Verano del 99

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Era una tarde algo calurosa en la ciudad de Tokyo, estabas tirada en el suelo abanicándote con tu mano, cerraste los ojos para imaginar que estabas dentro de un iglú o algo por el estilo, cuando escuchaste un estruendo de metales que te hizo levantarte del suelo al instante. Fijaste tu mirada hacia la fuente de sonido, pero sonreíste al ver de qué trataba y fuiste a ayudarla de inmediato. 

"Senju, debes de tener cuidado", Takeomi llamó su atención mientras la tomaba para levantarla, tú sacudiste a la niña quien luchaba por no llorar así que decidiste hablar. Había tropezado con algunas herramientas del taller mientras corría, sí que era cierto que Senju es una niña con demasiada energía y correteaba por donde fuese, pero en parte era algo peligroso tenerla dentro del taller.

"Shin, ten cuidado con las herramientas", llamaste su atención, el susodicho salió de una habitación para ir a la zona del taller, como siempre llevaba su cabello arreglado y la chaqueta del uniforme atada a su cintura.

"¿Qué sucedió? Escuché un golpe", su voz como siempre era relajada. 

"No por nada hay una niña apunto de llorar dentro del taller", dijiste sarcástica mientras te cruzabas de brazos. Shinichiro se fijó hacia donde estaba su amigo con su hermanita en brazos, ya estaba más calmada que antes. 

"Lo siento mucho, puedo darte un paseo y vamos al parque después", acarició el cabello de Senju y ella sonrió por la propuesta del pelinegro. 

"Te perdono si me compras un helado cuando vayamos al parque", la niña sonrió y te miró con malicia, tu en respuesta levantaste el dedo pulgar. 

"¿Cómo?", Takeomi se impresionó por lo que dijo su hermanita, él no le había enseñado eso en definitiva, pero tú sí. "¡Oye tú, deja de enseñarle cómo sacar provecho de los demás!", te alzó la voz. 

Reíste junto con Senju y los dos hombres presentes las miraban con cansancio. 

"Esa es mi Senju", chocaste los puños con la pequeña. Con la otra mano comenzabas a sacar la cajetilla de cigarros junto con el encendedor. 

"¡Tú!", te apuntó Takeomi con el dedo mientras se acercaba a ti. 

"¡Iré a fumar!", corriste hacia la puerta trasera que llevaba al callejón al lado del taller. Pudiste escuchar a Takeomi refunfuñar detrás de ti. 

Desde hace un tiempo habías conocido a Shinichiro, quien se volvió tu incondicional amigo, también te había contado sobre sus hermanitos y lo mucho que los amaba, habías encontrado una salida a tus problemas uniéndote en compañía del pelinegro y su amigo Takeomi, a veces solías pelearte con él por estupideces, pero se llevaban bien. Llevaste el cigarro a tu boca y con ayuda del encendedor ibas a prenderlo. 

"Mierda", dijiste al ver como el encendedor no sacaba llama. Lo tiraste por ahí y quedaste con el cigarro en la boca y con una pizca de enojo por ello, ibas a guardar el cigarro e ir a comprar un encendedor nuevo cuando la puerta trasera se abrió. Instintivamente miraste de quien se trataba, era Shinichiro, quien se había colocado la chaqueta de su uniforme, anteriormente habían decidido crear algo así como una pandilla y tenían las chaquetas listas, también tenían varias personas, algo así como discípulos, pero aún no eran nada oficial. Solo un grupo.

"Toma", me pasó su encendedor, lo acepté y encendí el cigarro. 

"Gracias, ¿no vas a fumar?", le diste su encendedor y acomodaste el cigarro el tu boca, para tu impresión, él se negó a tu pregunta. "¿Y eso?", echaste todo el humo hacia afuera. Miraste a Shin de reojo esperando su respuesta, pero no se dio. "Hey, ¿adónde vas?", volviste a preguntar, haciendo que el pelinegro se detenga. 

White Leopard (Two-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora