Verdadero amor - Jacob Black y tú

||Ser conejillo de indias ||T2

—¡Buenos días dormilona!, si no despiertas es probable que Elena venga a por ti........ -

Luego de aquellas palabras, noté como parte de la habitación empezaba a iluminarse, como si alguien estuviera abriendo parte de la cortina. Ni siquiera tenía que ver para saber quién era, pues aquella voz era muy particular. Ethan se asomó a un lado de la cama, sentándose en una esquina con una sonrisa amplia entre sus labios.

-No deberías consentirla mucho. - Murmuró él, moviendo un poco los pies de Adrianne, pues ella aún permanecía a mi lado.

-No es su culpa, tuve un sueño que me levantó un poco antes. - comenté sentándome ahora. - Bueno, fue un recuerdo, no sabes lo lindo que es volver a ver a mis padres.

Ethan se quedó por algunos segundos en silencio para luego levantar la mirada hacía mí, sonreírme y de la misma manera asentir a mis palabras.

-Entiendo a lo que te refieres, también que ha pasado imaginarlos en mis sueños y también los echo de menos. - respondió acercando su mano hacía la mía, mientras la apretó dulcemente.

Adrianne puso también su mano sobre ambos y nos apretó despacio, para luego dirigir la mirada a Ethan y a mí. Era un momento juntos, como los grandes amigos que éramos, hasta podría decir que parecíamos hermanos, yo era la pequeña, pero no siempre me trataban de esa manera, ya que me tenían más respeto por mi magia y sobre todo por lo que había cambiado.

-¡Hey! , ¿dijeron abrazo grupal y no me llamaron?.- comentó Bastián ingresando a mi habitación , mientras se colocaba a mi lado en el espacio que estaba disponible, para luego poner su mano sobre la de nosotros.

-Lo único que puedo decir, es que los adoro demasiado. – respondí.

-Y te adoramos también, estoy feliz de haber encontrado a Adrianne, ya que gracias a ella te encontré. – informó Ethan. – Además, con todo esto pude quedarme y encontrar a Bastián, eso es genial. Son mi familia ahora, durante décadas estuvo solo, así que he sentido luego de años estar con una verdadera familia.

En definitiva, lo que dijo Ethan me tocó el corazón, no siempre era tan expresivo, pero tenía razón en cada cosa y me alegraba de cierta forma convivir con cada uno de ellos, pues era lindo nuestra convivencia y la forma en que podíamos hacer de un día que sea divertido, lleno de emociones. Adrianne le dedicó una sonrisa a Ethan, al mismo tiempo que Bastián se acercó más a mí, para abrazarme.

-Es una linda familia, ¿no lo crees? – murmuró sonriéndome.

-Tienes razón, somos una hermosa familia. - contesté. – Pero necesito que todos se levanten, voy tarde a Elena.

Cada uno asintió y se levantó del lugar, no sin antes cada uno de ellos dejó un beso sobre mi frente. Era nuestra pequeña costumbre. Traté de vestirme lo más rápido posible, era un poco tarde y seguro Elena estaba esperando por mi, por lo que no deseaba hacerla esperar.

Cuando pase por la sala, pude ver a Adrianne, algo lista, al parecer iba de salida, aunque eso era raro, pues no era un lugar apropiado para salir a menos que decida ir a la ciudad.

-¿Qué ocurre?.- pregunté.

-Iremos por algunas cosas, ya sabes, reservas de comida y todo lo demás, sé que llevamos aquí solo unos días, pero, es que los chicos comen demasiado. - murmuró por lo bajo riendo.

-Hey, no seas exagerada. - comentó Ethan.

-No lo soy, digo la verdad. – respondió Adrianne. – Creo que pensaré en ponerlos a dieta, ¿tú qué opinas Bastian?.

-¿Dieta?.- dijo Bastian quien se acercó a Adrianne llevando consigo algunas cosas, como unas bolsas que parecían de compras.- Creo que puedo soportarlo, no creo que Ethan pueda.