Capítulo 79: Conflictiva Batalla Familiar

38 0 0
                                    

La hija artificial de Shinobu era sin lugar a dudas un enemigo formidable. Enseguida se lanzó contra los cuatro en una medida de arremetida lanzando un corte horizontal levantando una gran ráfaga de polvo, más mi espada chocó contra su katana evitando el daño a las demás personas, lo que me hizo sonreír al ver que Kimu quedó sorprendida de lo que había podido realizar. La presión entre ambas armas se hacía presente debido a la fuerza que tenía cada una, pero aún así no le podía dar por vencida por la vida de todos mis amigos y hermanas. 

--No tienes mal fuerza Kimu, pero has cometido un error al enfrentarnos ahora. En primer lugar hemos entrenado muy duro para llegar hasta aquí, y en segundo lugar sea Kanae, Rengoku, Mizuki o yo te venceremos, no importa que sea lo que tenga que suceder, ganaremos.--Le dije asegurada y sin darle la posibilidad de seguir asesté un corte ascendente formando una barra de flamas que asimismo pareció quemar el brazo izquierdo de la contraria. 

--¿Qué fue eso? Mi brazo empezó a quemar, es muy extraño, las respiraciones por más fuertes que son no deberían de hacer tanto daño aún si su usuaria es una semidiosa, sobre todo la hija de una de los tres grandes. A no ser que eso era… ¿Poder Divino?--Preguntó la pelirroja sin creer lo que había sido ocasionado, pero enseguida como los demonios su herida fue curada y regenerada, por lo que de un momento a otro salió disparada contra mí añadiendo una lluvia de estocadas que como flechas de sombras trataban de apuñalarme y bastante parecido a la Danza de la Libélula de Shinobu, seguro también tiene alguna respiración secreta que no nos ha dicho. 

--No te equivocas, pero es más que eso. Verás, en mi entrenamiento con Amaterasu aprendí a desplegar de una mejor manera mi poder del sol, lo que lo derivé a técnicas de esgrima y formando también mis propias técnicas como si de un aliento se tratase, lo bueno es que también concentro el poder divino en mi cuerpo, por lo que soy mucho más fuerte de lo que puedes sentir. Ahora entiende esto: no existe la posibilidad de ganar, porque siempre que la esperanza nos sonría, no necesitamos nada más.--Le explicaba con certeza y la más absoluta tranquilidad, en el que apliqué una gran cantidad de tajos veloces como una especie de cuchillas flameantes que sirvieron para frenar y desviar las lanzas sin ninguna dificultad, esto por mi gran vista y ya sufrir una vez el ataque de Shinobu, por tanto no fue difícil. 

--¡Aggggh! ¡Toma esto hija de Kocho, sufre la furia del dios de las llamas y sé consumida por las flamas de Kyojuro Rengoku! Aliento de Llamas quinta postura: Tigre de Fuego.--Alzaba la voz Rengoku, en el que se había colocado detrás de su oponente, pero justo cuando ella se iba a dar la vuelta fue tragada por la misma criatura creando así una inmensa explosión en la que tuvimos que cubrirnos los demás por tan poderosa energía, incluso si espíritu de batalla era abismal. 

--Así que esto es lo máximo que puede realizar la reencarnación de un dios y la semidiosa que derrotó a Muzan dos veces… interesante. Mi madre derrotó a mi creador, Kanae a la general  demonio más fuerte, y finalmente tú a Muzan, y Rengoku Kyojuro es un dios por lo que veo. Mizuki también está, es muy interesante el grupo que llevas Kaede Kocho, no me impresiona pero quisiera saber cuál es el motivo que te impulsa a darlo todo por todos tía.--Respecto a ello mi supuesta sobrina analizaba todo con tranquilidad y no se encontraba sofocada por aquellos ataques, más bien se había dejado atacar y ahora quizás sería más complicado el dañarla, sólo espero que Mizuki pueda borrarla pronto o sería una batalla demasiado larga. Enseguida su filo brilló de un negro oscuro para lanzar mediante un corte lateral un tigre en llamas negras directo a por los cuatro. 

--¡Pero qué! ¡Eso es el ataque de Rengoku! ¿Cómo se supone que lo domina?--Preguntaba Kanae algo consternada por la situacion, y debido a ello utilizando su postura defensiva las raíces y los cortes giratorios se hicieron presentes, y aunque lograron detenerla por breves segundos, no fue suficiente para frenarlo por completo y una fuerte explosión llegó a cubrir todo el área. Por suerte Mizuki había llegado para disipar de un simple movimiento vertical todo el fuego negro a nuestro alrededor con eficacia, y así las heridas en mi hermana se curaron. 

La Mariposa Cósmica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora