Único Capitulo

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El Santuario estaba tranquilo ese día. El invierno acababa de comenzar y Camus, el caballero dorado de Acuario, estaba sentado en su sala de estar leyendo en silencio. Acostado, con la cabeza sobre las piernas del francés, se encontraba Milo, caballero de Escorpio y también su novio. No había ningún sonido más que las páginas del libro. De repente, Camus estornudó, sorprendiendo a Milo, quien abrió los ojos muy sorprendidos.

-Camus?

-Perdón.

-Estás enfermo?- Preguntó el escorpion preocupado.

-¡Claro que no-haaetshiew!- Estornudó de nuevo.

-Aww, que tierno!! Pero te vas a enfermar solo por estar en una remera sin mangas en invierno.

-Viví en Siberia, no es en Grecia donde voy a enfermaah- ah- hatshieew!

Milo sonrió ampliamente ante la ternura que le causaba ver a Camus con su nariz y mejillas coloradas, para luego levantarse y entregarle uno de sus cálidos suéteres a su novio. Camus se lo colocó sin decir una palabra antes de ir rumbo a su habitación.

-Me voy a acostar, Milo. Mejor prevenir que lamentar.

El griego siguió a su amado hasta el dormitorio, donde lo arropó con ternura y una sonrisa irónica plasmada en sus labios.

-Deja de sonreír de esa forma, Milo de Escorpio.

-Que sonrisa?- Preguntó inocentemente acostándose sobre la manta.

-La que dice "¡Al fin te enfermas!"

-Bah, les pasa a todos, corazón. No eres la excepción.

En respuesta, Camus estornudó tiernamente de nuevo. Milo se apresuró a buscar una caja de pañuelos y sonar la nariz de su amado, en respuesta Camus se sonrojo por el acto. Milo sabía desde hace mucho tiempo que cuando Camus estaba enfermo no era una broma.

- Grabdias.

-Aww. Aceptalo, tienes un resfriado.

-Deja de creer que soy tierno Bilo.

El Escorpión se rió tontamente frente a la cabeza de su acuariano. Camus rara vez estaba enfermo, pero era relativamente divertido para él.

-Quieres té?

-En el caso de que haya...sí, me encantaría- respondió Camus molesto por tener que estar en la cama solo, era mejor con Milo en ella.

Mientras preparaba el té de Camus, Milo lo escuchó estornudar varias veces seguidas. "Pobrecito, pero no deja de ser tan lindo" pensó el escorpión.
Mientras el agua hervía, se dio cuenta de una cosa: estaba empezando a sentir frío. Al mirar el termómetro se dió cuenta de que la temperatura había bajado a casi -20 grados en el undécimo templo. Le llevó la taza de té humeante a Camus.

-Dime corazón, ¿no sientes que has bajado la temperatura?- Le consultó Milo al acuariano.

-No, por qué?

-Porque está a -20 grados - Respondió Milo buscando un suéter en su armario.

-Está biebn asi.

- ¿No puedes subirla un poco?- Milo preguntó poniéndose un segundo suéter y luego entregándole su té a Camus.

-Na- ah- haetchieww!

- ¡Mierda, Camus! ¡Casi se te cae el té encima al estornudar!

-Estoy haciendo lo mejor que puedo- Respondió haciendo un pequeño puchero y acurrucandose bajo las sabanas, definitivamente era un niño pequeño.

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2022 ⏰

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Cuando Camus estornudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora