Había algo que no cuadraba desde el principio en ese caso, un presentimiento que le decía que no debía aceptarlo, pero las cualidades extravagantes del mismo le hicieron ceder como normalmente sucedía. La clienta solo se sentó en esa silla de Baker Street con la piel extrañamente pálida, los ojos muy abiertos y le habló de una organización parecida a una secta que la cambió para siempre por medio de una especie de virus, como ella misma lo describió.
Lo que nunca se imaginó es que aquel hombre se defendería inyectándole una desconocida solución en el brazo cuando él y John comenzaron a perseguirlo. Por pura insistencia de Watson fueron a un hospital y estuvo días en cuarentena mientras le hacían todo tipo de pruebas. Nada en su cuerpo parecía irregular.
Las semanas pasaban sin sentir ningún tipo de efecto, el caso estaba resuelto y casi lo había olvidado a favor del siguiente cuando una profunda sed y hambre se apoderó de él, al principio no le dio importancia ya que no era raro que se pasara días sin comer o beber, pero lo anormal vino en el momento en que devoró un trozo de carne crudo que adquirió para un experimento. Decidió que fuera lo que fuera que le ocurriera podría resolverlo él solo, quizás se tratara de un desajuste, después de todo somos reacciones químicas y tenía un título avanzado en esa materia.
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John llegó de la clínica y le besó como siempre solía hacer, dejando su chaqueta en la percha junto a la puerta. Unos segundos después se encontraban en el sofá profundizando en aquello que habían empezado.
-Me alegro que te encuentres mejor, últimamente no salías de tu dormitorio, ¿Estabas haciendo experimentos? Había humo (John había comenzado a bajar besando su cuello mientras acariciaba la piel bajo la camisa).
-Algo así, necesitaba pensar...
-Como siempre...(El doctor emitió una risa sarcástica).
De repente un dulce olor llenó sus fosas nasales, era como si sus sentidos se hubieran agudizado y se sentó a horcajadas encima de su compañero sobrepasado por la euforia. Llevó a cabo un examen meticuloso del masculino cuerpo del doctor, parecía que podía observar su alma todas sus venas y capilares parecían expuestos ahora, palpitando de forma escandalosa, esperando a que alguien...
Ya casi se encontraban completamente desnudos cuando perdió todo sentido de la realidad, notó como si sus dientes se hicieran más prominentes y mordió ferozmente a Watson en la zona lateral de su garganta, su compañero grito de dolor extrañado por la repentina e intensa agresión. No podía arriesgarse, así que inmovilizó a su amante con una fuerza desconocida mientras sus dientes se hundían en la fina piel de todo el cuerpo sin dejar de beber el dulce néctar que emanaba de las heridas.
John luchó con todas sus fuerzas golpeando una y otra vez mientras se retorcía hasta que ya no tuvo más fuerzas quedando inerte en un charco de sangre en el suelo del salón. Holmes se tumbó a su lado, envuelto en un aura de satisfacción.
Despertó a las horas sin recordar ningún acontecimiento del día, abrió los ojos con dificultad intentando limpiar aquello que nublaba su visión, entonces se percató, miró a su figura desnuda que se encontraba teñida de rojo y presumiblemente bañada en otros fluidos humanos. Giró su cabeza hacia la izquierda entrando en pánico, observó como el cuerpo de su compañero estaba cubierto de heridas y prácticamente le habían arrancado toda la piel del cuello.
Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se levantaba, acoplando todo su cuerpo en el sillón de Watson como tantas veces hizo en el pasado.
"¿En qué me he convertido?"
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Cielo Rojo
FanfictionSherlock nunca había creído en lo sobrenatural, pero cuando esa mujer apareció en su casa sabía que no debía aceptar ese caso, lo que jamás pensó fue que podría acabar así...