Silencio |KiriBaku|

Único.

Disclaimer: los personajes de BNHA no me pertenecen, son propiedad de Kōhei Horikoshi.

Advertencia: sugerencias sexuales.

Notas: He editado esta historia con la intención de darle un "mejor" desarrollo *cof* más dramático *cof*. Espero le den otra oportunidad.

Dedicada a Bakupurr en su cumpleaños, y nuevamente dedicada a vos simplemente porque te adoro.

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Silencio.

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El mundo se había sumergido en un agónico e ininterrumpible silencio. Nunca había sido un gran admirador del bullicio de la gente, ni del horrendo canto de las aves en las mañanas, o el sonido estridente de la ciudad cargada de vehículos y vendedores ambulantes, no.

Había detestado durante toda su vida el ruido incesante del mundo. Había odiado, en un principio, la voz animada de Kirishima durante las mañanas, aquél parloteo incoherente sobre cómo ser verdaderamente masculino, sus gritos al son de una quisquillosa canción de metal, la maldita imprudencia con la que alzaba la voz para pronunciar su nombre.

Odiaba su incapacidad de guardar silencio.

Sin embargo, con el tiempo y fruto del amor que poco a poco había comenzado a echar raíz en su corazón, llenandolo por completo, convirtiendo aquellas falencias en características únicas del pelirrojo, haciéndolas especial, admirables, amadas; había comenzado a amar su voz animada durante las mañanas, aquél parloteo incoherente sobre cómo ser verdaderamente masculino, sus gritos al son de una quisquillosa canción de metal, la maldita imprudencia con la que alzaba la voz para pronunciar su nombre, porque amaba la forma en que "Katsuki" salía de sus labios hinchados por los besos, con la voz ronca y profunda, resultado de la lujuria y el deseo.

Amaba cada vez que pronunciaba un "te amo", amaba como cantaba en su oído alguna canción melosa que había decidido dedicarle tras hacer el amor. Amaba el sonido de su respiración tranquila, de los latidos de su corazón sincronizados cursimente al suyo.

Odiaba la forma en que el mundo le había negado volver a oír la voz que tanto amaba. Odiaba ese silencio tortuoso, eterno, dónde solo quedaba el eco de la voz de Kirishima gritando por última vez su nombre antes de que todo acabara para ellos.

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Silencio.

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