Debo dejar que las doncellas cuiden de mí en todo momento y, aunque me siento mal por ello, no parece importarles; o al menos no lo dejan ver.
Una de ellas se encuentra dándome de comer cuando mis padres entran por la puerta.
-Dejadnos solos- les pide mi padre con enfado y sus ojos clavados en mí.
Las chicas obedecen lo más rápido que pueden, cerrando la puerta la última que sale de aquí.
-Quiero saber ahora mismo qué signifa ésto- dice extendiendo una hoja de papel frente a mí.
Me da unos minutos para leer lo que hay escrito y lo retira con brusquedad.
La noticia de Oliver y yo juntos ha sido revelada a todo el Reino y siento que mi respiración se corta.
-No solo has arruinado tu reputación por ésta tontería, también la del Príncipe Alan y, por tu culpa, la boda tendrá que ser cancelada para no causarle más problemas.
A pesar de no poder hablar, la ira se apodera de mí y las lágrimas descienden con velocidad por mis mejillas.
Desvío la vista hacia mi madre, quién permanece en una esquina en completo silencio.
-Tu hermana será quién gobierne a partir de ahora- informa mi padre y mi madre parece reaccionar acercándose a él.
-¿No crees que estás exagerando?- pregunta agarrando su brazo.
Éste la mira y se suelta con brusquedad.
-Ella ya no merece nada de mí después de lo que ha hecho- me mira y se acerca hasta casi estar pegado a mí- Espero que te mueras ésta noche porque no quiero volver a verte nunca. ¡Nunca!
Sale de la habitación cerrando de un portazo y escucho a mi madre sollozar.-Emily- un susurro me despierta en la madrugada y observo a mi alrededor pero no encuentro a nadie en la oscuridad.
Noto una presencia cerca y consigo incorporarme sin esfuerzo aunque sólo han pasado cuatro días desde que volví a enfermar; pero, por extraño que parezca, me siento incluso mejor que antes.
Me levanto y sigo la sensación hasta llegar a la ventana, la cual se abre de inmediato.
El aire frío de la noche me golpea con suavidad en la cara y cierro los ojos sonriendo.
De forma inconsciente me subo al asiento de alféizar y me dejo caer hacia delante. Pero no llego a tocar el suelo antes de despertarme de verdad, asustada.
Respiro con dificultad y me deshago de las mantas que solo me incomodan.
Me sorprendo porque, a pesar se haber sido una pesadilla, la energía que tenía dentro de ella sigue en mí.
No hace falta que piense mucho para saber qué quiero hacer ahora, así que me acerco al armario para coger mi capa antes de envolver mi colgante en mi mano y pedir el deseo.
Oliver sonríe al verme aunque puedo saber por su rostro que estaba dormido. Me atrae hacia él para protegerme del frío y me apoyo en su pecho, cerrando los ojos y sintiéndome desfallecer al momento.
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Once upon a Princess (Reales I)
De Todo*Historia sin corregir* Érase una vez una Princesa... Que luchaba para que las cosas fueran bien.