–¿Quedó claro? –Preguntó Kakyoin una vez más a la clase, quien lo miró en silencio. –Repito: el Romanticismo no tiene nada que ver con lo que actualmente conocemos como romántico o cursi, sino más bien con un movimiento ideológico del Siglo XIX, cuyas características son su entrega a la imaginación y la subjetividad, su libertad de pensamiento y expresión y su idealización de la naturaleza. –Miró a la clase una vez más. No le sorprendió que Josuke estuviera dormido al fondo de la clase, que Haruno mirara por la ventana y que sólo Jolyne tomara notas, aunque no estaba seguro de que fuera sobre la clase. Suspiró y sonrió. –Chicos, por hoy la clase terminó, pero quiero hablar con ustedes de algo.
–YO NO HICE NADA. –Gritó Josuke, cuando terminó de dar un cabeceo enorme que casi lo hizo estrellarse de frente al pupitre. El resto de la clase rompió en carcajadas mientras que Kakyoin decía:
–Silencio, ¡silencio! Higashikata, –Añadió, cuando vio al muchacho de cabello negro muy apenado. –por favor, pon atención, no iba a regañarte. –Josuke suspiró de alivio. –En fin, apenas es martes pero este fin de semana se llevará a cabo La Velada de las Estrellas como en años anteriores y pues habrá actividades, comida y vamos a dormir en el patio para ver las estrellas. –Se escucharon murmullos de emoción. –Como sabrán, la actividad principal es el Rally en equipos y pues me pidieron que los apuntara en la lista. –Los chicos comenzaron a quejarse. –Pero ya que el año anterior casi nadie se apuntó, procederé a hacer equipos de tres.
–Oh, ¡Profesor! –Se quejó Jolyne en voz lo suficientemente alta como para que Kakyoin la escuchara.
– ¿Sí, Cujoh?
– ¡Es aburrido! ¡Déjenos elegir los equipos a nosotros!
–Ah... no. Ya los tengo armados. Y de hecho usted, señorita, va con Shiobana y con Higashikata.
– ¡¿EN SERIO?! –Gritaron los tres al mismo tiempo.
–Si todos los profesores sólo tratan de alejarnos... –Murmuró Haruno por primer vez en dos días. –No es como si nos juntáramos, sólo no nos llevamos bien.
–Habla por ti, niño rico. –Dijo Josuke, con cierto tono de desdén. –En realidad nunca nos hablamos... bueno, yo sólo hablo con Jolyne.
–Y yo. –Añadió el chico rubio.
–Chicos. –Dijo el Profesor Kakyoin serio. –De verdad, espero que esta actividad nos sirva para llevarnos mejor. Pienso que ustedes tienen potencial y qué mejor que explotarlo juntos. –El timbre los interrumpió. –Bueno, si terminó la clase, entonces terminó la jornada escolar. Pueden irse, hasta mañana. –El Profesor comenzó a borrar el pizarrón mientras que Jolyne guardaba sus pertenencias. Se apresuró lo más que pudo para alcanzar a Josuke en el pasillo y que Noriaki no los escuchara. Corrió y gritó:
– ¡JOSUKE! –El chico volteó entre la multitud al escuchar su nombre. Jolyne apretó el paso y tomó a su primo de la oreja, jalándola.
– ¡OYE! ¡OYE! –Reclamó éste.
– ¿¡AHORA QUÉ HICISTE?! ¡TU PAPÁ VINO A HABLAR CON EL DIRECTOR PORQUE LE HABLÓ POR TELÉFONO!
– ¡¿Cómo?! ¿¡Qué?! ¿¡Por qué!? YA SUÉLTAME, ¿NO?
–Pues vámonos. –Jolyne lo soltó mientras sonreía y lo llevó a la oficina del director, de donde vieron salir a Joseph y al Director Zeppeli, hablando.
–OYE, ¿¡tú qué haces aquí, viejo?! –Preguntó Josuke, indignado. Joseph lo miró asombrado y volteó a ver a Jolyne, luego dirigió su mirada de nuevo a su hijo.
–Hey! Err... –Joseph hubiera querido tener alguna excusa para presentarse, sin meter en problemas a Josuke o a Tomoko, pero sólo balbuceó: –bueno... estábamos hablando de... este... yo...
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Sweet dreams (are made of this) -Jojo's bizarre adventure-
Фанфик¿Serán los sueños manifestaciones de deseos reprimidos o ecos de vidas anteriores? Cada noche, Kakyoin Noriaki tiene pesadillas tan reales como para hacerle creer que alguna vez vivió lo soñado; al despertar, el tedio y la rutina le hacen pensar qu...