Aunque pase el tiempo |SukuIta, Omegaverse|✔

XXIII

Mire al chico pelinegro con sumo aburrimiento mientras mantenía protegido a un durmiente Yuji, no entendía de donde salían tantas personas con el mismo pensamiento primitivo. Pero que se le va hacer.

Con un movimiento rápido noquee al débil chico y lo tome como un saco de papas en mis hombros. Caían como papeles o quizás les faltaba odio.

Él había dicho que venia a exterminar a Yuji, pero podía pensar de manera muy fácil que lo mandaron a morir, él chico no parecía ser la persona mas poderosa, incluso debía de haber considerado que mi Omega se iba a encontrar conmigo en todo momento.

Quizás era un estorbo para su clan.

Baje la mirada, Yuji estaba plácidamente dormido en mis brazos, desconectado de lo que podría ocurrir una vez que el chico de cabellos oscuros despierte.

Una vez que llegamos a la casa principal, llame a Uraume y le tire al chico sin mucho cuidado en sus brazos.

- Revísalo, bloquea las técnicas malditas y llámame cuando despierte. Debo hablar con él.- Dije de la forma mas sería posible. Pasé a nuestra habitación donde deje con mucho cuidado a mi Omega, bese su frente y lo deje descansar.

Yo, mientras fui a la biblioteca y busque algunos pergaminos, espero no encontrarme con un gracioso Sukuna del pasado burlándose en los papeles y tachando las notas importantes.

Después de varios minutos, encontré lo que buscaba, un pergamino completo que hablaba del clan Zenin, sus poderes e influencias con los viejos esos. No me detuve precisamente en su historia, ya que es de lo mas aburrida, pero si preste atención en las amenazas sobre los sujetos con la marca maldita y como estos eran ofrecidos a ciertos miembros del clan.

Podía pensar en la envidia que tendrías los sujetos por seres tan poderosos, y quizás es por lo mismo es por lo que están buscando a Yuji. Espero que sea solo eso.

- Sukuna-sama, el joven Alfa esta despierto.- Informo Uraume, me levante del tatami y me dirigí al cuarto donde debería de estar.- Me ocupare de Yuji en su ausencia.- Asentí.

- Antes avisa a Choso, no sabemos quién más puede estar en los alrededores.- Ella asintió.

Entre a la habitación y el chico me miro con un rostro demacrado. Sin cuidado le di una bofetada dejando su mejilla de un feo color rojo.

- Agradece que tengo un buen corazón y no te maté cuando te vi, me diste pena.- Dije.- Ahora, ¿Qué diablos estas haciendo aquí?- Me senté frente a él.

- Vine a matar a la maldición Itadori Yuji.

- Si, aja, ¿por que?

- Mi clan lo quiere exterminar.- Hablo como si esto estuviera memorizado, o parecía una grabadora.

- ¿Y tu?- Pregunte.

- T-también.

Suspire, este chico merecía que le dieran un golpe de realidad.

Dios, que aburrido.

- Escucha mocoso, no eres ni el doble de fuerte que Yuji, pareces un muerto de hambre y siendo sincero tienes un aspecto de ser super frágil. Así que o tu clan tiene mucha fe, o pensaban que serías un tipo con suerte.

- Y-yo...- Suspire cansado.

Ahora que lo veía mejor, él me recordaba a Fushiguro Toji, un tipo problemático y ex líder del clan Zenin. Su parecido era asombroso.

Esperen...

Bah, que idiota soy, obviamente este mocoso era su hijo. Ahora entiendo por que lo quieren ver muerto.

Menos uno de uno de inteligencia.

- Te perdonare la vida, obviamente no será gratis.- Me levante de tatami e hice un gesto con mi mano.

Al menos este tipo no estaba en la escuela de hechiceros con el anciano, quizás me sea útil en algun futuro. Además, a Yuji le vendría bien un amigo débil.

Lo mire de reojo mientras caminábamos a la cocina.

Este chico me recordó a mi, de una forma un tanto extraña, quizás sea por lo descuidado que se veía o por el simple hecho de que las personas lo querían muerto por sostener un simple titulo en sus hombros.

Podía ver a un gran chico.

Megumi Fushiguro, el clan Zenin se perdió a un gran líder.

No soy de hacer memes en mis historias, pero en esta ocasión debía hacerlo. Espero llegar vivo para cuando sepan.

¿Teorías? 👀