La noche era fría y tranquila en el Reino de Aoba Jōsai, pero en el bosque ya se tornaba inquieta y peligrosa.
Mientras la mayoría de los animales en el bosque ya estaban bien alcolchonaditos y blanditos, los nocturnos tomaban el show.Un hombre encapuchado corría a gran velocidad por entre los árboles, sosteniendo una bolsa con quién sabe qué, aferrandola tan fuerte contra el pecho que le quitaba el aire, mientras que un grupo de soldados lo perseguía a caballo. Una gran desventaja. Pero no había problema, ya estaba acostumbrado a las persecuciones. Y había escapado al bosque más de una vez, el bosque estaba de su lado esa noche.
Mientras atravesaba una pequeña ladera se subió a uno de los árboles más frondosos. Los soldados no lo vieron, siguieron su camino y paso desapercibido.
Al ver que los había perdido de vista, se acomodo en una rama del árbol, lanzó un suspiro de alivio y vio la bolsa con tristeza. Se quitó la capucha de la cabeza, dejando ver a un muchacho de facciones hermosas, piel pálida, y cabello y ojos de un café chocolate. Volvió su mirada a la luna llena, y pensó un instante.
Sonriendo, dijo:
- Oye, mi príncipe. ¿Me escuchas esta noche? Lamento con decirte, que hoy no podré visitarte... Otra vez... No te enfades conmigo, que solo van tres...
Todavía recuerdo tus ojos, pero... ¿qué hay de tí?Y a la luz de la luna y las estrellas, con una sonrisa se fundio en su propio sueño.
(Oye que me salió lo poeta, eh)
.En la otra esquina de la tierra, en el Reino de Fukurōdani, un malvado plan se estaba comenzando a llevar a cabo.
En las mazmorras de un gran castillo de mármol, un joven bajaba las escaleras en espiral, lento y seguro. El joven era pequeño, con cabello desordenado, negro carbón. Llevaba un Shinobi ninja de color negro con franjas plateadas y adornos morados. Tres kunais, oro, plata y bronce, colgaban del lado derecho de su cadera, y del lado izquierdo unos cuantos shuriken. A la espalda traía una katana, con una larga cinta morada que caía hacia abajo amarrada al mango.
Al fin, llega al final de las escaleras, donde se encuentran un gran pasillo a oscuras. De la nada, antorchas a ambos lados de las paredes se encienden, dirigiendo al joven. Al final del pasillo se encuentra una figura encapuchada (por qué tantos encapuchados) dándole la espalda.
El joven, al reconocer la presencia de su amo, se inclina en una rodilla con la cabeza gacha. Después de unos momentos de silencio, el encapuchado habla.
- Siento mandarte, a tí especialmente en esta misión.- dice con una voz tan grave, que le hace ponerse la piel de gallina a su pupilo.- Tú eres mí favorito de todos. Eres el mejor de tu clase... Pero es por esta misma razón por la que te mando a ti.- el chico ya sabe a lo que va, mientras su amo sigue dándole la espalda.- Está misión no es ningún chiste, hay que tomársela en serio. Sé que tu lo harás, porque yo te lo pido. Será la misión que decidirá el destino de todo el Reino entero. ¡Sí, eso es! Si logras matar al príncipe, me coronarán rey a mi. ¡Ja, ja!
Su risa resonó por todo el pasillo de piedra. El joven se ponía casa vez más tenso con cada palabra que decía. El hombre se volvió a ver al joven, pero no dio su cara. En vez de eso, tenía una máscara de búho.
-Déjame ver tu cara, para no olvidarla jamás.
Lo dijo con un tono que parecia saber que algo malo iria a suceder. El joven lo dudo por unos segundos, pero después de todo, volvió su cara hacia arriba, viendo a su amo. La mitad de su cara estaba tapada por su cogulla, pero bien se podían apreciar sus ojos azules metálicos y sus cejas frondosas.
-¡Ve y hazme rey, mi pequeña creación!Use mucho la palabra 'joven' XD
Seeeee tampoco me convence eso de 'mi pequeña criatura'... Pfffft
No, si, me da mucha risa jsjsksjsjssjjs
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Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]
FanfictionUn fan fic de Haikyuu en donde están en la edad media, y a lo largo de la historia verás a estos personajes convivir juntos. No sé hacer descripciones. Contienen los ships de: iwaoi, que es el principal; y los secundarios se abarcan en los demás, c...