22 - "Desconcierto"

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POV Camila

Bostezaba mirando a Michelle en el balcón fumando un cigarrillo, mirando hacia el horizonte.

No sabiamos nada de Kendra, habían pasado horas desde que escapó y todos se fueron.

Mi ojiverde quedó toda cortada luego de ver la partida dramática de Lauren. No quiero ser cruel... pero la verdad no se que tan culpable se siente por ella, lo que no se va a dar, no se da y ya.

Suspiré poniéndome de pie, ella giro su cabeza y me miró, ya no tenía ganas de nada, más bien iba a buscar la forma de recoger nuestra habitación para acostarme.

Escuche su celular repicar mientras me adentraba con un cepillo, una pala de recoger basura y una bolsa plástica grande.

Comencé por cambiar las sábanas de la cama, abrí las ventanas, luego recogí las cosas medianamente grandes y las metí en la bolsa, cuando comencé a barrer Michelle entró con la cara pálida mirándome asombrada.

Camila:_¿Que pasa? -dije deteniendo lo que hacía.

Michelle:_Encontraron a Ignacio muerto en la oficina del taller. -me quedé sin palabras mirándola.

Camila:_¿Fue un intento de robo? -susurre en voz baja.

Michelle:_No lo parece todo esta intacto, lo encontraron en el piso desangrado con una herida en el cuello, nadie vio nada ni escucho nada, es más todo indica que lo mataron pero nadie vio alguna visita, están revisando las cámaras de seguridad. -la vi tomar la toalla e ir al baño- Iré allá. -me dijo antes de entrar al baño.

Agradecí que mi esposa no me pidiera que la acompañará no conocía mucho al difunto, no tenía ganas de ir allá y ver aquello, quería estar en casa tranquila buscando que masticar mientras me perdía viendo una película, relajada en mi cama hasta dormirme.

Terminé de asear la habitación dejándola perfectamente limpia si una mota de polvo o suciedad, olía a limpio y desinfectante, me di una ducha, me coloque una larga franela de mi chica sin ropa interior debajo.

Salí a la cocina luego de encender la tele y dejar unas almohadas apiladas en la cama para ocupar mi lugar al volver.

Prepare dos emparedados uno para mi y otro para ella, un tazón de frutas mediano el cual dividí para ella y para mí, un poco de jugo de manzana y una bolsa de papas fritas, lo de ella se lo guarde en el microondas y me fui con lo mío a la habitación.

Estaba todo obscuro ya había caído la noche, solo deje la luz de la cocina encendida, silbando me dirigí a mi habitación cuando iba a cerrar la puerta con mi pie la puerta no cerró, que raro.

Coloque mi comida en la mesa de noche para ir a cerrar la puerta, cuando me gire me lleve un gran susto Kendra estaba de pie mirándome sería, recostada del marco de la puerta.

Estaba despeinada no traía su acostumbrado beannie, sus zapatos parecían tener barro, su maquillaje estaba corrido como si se hubiera mojado o llorado.

Kendra:_Buenas noche. -dijo en un susurro yo seguía como en shock, vi sus ojos pasearse por mis piernas desnudas- ¿Puedo pasar? -asentí dudosa.

Camila:_¿Donde has estado, que ha pasado? -murmure tratando de disimular que me estaba cagando del miedo, su apariencia me incomodaba.

Kendra:_Por ahí. -la vi posar su mirada en la bandeja de comida.

Camila:_¿Quieres? -señale la comida asintió- Come... Iré por más. -le dije pasando a su lado rumbo a la cocina.

Prepare más emparedados, tomé dos bolsas de frituras y volví a la habitación.

Un Corazón Para Dos (CAMREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora