-¿Y por qué le has dicho eso a Dumbledore?
-Porque es la verdad, Remus, necesitas un descanso -le reprochó Will en voz baja. Sentados en la mesa de la esquina junto a la ventana, nadie les prestaba atención-. Te mereces unas vacaciones, y élte las ha dado. Vente a casa con Roxie y conmigo unos días, que últimamente estás muy solo.
-Will, no -replicó su mejor amigo. El bar estaba bastante lleno a la hora del almuerzo-. Yo lo que necesito es trabajar...
-Trabajas para olvidarte de tus problemas, Lunático, y eso no va a solucionar nada.
Remus se quedó callado mientras sentía los ojos verdes de Will clavados sobre él. Sabía que el pelirrojo tenía razón; llevaba mucho tiempo ya infiltrado entre hombres lobo y no le estaba sentando bien, viendo a todos asustados por Fenrir Greyback o desinteresados. Dio un suspiro y se frotó un ojo.
-Bueno, sí, tal vez necesite un descanso -admitió, y Will esbozó aquella sonrisa radiante suya-. Pero yo no puedo pasarme tantos días es vuestra casa, Will, no quiero invadir espacio...
-¡No digas tonterías! Tú no invades nada; estás invitado como si fuera tu casa, ya lo sabes.
-Que no, que me quedo en la mía, gracias.
-¿Cómo dices? -inquirió Roxane deteniéndose junto a la mesa. Dejó las tazas de chocolate caliente frente a ellos, mientras Will la miraba con un brillo especial en los ojos-. No te puedes quedar solo, Remus. Si te lo mando yo, ¿vienes a casa?
-Bueno... -El hombre lobo sonrió ligeramente y se encogió de hombros-. Si lo manda su alteza, abrá supongo que tocará obedecer.
-Supones bien -sonrió Roxane con altivez, y acarició el pelo de Will-. Me encanta que me obedezcan, ¿verdad que sí?
-Mucho, mi vida -asintió el pelirrojo con la nariz ya colorada, mirando a su esposa con una sonrisa embobada.
Remus le dio un sorbo despreocupado a su chocolate, acostumbrado a aquellas escenas de tonteo continúo; sin embargo, un pinchazo en el pecho le hizo sentir raro.
-Buen chico, claro que sí -murmuró Roxane antes de besar a Will en los labios. Al separarse, Will sonrió otra vez de forma brillantemente atontada-. Remus, si quieres más chocolate, avísame.
Y se alejó para atender a otro par de jóvenes brujas. Remus las escuchó pedir sus bebidas y soltar risitas.
-Es perfecta -suspiró Will, mirando a Roxane con una sonrisa romántica.
-Supongo que babearás por Roxie hasta el fin de tus días -rió Remus ligeramente y Will sólo se encogió de hombros.
-Pues sí -admitió, y por fin empezó su chocolate-. ¿Y tú? ¿No babeas por nadie o qué?
Remus negó con la cabeza en silencio, y Will soltó una carcajada.
-Ahora lo repites hasta que te lo creas. Te conozco bien -dijo el pelirrojo, y Remus chascó la lengua antes de darle otro sorbo al chocolate-. Ya he visto cómo mirabas a Tonks. Que, por cierto, hace bastante que no la veo, ¿sabes cómo está?
-Apenas he hablado con ella -contestó su amigo con voz queda; parecía desanimado.
-¿Qué pasa, Remus?
Lupin dio un suspiro y se quedó callado un momento.
-Tonks me dijo que está enamorada de mí.
-¿¡Cómo!? -exclamó Will con emoción dando un bote en la silla. Remus tuvo que mandarlo callar, y el pelirrojo se tapó la boca con las manos mientras volvía a sentarse bien. Algunos se habían girado para mirarlo al oír su grito-. ¿Lo dices en serio? ¿Cuándo fue?
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Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]
FanfictionCUARTO LIBRO DE LA SAGA LUCY WEASLEY La guerra contra Lord Voldemort no ha hecho más que empezar, y el miedo reside en los corazones de todos los seres del mundo mágico. El Innombrable debe ser vencido, y para ello, Lucy está dispuesta en ayudar a...