve se abalanza tratando de quitarle de su mano—¡Sakura que haces!
—¡No dejaré que los lastimes, ellos también sienten como nosotros¿No te has preguntado porqué de un momento a otro han aparecido en nuestro pueblo?—Touya frunce el ceño para luego arrebolar los ojos, su pequeña hermana otra vez quiere envolverlo con sus tontas historias sobrenaturales—. No seas un ignorante más por favor—ruega.
—¡Esos malditos animales son una plaga¿No ves que están atemorizando a todos? ¡Ni siquiera la policía ecológica puede hacer algo!—Sakura suspira profundamente, la llegada repentina de lobos machos y hembras así como de pequeños ha alarmado tanto la atención de todos que incluso ella misma no sabe qué puede hacer para tratar de ayudar.
Para Sakura es como si estuvieran ahí buscando algo, cada noche es que deambulan por todo el pueblo y mucha gente ya no puede ni salir de sus casas, siendo estudiante de medicina veterinaria ha indagado sobre los lobos.
Hasta ahora no ha encontrado nada anormal en su comportamiento, además está buscando una forma de alejarlos del pueblo sin ser lastimados tan vilmente. Eso porque hace un mes gracias a uno de ellos evitó que ella pierda lo más importante y valioso para una mujer.
Esa noche regresaba de clases muy tarde, por un trabajo en equipo es que se quedó, aviso a su casa para no preocuparlos.
Esa noche la luna estaba muy bella y hermosa, un brillo intenso la adornaba y no evitaba perderse en ella. Optó por regresar sola, su mejor amiga Tomoyo quiso darle un aventón a su casa pero se negó de inmediato y no es porque no haya querido, si no que su novio estaría con ella y no quiso ser mal tercio.
Lamentablemente hasta ahora ella no ha encontrado al indicado, siendo una joven conservadora sueña que su amor sea correspondido, así como salir de blanco y llegar al altar para pasar a ser feliz por el resto de su vida.
Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no vio cuando estaba atravesando el bosque de los misterios y enigmas. Un estremecimiento la rodearon, camino con rapidez para salir de ese lugar pero de unos árboles salieron tres tipos que la miraban con lascivia. Eso a Sakura la puso a temblar.
—Miren a quien tenemos acá—habló uno de ellos rodeándola—. El cielo nos está dando un bello ángel.
—¡Qué quieren, no tengo nada para darles!—el nerviosismo en su voz aumentó más el deseo por la hermosa jovencita, intentó escapar pero otro la inmovilizó tomando su brazo y pegándola a su cuerpo—¡Suéltenme, no me toquen!
Sus lágrimas le juegan una mala pasada y caen de sus ojos, pero aún así esos hombres no se detienen.
—Tranquila hermosa, seremos delicados, incluso nos pedirás más—uno de ellos toca su rostro repasando su callosa mano por su piel—. Eres tan bella, tu piel es tan suave.
Sakura llora con amargura, aunque grité nadie vendrá a su rescate, solo cierra los ojos y se resigna a su destino. Una de las manos de esos hombres recorren su cintura, llora mucho más, otro intenta tocar sus piernas y el tercero en besarla.
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ℰ𝓁 ℒℴ𝒷ℴ 𝒹ℯ ℳℯ𝒹𝒾𝒶𝓃ℴ𝒸𝒽ℯ
FanfictionEn Tomoeda se ha empezado a reunir manadas de lobos, la mayoría asusta a las personas que residen en el lugar. Algunos los golpean, otros les dan veneno para exterminarlos, pero ese no es el caso de una jovencita de veinte años llamada Sakura Kinomo...