Mork seguia encerrado en la habitación por orden de su padre, el chico no aguantaba más. Los gritos de auxilio solo lo llenaban de angustia y un profundo dolor, pasaba las noches llorando y sin poder dormir, unos calmantes que le había entregado su madre era lo único que lo mantenía estable dentro de ese encierro.
Su piel pálida, sus ojeras y sus labios resecos eran la evidencia del profundo dolor y abandono por el que estaba pasando. No encontraba sentido al seguir luchando por su vida, todo apestaba a su alrededor.
Eran cerca de la nueve de la noche, el silencio en aquella mansión se había presentado. La hora de la cena había llegado, la madre de Mork había decidido pasar a dejarle un plato con comida al chico en su habitación.
El hombre que escoltaba la puerta de la habitación del chico saco las llaves para abrir la puerta a la orden de la mamá de Mork. Aquella mujer tan elegante, glamurosa y de tanto carácter se desvaneció cuando el escolta abrió la puerta de la habitación, los platos de comida que llevaba cayeron en un instante al piso al ver el cuerpo de su hijo en el piso alrededor de un charco de sangre.
Los antebrazos de Mork estaban llenos de largos cortes hechos por una lámina filosa, el pequeño bote de los calmantes había quedado sobre la cama vacío.
El grito y el llanto desconsolado de la madre no paraba mientras se recostaba sobre el cuerpo del chico, el padre de Mork se había quedado en la puerta de pie viendo conmocionado, sus ojos apenas liberaban un par de lágrimas; pues un hombre poderoso como el no podía verse débil o vulnerable, sin saber que todo su imperio se comenzaba a caer.
"Me siento solo, ya no tengo fuerza para seguir. Soy como un ave que ha estado encerrado por más de veinte años, cuando pude respirar y volar un poco me cortaron las alas literalmente. Mi padre el hombre más rudo y sin piedad acabó con el amor de mi vida, el único que me había hecho sentir libre y que me había hecho volar. En el nombre del amor se cometen muchas locuras, pero un joven como yo solo quiere vivir. Mis padres no solo acabaron con el amor de mi vida sino con mi vida, estoy harto de vivir está mierda de vida que ni un cigarro, ni una pastilla calmante puede curar. Estoy escribiendo esto con las lágrimas más saladas del mundo, con el dolor más profundo y más oscuro que se puede sentir en el corazón. Solo pido descansar en paz, y que mi alma pueda volar para nunca más llorar. Hoy me voy de este mundo para culpar a mí padre, para librar a mi madre y para cuidar a mi chico, Tine.
Que las estrellas en los cielos acompañen su camino, que el sol radiante iluminen su alma, y que la luna siempre brille ante sus ojos.
Este es mi deseo, y mi última voluntad si por mi la pueden cumplir, por las personas que quiero que haya justicia y haya paz. Tranquilos, todo va a estar bien."
~Mork.
Está fue una de las notas que dejó el chico sobre su cama. El chico había planeado todo pues sabía cómo era su padre y todo lo que sería capaz de hacer con tal de no manchar su prestigioso nombre. Una nota en su perfil de facebook terminaba con todo lo que él quería expresar.
"Quiero dejar claro que mi madre es libre de cualquier negocio que esté a nombre de la familia, el único y verdadero responsable es mi padre. Yo como el único heredero de la familia acusó a mi padre de desfalco de dinero en las empresas, violación de derechos, calumnia, y corrupción. Todos las pruebas las tiene su secretaria general quien también la libro de toda culpa, y quién está a mi favor en mi decisión con tal de encontrar su inocencia. La mano derecha de mi papá, su escolta y abogado es cómplice de todo desfalco que se haya cometido. Desde ahora pido que la justicia llegué, para que todo el dinero y las acciones queden a nombre de mi madre."
Mork era reconocido en la ciudad y en el país, cuando publicó la acusación contra su padre la noticia en facebook se hizo viral, el chico quedó tranquilo llamando por último a la policía insistiendo que había una persona secuestrada en la casa, la policía quedó en llegar unos minutos cuando el chico se sentó en un borde de la cama y comenzó a cortar de nuevo sus brazos y en seguida tragando todas las pastillas que le quedaban. Sus lágrimas de dolor corrían por sus mejillas hasta que su vista se comenzó a nublar lentamente hasta caer en el piso.
Tine y Sarawat se quedaron detrás de la cinta de seguridad que encerraba la entrada principal de la casa y que era custodiada por varios policías, la madre de Mork había salido y se había quedado en las escaleras de la casa sentada llorando mientras sostenía la carta que había dejado su hijo. Wat y Tine no entendían lo que pasaba cuando salían unos enfermeros con una camilla y un cuerpo cubierto por una sábana blanca mientras detrás de él salía el papá de Mork arrestado y llevado por dos policías.
En ese instante el menor entendió y cruzó la cinta y salió corriendo hasta llegar a la ambulancia donde estaba ingresando el cuerpo de Mork. Unos policías detuvieron al menor intentando alejarlo del cuerpo.
- ¿Quien es? - Preguntaba el menor agitado mientras dos policías lo tomaban de los brazos. - ¡Sueltenme! Solo quiero saber quién es, se lo suplico enfermera.
- Joven no insista, seguramente se podrá enterar por las noticias.
- ¿Está muerto? ¡Mork!
La enfermera que estaba en ese instante asintió mirando al menor con lastima y cerrando las puertas de la ambulancia, Tine se soltó de los policías que lo sostenían y cayó en el piso arrodillado, Sarawat en el mismo instante cruzó la cinta de seguridad y corrió para cuidar a Tine.
- ¡Ey Wat! - Decía el menor con lágrimas en sus ojos. - ¿Que le pasó? ¿Por qué me dejó? ¿Quien le hizo todo esto? - Tine caía en los brazos del mayor recibiendo un poco de consuelo mientras que el padre de Mork iba arrestado en el auto policial.
- Tenemos que irnos, yo te voy a cuidar. Tienes que estar tranquilo, te puedes enfermar. - Anunciaba el mayor abrazando fuertemente a Tine y acariciando su cabeza intentando dar consuelo.
Los dos chicos se levantaron del lugar vigilados por los policías, cuado iban cruzando la cinta de seguridad la madre de Mork se acercó hasta los dos chicos. Aquella mujer estaba destruida físicamente, la ropa que llevaba estaba llena de sangre, su cabello despeinado y sus ojos hinchados.
- ¿Tine? - Pregunto aquella mujer haciendo girar al menor. - Solo te pido que me perdones, no entendía que es el amor. - Anunciaba la madre arrugando la carta que tenía en la mano y comenzando a llorar de un instante hasta caer en el piso desmayada.
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Misterio En Bangkok | BrightWin - MewGulf
CasualeTodo comenzó en la cárcel. •SARAWAT - TYPE - THARN - TINE• Ser el culpable de un asesinato le cambiaría la vida a cualquiera, haber estado en una de las pandillas más peligrosas no llenaría de orgullo a cualquiera. Estar en la cárcel por ser un atr...