Witch Hunters | Fanfic [Kyōjurō Rengoku]

Capítulo Único.

Declaimer: Los personajes de Demon Slayer NO son míos, pertenecen a Koyoharu Gotōge, y los personajes de Naruto tampoco lo son, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

El aire que entraba por su nariz parecía quemar sus pulmones, una ironía siendo que ese aire era sumamente helado, no caliente. Para impedir un poco ese detalle, se cubrió el rostro con la tela de su capucha, no funcionó como le gustaría, aunque era lo suficiente para permitirle seguir corriendo. Llevaba varios minutos huyendo de lo que parecía ser un monstruo, uno que disfrutaba jugar con ella, porque a pesar de poder rebasarla y atraparla sin problemas, le dejaba continuar corriendo y aferrándose a la idea de que le sería posible escapar. Tal vez no debió desviarse tanto en el bosque, había pasado la tarde buscando plantas medicinales y reuniendo todo en una canasta, esperó tanto a qué el sol no sea tan fuerte para salir, que olvidó el hecho de que cuando éste se oculta, lo mejor sería regresar a casa.

Observó la luna sobre ella, imaginando que quizá era la última ocasión en que podría verla, admiró su belleza y por un instante creyó recibir su luz como alguna clase de señal de esperanza. Su descuido la llevó a tropezar por culpa de la raíz de un árbol, su canasta voló en el aire tirando todas sus plantas y flores, usó sus manos para evitar llevarse un golpe en el rostro, consiguiendo varios rasguños en sus brazos. Sus rodillas también sufrieron el impacto, lo que la obligó a quejarse en voz baja, se levantó intentando ser rápido, pero para su mala suerte sus movimientos fueron torpes y lentos. Pronto sintió una gran mano sujetando su cabello, el terror la invadió cuando aquel demonio la levantó de un sólo tirón. 

Su espalda chocó contra un árbol cuando la empujaron, intentó correr de nuevo pero se volvió una prisionera cuando él tomó sus hombros y apretó su piel hasta conseguir dejarle marcas rojas. Una de sus manos avanzó lentamente por su cuello, sus uñas largas crearon una herida superficial de la que pronto brotó sangre, él apretó su cuello con fuerza, deteniendo el sangrado pero dificultando su respiración.

—Suéltame— murmuró la joven con sus últimos rastros de valentía, intentaba forcejear para liberarse pero era cruelmente golpeada de nuevo contra el árbol.   

—No estás en condiciones de exigirme algo— el demonio se acercó lo suficiente a su rostro para olerla, aunque una fina capa de sudor cubría algunas partes de su piel por culpa de la carrera que dieron, su rostro parecía intacto y continuaba oliendo a su perfume —¿Sabes que es lo bueno de las brujas?, Son humanas y huelen tan bien. Tu sangre debe ser deliciosa— gracias a la piel pálida de la joven le era posible ver algunas de sus venas, la sangre de ella parecía apetitosa.

—No debes romper el trato que tienen con mis hermanas— le advirtió Hinata haciendo un esfuerzo por parecer intimidante, claramente por su situación, eso no estaba dando resultado.

—¿Eres idiota?, Fueron las brujas quienes me pidieron que termine con tu miserable vida. Que ayudes a los humanos no les da buena reputación— se burló de ella con gran descaro, la confesión terminó afectando a la oiperla, no creía que sus “hermanas” llegarían a tanto.

—Mi vida no es miserable, no como lo es tu vida. Puedo ayudarte— levantó levemente su mano para tocar su mejilla, realmente preocupada por la pena que veía en sus ojos y creyendo inocentemente que le sería posible ayudarlo.

—Perra— él apartó la mano de la joven con brusquedad y la abofeteó con fuerza, Hinata se negó a llorar, empero, su cuerpo delató su dolor cuando un hilo de sangre salió de su boca —¿Cómo te atreves a insultarme?— le gritó al mismo tiempo que golpeaba su mejilla de nuevo.