🌪️Prefacio🌪️

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Hace dos años

El viento azota mi cabello, las hojas color naranja de los árboles se elevan y yo corro con el corazón acelerado sin saber como interpretar el mensaje que acabo de recibir, no fue el único pero si parece ser el último, las plantas de mis pies arden y el aire parece abandonar mis pulmones, no pensé que esto pudiera llegar tan lejos, la cantidad de notas y paquetes que recibí nunca me las tome enserio, las direcciones que me enviaba tampoco ¿Quién lo haría?, dudo mucho que cuando un desconocido te envía mensajes e indicaciones tu las sigas, si tienes el chip de supervivencia activado harás lo que yo o bueno no lo que yo, porque en efecto yo no recurrí a la policía sino aquí estoy corriendo sin saber si estoy yendo directo a mi perdición. Siento que no puedo más cuando a lo lejos veo el mirador y una figura masculina se encuentra acurrucada.

—¿Quién eres? —Digo lo más alto posible, veo como la figura se endereza en su lugar, pero no me muestra la cara. —Por favor - Digo en tono de súplica - No sé quién eres, ¿Cómo querías que acudiera a ti sin conocerte?—.

Veo como sus manos se empuñan y doy un paso hacía atrás, el viento vuelve a soplar fuertemente y hace que la capucha caiga sobre sus hombros, la respiración se me atasca por un momento, su cabello gris platinado se mueve con el viento y las palabras se quedan atrapadas en mi garganta. «No puede ser él ».

Joder, claro que lo es, lo estoy viendo.

—Vincent - Susurro, veo como se da la vuelta y sus ojos azules gélidos se clavan en mí, son el claro reflejo de la irá. No entiendo nada de esta situación y no sé que hacer ; él parece estar a punto de atacarme, pero también de aventarse del mirador. Doy un paso hacía adelante, pero el alza su mano en señal de que me detenga.

—No te acerques, Heinrich - Dice entre dientes remarcando mi apellido - Con qué de esta manera hubiera tenido tu atención ¿No? -. Interroga con rabia - Cuantas malditas veces no te escribí y solo cuando te envié un maldito mensaje despidiéndome, ahí si vienes a mí. —Traga saliva - No sabes cuanto te odio—. Escupe con resentimiento cada palabra.

—N ... no lo sabía yo ...— Las palabras no me salen, no sé que hacer - Yo no sabía que eras tú, a ver - Tomo una bocanada de aire—. Tus mensajes solo me confundían, me asustaban - Veo como por sus ojos cruza un rastro de dolor por lo que dije — No podía simplemente ir a dónde un completo desconocido me decía — Trago saliva y doy un par de pasos hacía él, lo veo que retrocede y el corazón se me sube a la garganta al verlo que está al borde del precipicio - ¿Por qué no te acercaste a mí? ¿Por qué no me dijiste desde el comienzo que eras tú? —Indago, pero me quedo estática en mi lugar.

—Sencillo — Se pasa la mano por las hebras platinadas, mira al frente y luego vuelve la vista hacía mí — Nunca me hubieras visto de la misma forma en que yo te veo a ti — Dice bajito. —Te deje muchas pistas de que era yo, tu fuiste tan ciega que no las supiste interpretar, porque tu solo tienes ojos para alguien que no te quiere y no te tiene en cuenta en lo absoluto—.

Y como un casete dando retroceso las piezas encajan en mi cabeza, el buso verde oscuro con unas iniciales que apareció en los cables de luz frente a mi balcón, los recortes de fotos mías en distintos lugares y en ellas de manera borrosa salía él, no en todas pero si en varias que incluso creí que él también estaba en peligro, no avisé a nadie, soy una estúpida, lo sé, quizá porque creí que esto eran solo pequeñas bromas, alguien que andaba desocupado por la vida, la carta que tenía un aroma similar a pino, su colonia, porque si varias veces estuve cerca de él, pertenecía al grupo de amigos del chico que me gusta, tropecé con él varias veces, supongo que esas cosas no eran coincidencias, varias veces lo atrapé mirándome pero no le di importancia y no pensé que esto llegaría tan lejos, hasta el punto de rayar el acoso y de que justo ahora una vida corra peligro.

—Nada de lo que pase hoy será tu culpa, yo — Lo veo que duda un poco, pero retoma de nuevo.


 — Yo quizá si necesita ayuda profesional, no lo sé, pero, solo quiero agradecerte por haberme dado una razón para seguir mi desastrosa vida, el motivo para levantarme eras tú, cada mañana solamente me despertaba para ver tu linda sonrisa, tus ojos, que aunque no se fijaban en mi como yo lo hacía en ti, ellos brillaban de una manera intensa y es una lastima que él no te aprecie como yo lo pude haber hecho — Da un paso y su pie se desliza, su cara luce imperturbable.

—Por favor no lo hagas — Las lagrimas corren por mis mejillas — Tu mereces a alguien mejor, alguien que aprecié todo lo que haces, y ... yo no soy la mejor opción — No sé como hacer que se detenga, me está empezando a faltar el aire y siento que el calor azota con más fuerza.

—La decisión ya está tomada, linda — Niego varias veces con la cabeza e intento acercarme de nuevo.

—Déjame ayudarte de alguna manera, sé que lo haremos, tienes una familia y amigos que te apoyarán, vamos Vincent, por favor — Digo de manera desesperada. Él niega mientras se sube la capucha, lo veo dudar un momento, pero al final vuelve a hablar.

—Nunca olvides cuando te ame, porque así sea en otra vida, volveré por ti — Sentencia.

Lo último que veo a través de mis ojos empañados es a él dar un paso al frente y desaparecer en segundos mientras que yo grito desgarradamente, mis pies no sé despegan del sitio dónde estoy, espero esto no sea real. Rebusco entre mis bolsillos y como puedo en medio del shock marco el número de la policía en medio de enredos doy información no sé cuanto pasa y a lo lejos las sirenas y luces de las patrullas se funden con el naranja del atardecer, y un frenazo me saca del shock.

PRESENTE

Logro abrir los ojos y dirijo mi vista al reloj digital en la mesita de noche, son las 4:30 am y me encuentro transpirando y mi respiración está acelerada, siento una gran punzada en la cabeza, mis mejillas se encuentran húmedas y la pesadilla se vuelve a repetir como cada maldita semana, tiro las cobijas al piso, agarro una bolsita de plástico de la mesita de noche, salgo de mi cuarto en silencio para no despertar a mis compañeras de piso y me dirijo a la cocina para beber un vaso de agua, desde aquel acontecimiento mi vida no a vuelto a ser la misma, me mude de Greenloow huyendo de todo lo que viví allá y hasta el sol de hoy me sigue persiguiendo, saco las pastillas de la bolsita y las trago antes de dirigirme nuevamente a mi habitación para poder conciliar el sueño antes de llegar me detengo y en la puerta del lado está Ellie, la cual casi considerado como mi mejor amiga, me observa en silencio y veo la duda en sus ojos.

—¿Sucedió de nuevo? -. Indaga en un susurro. Asiento, ella es la única que lo sabe porque me encontró gritando y llorando una noche en la que todas mis compañeras de casa se ido de fiesta, ella se encontraba aquí en casa y lo agradecí mucho.

—Ven—. Me invita a su habitación, levanta las cobijas y corro como una niña pequeña y me meto debajo de las cobijas de lana, ella apaga la lamparita y en posición de cucharita me abraza, y acaricia mi cabello suavemente, tardo unos minutos hasta que me quedo profundamente dormida.



N / A: no c Shadin R fuera ...

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2021 ⏰

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