5.2- ¿Posibilidad?

5 1 0
                                    

Capítulo 5: La chica excéntrica.

Parte 2: ¿Posibilidad?

Dormitorios de la Academia Krayman.

<Elige tú si quieres, o cualquier cosa al rato checamos>

— ¿Por qué siempre me lo deja todo a mí? Nada más por eso le voy hacer la comida que menos le gusta. Hmph, ya dije.

Exclamó, mientras desprendía una sonrisa malévola. La pelirroja se encontraba recorriendo por los dormitorios hacia el cuarto de su mejor amiga, teniendo como objetivo convertirse en alguien más fuerte de lo que era.

Desde lo sucedido en Brumaria, se dio cuenta de las debilidades que posee y los aspectos que debe mejorar, esta es la razón por la que se propuso entrenar más arduamente de lo que ya lo hacía, sin importar cuál sea el método.

— Se puede saber...

Margo fue interrumpida por un bostezo que ella misma expulsó.

— ¿...Qué haces llamando a la puerta tan temprano...?

— ¿Es neta, Margo? Se suponía que hoy íbamos a pedirle permiso a una de las maestras para que pudiéramos usar el cuarto de simulación después de la escuela.

Explicó Scarlett de brazos cruzados, con tono indignado.

— Ahh... Eso... Lo olvidé.

Las palabras adormiladas de Margo no contenían vergüenza alguna, es más, le causaba gracia el haberlo olvidado, no por mamona, sino porque Scarlett lo mencionó como cinco veces el día anterior.

— ¡Aghh! No tienes remedio.

Scarlett negó con la cabeza varias veces mientras apoyaba su mano en la frente, a simple vista daba a entender que sentía pena ajena de la negligencia de su amiga, no obstante, es todo lo contrario.

El enojo no era un sentimiento predominante, en cambio, le causaba gracia al igual que a Margo, después de todo, ¿Por qué enojarse si ya sabe cómo es?

— Y bien, ¿No piensas pasar? Sabes que me voy a tomar mi tiempo cambiándome.

— No es cómo si me quedará de otra.

Scarlett muy a su pesar entró a la habitación de Margo.

La habitación de Margo es... ¿Cómo decirlo? Un completo desastre en todos los aspectos habidos y por haber. Pones un pie dentro de él y quieres salirte lo antes posible por el desorden que habita dentro de él. Había un montón de ropa tirada en el suelo, unos audífonos encima de la cama y los zapatos de extremo a extremo.

El lavaplatos estaba repleto de trastes acumulados con los días, basura por aquí, basura por allá. Nada destacaba de manera limpia y ordenada, bueno, si había algo, la cama, de todo lo que hay en la habitación de Margo, la cama es lo único ordenado.

— Pasa, pasa, siéntete como en casa.

Habló cordialmente mientras aventaba la ropa que había en el sillón a una esquina de la habitación.

— Siempre que vengo aquí, me hago la misma pregunta.

— ¿Ajam?

— ¿Por qué nunca limpias tu habitación?

— Pues... Es qué de cierta manera, ¿Para qué limpiarlo? O sea, para el final del día todo volverá a estar desordenado. ¿Me entiendes? Por eso prefiero no perder el tiempo limpiando algo que se volverá a ensuciar tarde o temprano.

Explicó Margo mientras se amarraba el cabello con una coleta.

La explicación tiene lógica hasta cierto punto, es como cuando tu mamá te manda a tender tu cama sabiendo que en la noche la volverás a desacomodar.

La oscuridad del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora