Tormenta

1K 75 3
                                    

• Orion Black & Regulus Black • 


Nunca iba a superar la pérdida de Regulus. Todas las noches el grito de Walburga llegaba a su mente y no lo dejaba conciliar el sueño. Nunca olvidaría la imagen de su esposa tratando de sostenerse de la pared donde se encontraba su árbol familiar.

Los truenos resonaban en las ventanas y la lluvia los acompañaba en su pena, como si el cielo supiera que acababan de perder a su hijo. Desde entonces todos sus días eran una tormenta.

Ni siquiera sabían qué o cómo había pasado. Le pidieron explicaciones a Bellatrix, sabían que Regulus había entrado en ese grupo y ella era la única que podía ayudarles a entender qué había pasado.

Nadie lo sabía, su sobrina les juraba que Regulus no había tenido ningún trabajo esos días.

Ojalá solo hubiera escapado como Sirius, sería más fácil no saber dónde estaba pero que estuviera vivo a no saber dónde está su cuerpo .

Kreacher lloraba constantemente, Orión lo escuchaba mientras limpiaba. Walburga se había refugiado en su habitación sin querer hacer nada y él en su estudio.

El funeral fue lo peor que había vivido, un ataúd vacío y toda su familia llorando. Él y Walburga apenas si podían mantenerse de pie, trató de ser un pilar para su esposa pero no podía, sintió los brazos de su hermana sostenerlo y dejó de aguantar su dolor.

Su muerte fue algo tan inesperado, era muy joven, su vida apenas empezaba. No quería creerlo, no aceptaba que su hijo ya no estuviera con ellos.

Era imposible, Regulus era un mago muy inteligente y seguro solo había escapado, seguramente se había hecho pasar por muerto y engaño la magia del árbol de alguna forma.

Trató de encontrarlo, busco en muchos libros de magia antigua para rastrear personas, pero le era difícil conseguir algo. No quería rendirse, no iba a hacerlo hasta encontrar a su hijo.

A veces pasaba cerca de la habitación de Regulus y podía sentirlo, seguía con ellos, él lo sabía. Podía escuchar su voz y su risa, si se concentraba mucho, podía verlo leyendo en la biblioteca de su casa. Regulus seguía ahí recostado en su sillón favorito haciendo anotaciones de sus lecturas.

Había días que no soportaba nada y a nadie, estaba enojado con el mundo por haberle quitado a su hijo.

Quería maldecir a todos, quería dar su vida a cambio de la de Regulus.

Se había cansado de buscar y se odiaba por rendirse. Quería al menos encontrar el cuerpo de Regulus, pero nada le servía. Solo quería respuestas, necesitaba saber si su hijo no había sufrido, quería saber qué había pasado.

No aguantaba estar en su propia casa, cada rincón de ella guardaba recuerdos de su niño, jugando, corriendo o riendo. Odiaba lo que ese silencio gritaba.

Estaba furioso consigo mismo por no haber protegido a su hijo, sentía mucha impotencia por no haber hecho nada que pudiera salvarlo.

Ya no sabía cómo continuar su vida sin Regulus.

Empezó a entender que ya no había más que hacer, que lo único que le quedaba era vivir así.

Se dio cuenta que no le habían informado nada a Sirius y aunque sabía que su hijo no quería saber nada de ellos, tenía que contarle. Sirius y él fueron muy unidos de niños. Deseaba no tener que darle esa noticia, ojalá volver a hablar con Sirius tuviera otra excusa.


Londres 28 de abril de 1979

Sirius:

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Regulustober | Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora