Quiebre & Pensamientos.

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I.

Espera, esto ya lo he vivido antes.

Fue el primer pensamiento que surcó por la mente de Yuri, mientras observaba al príncipe Ian toma y besa el dorso de su mano con gentileza y cariño. Acción que en lugar de agitar su corazón y hacer que sus mejillas enrojecieran, le provocó extrañeza.

Desconcierto y confusión.

...No, tal vez sea sólo mi imaginación.

Se convenció a sí misma, sonriéndole al pelinegro cuando su mirada ámbar estuvo sobre su mirada zafiro.

Creo que es esto a lo que llaman déjà vu.

II.

(Definitivamente, no es muy agradable.

Susurró su inconsciente en el fondo del telón de sus pensamientos).

III.

Ser constantemente secuestrada no era algo agradable, y aunque fuese salvada, cuando volvía a casa, su cuerpo solía temblar sin ella poder evitarlo.

Como si esta no hubiese sido la primera vez.

(Su cuerpo sabía que esta, no había sido la primera vez. Y que en realidad, no sería la última).

Y aunque Yuri se dijese a sí misma que todo estaría bien.

La verdad es.

VI.

(La verdad es que nada podría estar bien para siempre).

V.

Me siento asfixiada.

Era un pensamiento recurrente que llegaba a su mente mientras el duque peinaba con paciencia y dedicación –a ella, Yuri– su melena dorada margarita (marchita). Manteniéndose quieta, en silencio, pasiva.

Porque algo decía que debía mantenerse quieta, tranquila.

(Sin voz).

Y mientras Melody decía su monólogo con palabras que ya había escuchado (¿Cuántas veces?) y que parecían repetirse como un disco rayado y viejo. Palabras vacías y carentes de un sentimiento real.

Y Yuri.

Yuri sólo podía ser muñequita de porcelana que debía ser contemplada.

VI.

Muñeca a la cual se le estaban haciendo fisuras –en su mente y corazón– y que debía ocultar tras una sonrisa desgastada y vacía.

VII.

Porque...

Yuri Elizabeth es protagonista de una novela de fantasía romántica.

Es linda, amable, tierna, vulnerable, educada, débil, indefensa, amorosa y pura.

Y todos deben amarla, protegerla, amarla, adorarla, amarla, envidiarla, amarla, poseerla, amarla.

Amarla amarla amarla amarla.

VIII.

Y al final, después de intentar escapar y cambiar su destino infinidad de veces e incontables veces como estrellas y arena de mar.

Yuri pierde.

Yuri se cansa.

Yuri cede.

Yuri se desgasta.

Yuri se rinde.

Y Yuri deja de llorar lágrimas de sangre porque salinas de agua ya no hay.

Porque Yuri es–

Muñeca a la cual le rompieron el corazón y desgarraron sus esperanzas de libertad como seda.

IX.

Ah, la historia volvió a comenzar.

Y Yuri sonríe como la muñeca rota que es, una vez más.

-Traumada Taisho

(My dear) broken doll [Yuri Elizabeth-centric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora