21. Chachachá.

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*Este capítulo no está editado perfectamente, por lo que puede tener errores y cambios.

Disculpa si ven alguno...

Ahora, a leer... :D


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LEAM

No existe peor error que el que yo cometí.

No existe mayor necesidad, que la que yo tengo por ver una sonrisa en el rostro de Alisson, y que yo sea su motivo.

Si me hubieran avisado meses atrás, juro que no habría aceptado esa estúpida apuesta, pero mi yo de hace dos meses atrás no es el mismo que el de ahora.

El de ahora se siente arrepentido por lo que ha ocacionado, cosa que antes no me importaba si lastimaba a alguien.

En mi pasado fui alguien muy ignorante en el tema de las relaciones amorosas... hasta que llegó Leissy. Cuando ella llegó a mi vida, pensé que la cambiaría y la haría más feliz..., pero no fue así. Debido a eso fui llenándome de rencor por cada una de las cosas que me hizo, y por las que no hizo, también. Creía que todas y cada unas de las chicas eran exactamente igual, que si una ya me había ilusionado, y dañado en el intento, todas lo harían. Por lo que mi reputación fue categorizada como "el solteron de la familia". Mis amigos, primos y familiares ya contaban con parejas, mientras que yo estaba solo, no porque no se me presentaran oportunidades, porque claramente si las habían, incluso muchas se tornaban un poco molestas.

Pero ninguna de ellas era ella... que con su voz hacia elevar las pulsaciones de mi corazón; con sus ojos color miel hacían derretir el glaciar dentro de mi corazón... y ella era Alisson.

Sabia que ganarme su perdón era algo realmente difícil, que no solo serían palabras bonitas y que ella no era igual a las demás.

Esto aplica en todo, pensé.

Habían pasado dos semanas desde esa terrible noche; días que estuve sin dormir, pensando cada unas de las conversaciones que tuvimos, las risas, pero sobretodo aquellos labios que me hacían elevar a otro mundo, dónde solo éramos nosotros dos. Por lo que empecé a recapacitar si era devido hacercarme a ella y pedirle, al menos, una oportunidad para explicarme, pero sabía que ella necesitaba tiempo, y tampoco quería hacerla sentir incómoda o, incluso presionarla.

Si es para mí, volverá a mi...

Así que lo primero que tenía que hacer era contarle mi versión de la historia (la real), con cada uno de sus detalles. Pero siempre me detenía la idea de que una vez que sepa toda la historia, se fuera. Dejándome con el corazón vacío, ansioso de ser ocupado por su presencia.

Hasta que la ví entrar por esa puerta, ví sus ojos color miel mirarme con rabia e impotencia, lo que me recordaba todo lo malo que he provocado en ella, dejándome claro que tal vez nunca la vuelva a ver... Pero fui mas rápido y la tomé de la mano, prohibiendo su despido.

Luego de eso le expliqué toda la historia, desde lo más importante, hasta lo más irrelevante. Solo la quería de vuelta.

Mis palabras le dolían, lo podía ver a través de sus ojos cristalizados. La verdad nunca pudo doler más, hasta que la ví derramar una lágrima por ellas mismas. Y desde ese momento juré no hacerla sufrir, porque ella se merecía ser feliz... y yo la haría feliz.

A TU LADO [En curso] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora