El Último omega.

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Llevo viviendo en un callejón, en un basurero grande y alado de este hay una imitación de cama echa por cajas rotas de cartón, una manta que era lo único que llevaba de su antigua casa.

El mundo era regido por alfas y betas ya que hace mucho los omegas se habían extinguido, la humanidad daría todo por tener aunque sea un o una omega en el mundo, la gente ya no sabía que era un omega solo conocían el nombre como una leyenda ya sea por que los escucharon por algun lado o sus abuelos se lo contaron.

Un omega es un ser que da vida, es demaciado fértil, en las mujeres la fertilidad era una cosa normal sin embargo podían llevar hasta 5 cachorros en su vientre y sin embargo un omega macho era mejor este si ere emparejado con un buen alfa podía consevir una camada de hasta 20 hijos o más ellos eran los más fértiles y hermosos seres que la diosa luna havia creado lamentablemente la Malloria de omegas murieron de tristeza, otros de Soledad y por ultimo por que a si lo quiso la diosa luna, el mundo era aburrido y sin sentido, los alfas y betas cuando querían tener un hijo de por si era riesgoso, su egoísmo fue tanto que terminaron con la raza pura que avia. Creando a un mundo lleno de soledad y odio.

Yoongi era un chico que escapo de su casa por que se sentía sobre protegido sin razón, pensó que tal vez sí huía seria libre pero la verdad es que terminó siendo una mierda, su comida venía de un contenedor de basura, su cama eran puras cajas rotas de cartón, algunas veces era golpeado sin piedad por gente que se sentía superior a el y la ropa que traía casi ya no se podía decir ropa, solo eran unos trapos que podían tapar un poco de ese pobre hombre.

Yoongi estaba esperando que la panadería de enfrente fuera a tirar pan viejo como lo hacía cada viernes en la noche, tenía la esperanza que el bello alfa de tes Morena fuera a verlo a darle un pan que fuera comestible como era su costumbre.

-Pequeño?._yoongi levanto su mirada viendo al hombre que tanto estaba esperando.
-Señor!!._Dijo el pequeño yoongi con ganas realmente le gustaba ese hombre pero estaba muy sucio para dirigirle bien la palabra.
-Pequeño, como has estado, e estado muy preocupado por ti, porque algo malo te pase mi pequeño._ dijo poniendo su mano en la pequeña mejilla del chico sucio, no le importaba tener después un poco de tierra en su mano.
-No me toque señor, estoy sucio, no quiero que manche sus bonitas manos de tierra!!!._Yoongi estaba muy alterado no quería que su lindo hombre se ensuciara no se lo permitiría.
-No te preocupes pequeño esto se limpia, además estoy muy preocupado por ti, que hace un chico tan lindo como tu en este lugar, enserio nesesito que contestes no solamente te preocupes si me ensucia o no.
-Mi señor por favor me podría dar ese pan realmente tengo un hambre.
Tae le extendió el pan al pobre niño y si niño, para el era un pequeño niño, ese vagabundo llevaba 5 años ahí, no hace unos meses se atrevió a verlo de serca ya que aveces veía gente que se le acercaba al chico y este se comportaba muy agresivamente, se preguntaba como un chico bonito termino ahí?, se daba cuenta que era un niño y que no estaba feo ya que su complexión era muy bonita y su carita también era muy lindo aunque estuviera cubierto de basura se daba cuenta que este era muy hermoso.
Tae enpeso a acariciar la cabeza de yoongi tan relajadamente mientras el otro comía hasta que se enpeso a dar cuenta que el pequeño empezó a emitir un hermoso aroma, era dulce demaciado dulse exquisito a cualquier olfato, tae no entendía los aromas de los alfas eran agrios, fuertes aromas no dulces y no podía ser beta por que estos no tenían olor.
-Pe pequeño no quieres venir conmigo?_ tae estaba muy nervioso el aroma lo estaba alterando tenía que llegar rápido a su casa lo bueno es que esta estaba a algunas cuadras.
-señor esta bien?._ Pregunto un yoongi sin saber que pasaba, veía a su señor muy nervioso no sabía si havia echo algo mal, la pregunta de su señor lo tomo por sorpresa pero si queria ir con el.
-Si señor me gustaría ir con usted.
Tae agarro la mano de yoongi y lo condujo muy rápido a su casa.