Descubriendo África

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Día uno:

Aquí se podría decir que comienza mi "aventura". Mis padres intentaron convencerme de que llame a este viaje de esa forma y vi la desesperación en sus ojos al ver mi poca predisposición. Lamentablemente no pude engañarlos y creo que es mejor así. Sé que intentaron sorprenderme y hacerme un regalo especial, pero ¿no les pareció más adecuado un bolso nuevo? Podría haberme conformado con un nuevo vestido, pero... ¿una excursión a África? ¿Completamente sola?

Me preocupa que no les importe pensar que puedo no regresar si me cruzo en el camino de un león o un guepardo, incluso estoy segura de que hasta un antílope sobrevive mejor de lo que yo podría hacerlo.

Es por eso que he decidido firmemente escribir todas mis vivencias y pensamientos, hacer una crónica de mi viaje. Nunca fui lo suficientemente consistente como para llevar un diario pero esta vez tendré que hacerlo, porque si algo me sucede al menos mis padres podrán leer cómo viví mis últimos días. Sé lo penoso y dramático que suena, pero no por eso es menos realista.

Quiero que sepan que si algo me sucede en este viaje y por alguna razón no regreso, los perdono por haberme enviado a un lugar tan peligroso y los entiendo, sé que a ustedes les hubiera encantado vivir esta experiencia. Los amo con todo mi corazón,

Carly

Día uno: (Edición nocturna)

Acabo de leer lo que escribí esta mañana en el avión y he aguantado las ganas de arrancar la hoja. No lo hice porque al final de este viaje todas las palabras contaran y no quiero arrepentirme de ninguna, pero bastará con aclarar que me avergüenzo de mí misma.

Lo que puedo contarles ahora es que definitivamente ya estoy en África, para ser más exactos el camping está ubicado en la Sabana arbolada de África Austral. Al menos eso es lo que llegué a captar, estuve bastante dormida durante toda la explicación del guía porque no pude dormir mucho en el avión por culpa de la pareja eufórica que me toco tener al lado. ¡Lucky me![1]

En este momento me encuentro en mi carpa mientras los demás están fuera alrededor de un fuego que creó el guía principal, Atuanya, (como su nombre me parece impronunciable decidí llamarlo Atuan), quien es originario de Nigeria.

Por ahora sólo he cruzado algunas palabras con una de las chicas que está aquí y me pareció bastante simpática. Se llama Nuria y tiene el cabello rubio bastante más claro que el mío. No llegué a preguntarle de dónde es, pero su tonada es ciertamente graciosa y diferente. Además parece ser la única chica decente en este lugar.

Sin embargo, nada de eso es importante ahora porque ya ha caído la noche y se escuchan por todos lados toda clase de sonidos atemorizantes, y no sé cómo voy a pegar un ojo en toda la noche. Sin contar la sorpresita que me llevé en cuanto leyeron la lista de compañeros de carpa...

Por supuesto, debí imaginarme que algo así ocurriría. En todo sitio en el que tengo que decir cómo me llamo ocurre algún problema o chiste sin gracia, ¿y esta vez que pasó? ¡Pues que tengo de compañero un chico! Nada más y nada menos que al más arrogante de todos.

No sé cuál fue la confusión, el guía Atuan se disculpó muchas veces conmigo por el inconveniente pero me dijo que no hay forma de cambiar la disposición de las carpas porque todas están cubiertas y bien ordenadas, excepto la mía. Me imagino que mi padre se equivocó al completar la solicitud pues en cuanto me nombraron lo que dijeron fue "Carl Evans con Cedric Wilson".

Y, claro, Carl no es Carl sino que es Carline. Tal vez no habrá quedado claro al marcar la opción de "femenino" en la inscripción o al hecho de que ya me crecieron los pechos y cualquier situación que indique lo contrario es una ofensa para mi persona.

El corazón de ÁfricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora