La pequeña Eleonora, estaba devastada por la muerte de su padre, se encontraba recostada contra una gran roca, abrazando a su delfín mascota, mientras lloraba a mares, -papi, papi, ¿dónde estás?- no dejaba de repetir aquellas palabras. En eso una pequeña monstruo marina nadaba por el lugar, hasta escuchar aquellos sollozos, le pareció curioso ese sonido, hasta que se acercó al lugar, notando a una pequeña niña, abrazando a un pequeño delfín, le pareció curioso, acercándose a ella, -¿porque lloras?- le preguntó la pequeña monstruo a Eleonora, -mi papi, quiero a mi papi- sollozaba Eleonora
-¿dónde está?- le preguntó
-ellos...ellos...se lo...llevaron- no dejaba de abrazar a su delfín
-¿quiénes?- volvió a preguntar
-los monstruos...de...los botes- sollozo
al oír eso se asustó, en eso su madre la llamaba, -hija, ¿dónde estás?- oyó su nombre a lo lejos
-aquí mamí- le indicó, llegó al lugar
-hija, cuántas veces te he dicho que no te vayas muy lejos, temo que algo malo te pase- tomo su rostro
-pero mami, vine porque escuche ruidos y ví que había otra niña llorando- señalando el lugar, -hija, hay no veo nada- le reclamó
-no mamá, era enserio, había una niña con un delfín, estaba llorando, porque su papá había sido llevado por monstruos de la superficie- le comentaba
-hija, debe ser tu imaginación,recuerda que no me gusta que te alejes de el valle de las algas, además...- la interrumpió
-pero mami, era cierto, la niña y el delfín eran reales, hasta hable con ella- le volvió a insistir
-DANIELA PAGURO, no quiero que sigas diciendo más tonterías- le llamó la atención su madre
-además vamonos que nos están esperando- le habló
-bueno mamá- respondió Daniela tomando la mano de su madre nadando camino a casa, no sin antes voltear a mirar hacía el lugar donde había visto a la niña.
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Eres mi verdadero amor, y lo sabes. (Alberto Scorfano x Giulia Marcovaldo).
Fiksi PenggemarHan pasado diez años, desde que Giulia había conocido a sus nuevos amigos, cada día estaban más unidos, hasta que Alberto comenzó a tener sentimientos hacía su hermana adoptiva, desde los quince años, Giulia había comenzado a sentir lo mismo, pero s...