Halloween challenge pt.4: "Maybe then..."

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Ángeles y demonios AU.

Apenas se despierta, Elsa inhala con gusto el aroma a Halloween y mira las terroríficas calabazas colgando de la ventana. Sonríe en grande mientras piensa en lo orgulloso que estará el señor oscuro de ella este año.

Como todos los años -se permite recordar ella mientras baja las escaleras a la cocina- el señor oscuro, les encomienda a los demonios terrenales -demonios nacidos humanos como ella- supervisar las prácticas de esa época del año donde la actividad demoniaca es tan gratificante, que Elsa se siente revitalizada de sólo aproximarse el treinta y uno de octubre.

—¿Todo en orden, Elsa?— Honeymaren, su compañera de casa, le sonríe nerviosa, algo intimidada por el comportamiento inusual de su amiga.

Ensancha su sonrisa mientras asiente en silencio.

—Todo de maravilla— se sirve café. —, tengo un par de clases esta mañana y el resto de mi día es libre. Eso es todo.

Omite por supuesto la parte en la que utilizará ese tiempo libre en hacer de las suyas; aterrar a la gente, manipular mentes y colaborar con un par de rituales que podrían gustarle a su señor. Sip, no puede pensar en un día mejor.

Camino a la universidad, se permite escanear el interior del autobús público, es gris y tan aburrido, que piensa unos instantes en controlar la mente del conductor para estrellarlo. No obstante, un choque sería fatal para comenzar el día, sus huesos no tardarían en regenerarse, pero la sangre era imposible de quitar. Así que dejaría la diversión para otro día.

Alborotada con el sentimiento entusiasta que el sol oculto de hoy le promete, Elsa saluda a un par de compañeros en la facultad. Pese a la sensación vertiginosa que le nubla la mente de repente, continúa su camino sin mayores inconvenientes. Aunque el aroma dulzón a luz y calma la estén atormentado un poco mientras se acerca a su primera clase.

En la entrada, hay cuchicheos y risillas por parte de la tertulia de jovencitas pegadas unas a otras en la cabeza del salón. Elsa no puede evitar lo que dicen.

"¿Viste al nuevo?"

"Sí, ¡qué guapo es!"

"¿Creen que sea de primer semestre? ¿O sólo se transfirió?"

Rueda los ojos, mortificada. Siente que su humor se está yendo al carajo y el mareo en su cabeza no cesa, por algún motivo las luces le resultan insoportablemente más brillantes de lo usual.

Está a punto de ignorarlo, intentar que los caprichos de su cuerpo humano no la atormenten. Pero luego un aroma, que no describiría como otro más que a divinidad, le saca de sus casillas y pone sus sentidos alerta.

Eso sólo significaba una cosa: hay un ángel cerca.

Gruñendo por lo bajo, localiza a su adversario sentado en la esquina del salón, acorralado por chicas que le coquetean sin reparo.

Es tal cual los describen; luminoso y ridículamente bello. Él también ha notado su presencia, y frunce el ceño en su dirección, Elsa se ahorra gestos faciales y acaba por sacarle el dedo del medio antes de empezar la clase. No dejará que alguno de los lambiscones que ese tal Dios ha enviado, arruine sus planes.

Y es por ello que tan pronto como la clase acaba, Elsa aprovecha el hueco que tiene entre las nueve y las doce para escabullirse entre los troncos erguidos del bosque, empujado a un par de metros de la universidad.

Generalmente ahí van sólo parejas a besarse y quién sabe qué otras cosas, así que en honor a la festividad, les dará algo más interesante en lo que fijarse cuando entren al espesor de la naturaleza.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora