Todo estaba envuelto en aquella impasiva e imperturbable oscuridad tipica, y nativa, de aquel espacio que plaga y nubla la falta de conciencia, aquella negrura que acecha la menguante lucidez que precede al sopor...
Luego, sin pronóstico, llegó.
Primero como un rumor, un vendaval sin mayores consecuencias, que después azotó con fuerza brutal y luego creció, creció de forma impulsiva y violenta en una tormenta, aullando demente en su oído, los gritos de esta, una ventisca fatal y con el embrujado viento llegó el frío, un frio terrible y penetrante, en cuanto podía petrificar a todo quien tuviera la desgracia de haber sido envuelto en su gélido manto.Para él, Toda la oscuridad se heló, los huesos le empezaban a doler, su piel perdía la capacidad de sentir otra cosa que no sea el gélido Abrazo de la tormenta, cada segundo...y no habia refugio...
Dillon abrió sus marchitos ojos, al principio fue inutil, pues la pálida escarcha lo cubria por donde se extendiera la vista. Haciendo un esfuerzo monumental, se incorporó, resistiendo y gimiendo por el dolor de sus articulaciones, la rigidez de sus brazos, y se irguió, entrecerrando la mirada ante los cortantes vientos que arrastraban afilados copos
Por todos lados nieve, nieves eternas... Se encontraba en una planicie coronada con un acantilado, sospechosamente familiar al lugar donde acostumbraba a ir para contemplar el atardecer en el mar.
pero allí no había ningún mar, ninguna extensión de agua líquida yacia azotando la costa bajo sus pies, no...
En su lugar, al fondo del acantilado la marea había cedido también ante los gélidos vientos, y todo un glaciar se estiraba hasta donde su cansada y adolorida vista llegabaLos ángulos de las paralizadas olas y la espuma le causaron malestar, eran demasiado agudos, acaso lo estaban cortando mientras las miraba, pero esto no cambiaba nada, tieso yacia el mar... Algo claramente no estaba del todo bien, pero el no podía saber exactamente qué
En su desesperación elevó la mirada, quizá pidiendo respuestas al firmamento, quizá esperando su consuelo bendiciendolo con la visión del poderoso sol poniendose sobre la costa. No hubo caso, las tinieblas eran omnipresentes, y solo una tenue luz daba indicios de que alguna vez esta tierra conoció la luz de una estrella
Ahora el estaba solo, en aquel páramo abandonado por la creación, abandonado a su suerte en aquel lugar al que solo le dió un nombre:Muerte
Pero la mera soledad en aquel Cadaverico lugar hubiera sido felicidad comparado con lo que llegó después.
En un inútil intento por escapar, Dillon se echó a correr, acaso esto combatiría el frio que lo envolvía, fue un breve pensamiento que cruzó su cabeza.A voces y luego a Gritos, llamó a todos quienes conocía, pues sabía que no debian estar lejos. No hubo una respuesta
Elevando la voz hasta el borde de hacerse daño, llamó una vez mas, pero solo el aullido de la ventisca le contestó.
El pronto se dió cuenta de que no tenía Caso huir, pues cuando elevó la mirada, el lo supo inmediatamenteAllí, no muy lejos de él, pero inalcanzables, se elevaban...
Las Enormes, Titánicas y Aún mas gelidas, aún mas muertas e inmóviles que todo lo que yacia a su alrededorMontañas
ESTÁS LEYENDO
Ellas Están Cantando, Con Las voces de Todos Los Que Conoces
HororEllos están por venir