Última Jugada

Capítulo 1 - jugadores de poker

- Toc, toc -Hannah, ¿te encuentras bien?, llevas más de dos horas en la bañera, sal de ahí que estoy empezando a preocuparme. -

- ¿No lo sé, sabes? - susurre, suponiendo que en este estado alguien me escucharía –

-Mierda, que hiciste?, Hannah, despierta, oye- escuche a lo lejos, pues ya me había desmayado por la pérdida de sangre.

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me despierto bruscamente, en las últimas semanas aquellas pesadillas no cesaban y era constantemente perseguida por ellas.

-¿Hannah? ¿estás bien? escuche un ruido - pregunta Ciro desde el otro lado de la puerta.

-Sí, lo estoy- conteste cortante, a la vez que escuchaba sus pasos avisando que se había marchado.

No me encontraba con ánimos de desayunar, así que pasé de ello.

En el camino a la escuela me encontraba pensativa, pues mis pesadillas a pesar de estar despierta seguían apareciendo de manera constante, y eso me fastidiaba.

-Eh!, muchachas- grito mi ruidoso amigo, Atzin, lo conocía desde que tengo memoria, era la persona más importante en mi vida, mi mejor amigo.

A mi costado se encontraba Calíope, a esta la conocía hace unos cuantos años, sinceramente no era mi amiga más íntima, pero la quería.

-Atzin, eres bastante ruidoso, ¿lo sabes? - Dije mientras sonreía y tomábamos el camino hacia nuestros horarios, pronto las clases darán inicio. Cinco de mis clases eran con Alex y con Calíope dos de ellas.

-¿vieron el chico nuevo?- Parece algo tonto que alguien le importe la gente nueva que entra a la escuela, pero en este pueblo todo era diferente, al colegio entraba una persona por año literalmente, el noventa por ciento de los estudiantes que se encontraban aquí estaban desde primaria, se preguntaran porque entra tan poca gente? La causa va más allá del colegio, es el pueblo, aquí vivimos los descendientes de gente poderosa en la anterioridad todos nos conocemos desde generaciones antiguas, algo bastante exclusivo se podría decir, vivir en este pueblo es mas costoso que vivir en cualquier otro lugar del país, los que entran a este pueblo o mueren por razones poco conocidas, huyen o simplemente no les alcanza para sobrevivir dentro de este tormentoso pueblo.

-cuanto creen que dure? –

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Estaba en el patio acostada en las piernas de Atzin mientras acariciaba mi cabello con una mano y con la otra fumaba, yo lo escuchaba contar sus estúpidos chistes mientras me reía de él y de sus chistes que definitivamente eran pésimos.

-en un momento vengo, iré al baño, ¿quieres algo de comer?, pasare por la cafetería- me dijo Atzin, le sonreí y negué.

Me quedé sentada contra el árbol ojeando el libro de Alex, hasta que sentí que alguien se sentó a mi lado, creí que él ya había regresado, pero era una colonia diferente, era el chico que llego tarde a clase.

Me quito el libro y pregunto - ¿Que lees, niña? –

-No es de tu incumbencia. –

-te traje un jugo de mora tu favor...- paró de hablar cuando noto la presencia de alguien más, su cara se volvió un poco incomoda, y el chico a mi lado decidió marcharse.

- ¿quién era ese? -

-ni idea, apareció tan rápido como se esfumo-

Reímos y no volvimos a tocar dicho tema, atzin siguió contando sus chistes hasta que la campana sonó avisando el inicio de las clases otra vez.