Boceto Kookgi°

Boceto

Afuera hay un clima frío pero que al estar dentro de tus cómodas y cálidas sábanas no lo sientes, al contrario, duermes de maravilla, lastima que eso no dure para siempre.

Ya que el despertador sonó indicando ser las seis en punto de la mañana.

El pálido gruñó molesto al escuchar su molesto despertador, como pudo estiró la mano para poder apagarlo, suspiro más pesado cuando el maldito se cayó al suelo, viéndose obligado a levantarse de su cómoda cama para levantar el objeto y apagarlo.

Ya estando de pie, comenzando a temblar por el crudo frío de afuera, se acercó a su closet y comenzó a sacar la ropa que se pondría el día de hoy.

Saco una camiseta de manga larga, unos jeans no tan ajustados y un enorme suéter afelpado. Se quitó sus cálidas pantuflas y se colocó sus tenis, luego bajo hacia a la planta de abajo para después ir hacia la cocina, puso agua a calentar, mientras comenzó a prepararse unos sandwiches.

Se sentó en el cómodo sofá, encendió el televisor y se dispuso a degustar su delicioso desayuno.

Al cabo de unos minutos lo termino, lavó los trastes usados, después fue hacia su habitación, hizo su higiene bucal, peino sus sedosos cabellos, colocó solo un poco de perfume, agarro su mochila y salió de su departamento.

Cuando estuvo afuera metió sus manos dentro de su gran suéter, le gusta el frío, solo cuando está metido en su cama holgazaneando, pero no, eso no se podía en este momento ya que tenía que ir a la universidad.

Suspiro y comenzó a caminar, por suerte la universidad no queda tan lejos de donde vive, por lo que no se quedará tanto tiempo fuera congelándose.

A dos cuadras de llegar a la universidad, alcanzó a divisar a cierto chico azabache, se acercó a paso lento ya que sus pies comenzaban a doler por el frío.

— Yoongi — pronunció el más alto cuando lo vio.

El pálido dió un asentimiento.

— Esta helado el clima.

— Ni que lo digas.

Ambos chicos llegaron a la entrada del instituto, el azabache se detuvo en la entrada del lugar, ya que es un poco popular con las chicas y estás apenas lo vieron entrar se abalanzaron sobre él.

Se disculpo con Yoongi, el pálido le dijo que estaba bien y se dirigió a su aula.

Cuando entro al salón de clases suspiro de gusto, el clima dentro de este es realmente cálido, se sentó en su pupitre, después saco su teléfono y comenzó a revisar sus redes sociales. Luego de unos minutos sonó la campana dando inicio a las clases, y como siempre, el profesor llegó puntual.

Entre clase y clase, luego de algunas horas se encuentra caminando por los pasillos, para dirigirse hacia el aula donde será impartida su última clase.

Llegó y escaneo todo el lugar, entro y se sentó en el último lugar, al fondo del salón.

A su lado se sentó un chico castaño, giro su mirada cuando sintió unos ligeros toques en su brazo.

El chico sonrió geométricamente cuando obtuvo su atención.

— Tanto tiempo sin vernos.

— Taehyung, nos vimos hace dos días.

— Aún así las clases son aburridas si no estamos juntos.

— Ajá.

El chico castaño saco una libreta y se acercó a él como si le fuera a contar un secreto.