Capitulo 104

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Peter se dio cuenta que en toda la tarde no ha visto a su mejor amiga en el complejo y tampoco escuchado nada de ella, al principio le mando un simple mensaje, ya que no se quería preocupar, pero esta no respondió. Al caer la noche y tampoco verla llegar decidió llamarle, pues ella no era de desaparecer así como así, a la segunda llamada se dio cuenta que la castaña había dejado su teléfono en su habitación, el cual no paraba de sonar. El arácnido salió corriendo y para su suerte con el primero que se encontró fue con Visión.

-Oye Visión, ¿has visto a Elizabeth?- le preguntó Peter- no la veo desde la mañana y quería ir a cenar con ella 

-Oh, tal vez siga en Brooklyn- señaló Visión a lo que Peter le vio con confusión- te mandaré la dirección a tu teléfono 

-Gracias- el castaño salió corriendo para tomar su auto e ir a la dirección que la había enviado el androide 

El Parker se estaciono frente a una casa, la cual nunca había visto en su vida, pero sabía que ahí estaba Elizabeth porque vio estacionada su motocicleta. Bajo y camino hasta la entrada, donde iba a tocar la puerta pero esta estaba abierta, por lo que decidió entrar. Al hacerlo la vio, la Rogers estaba de espaldas a la puerta mientras estaba sentada en el piso abrazando sus piernas y viendo la oscuridad de la noche frente a ella. Peter se acercó con cuidado y se sentó a su lado, al voltearla a ver noto la frustración y tristeza en el rostro de la castaña. 

-Esta casa la compraron mis padres- empezó a hablar Elizabeth sabiendo que quien estaba ahí era su persona- después de siete años me enteré que este lugar existía. No se como ver a este lugar Peter, quiero verlo como mi hogar, como la segunda oportunidad que tendremos mi familia y yo cuando ellos vuelvan, pero solo puedo pensar en lo que pudo haber sido si ellos siguieran aquí y si es que siguen vivos o lo que estamos haciendo solo es ilusionarnos para nada.

-Es imposible que no pienses en eso, pero no te aferres al pasado y al hubiera, sonará muy cliché pero mantente en el presente y ve hacía el futuro- Peter se acercó y la abrazo por los hombros- esta casa solo demuestra que siempre ha existido una segunda oportunidad para ti, una que te mereces más que nadie, en unas semanas estarás aquí con tus padres y tus hermanos, recuperando el tiempo que perdieron 

-Pero yo vivó en el complejo, contigo- señaló Elizabeth- eres mi hogar Peter 

-Y tu el mío- Peter le dio un pequeño beso en la cabeza- pero que no vivamos juntos no significa que lo vayamos a dejar de ser, siempre serás mi lugar seguro como yo seré el tuyo. 

-Entonces serán nuestras últimas semanas compartiendo un mismo techo- Elizabeth se acomodo en los brazos del castaño- fuiste el mejor compañero de piso 

-Lo se, dejaba los trastes más limpios que el jabón-bromeó Peter haciéndola reír un poco- ¿y ya recorriste tu nueva casa señorita? 

-No pude subir al segundo piso, fue mucho para mi- aceptó la castaña mientras veía como su amigo se ponía de pie y le extendía la mano- ¿Qué haces?

-Subirás al segundo piso, pero ahora estaré a tu lado 

Y como lo dijo Peter, el resto de la casa la recorrieron ambos. Los dos castaños terminaron cenando pizzas en el suelo de la sala, mientras hablaban de todos los momentos que pasaron mientras vivieron juntos. El hombre la convenció de llevar a la nueva casa las cosas de su familia que tenían en el quinjet que usaron en sus años como fugitivos, Elizabeth nunca pudo bajarlas ya que cada que lo intentaba había algo que la detenía y simplemente fueron pasaron los años hasta ahora que Peter lo menciona, y sabía que no había mejor momento para hacerlo. 

A la mañana siguiente Elizabeth tomo el quinjet para llevarlo hasta la casa en Brooklyn, donde junto el suficiente valor para tomar las pertenencias de su familia y depositarlas al interior del lugar. Reconoció las mochilas con la ropa de cada uno, las fotografías que siempre cargaban a todos lados como recuerdo de la vida que tuvieron antes, encontró los libros de Wanda, los bocetos de Pietro y Steve, las zapatillas de ballet de Natasha y las cartas de Poker de Sam, sonrió al recordar las tardes enteras donde se la pasaban jugando. También llevó viejas pertenencias de ella para dejarlas en una caja, ya que creía que era su primer paso para dejar el complejo y tener su segunda oportunidad como le dijo su mejor amigo. 

Desde las cenizas/Los vengadores/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora