Capítulo 2

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Y allí en la orilla del río, luego donde _____ había cedido antes los brazos de Morfeo mientras sollozaba en el pecho del castaño; seguían ellos dos del mismo modo. La respiración de la muchacha se había calmado y su rostro mostraba tranquilidad, aquella que ella deseaba y solo hallaba con él. Su libertad, su salvación.

Mientras su delicada ______ descansaba en su torso, él observaba cada pequeño detalle que maravillaba al chico. Su preciosa y delicada, como la porcelana, tez de un bello color (c/piel) que mostraba un pequeño sonrojo rubí; como amaba aquellos gestos, sus dulces sonrisas que iluminan todo día oscuro y grisáceo del joven, tentadora y brillante, una hermosa expresión suya que acompañada de su suave voz te acaricia hasta el alma.
Le encantaba jugar con su reluciente, sedoso y (c/p) cabello entretanto ella dormía.

La Luna había hecho su aparición en el cielo iluminando cada ínfimo detalle de su preciosa amada, no dejaría que su mundo se volviera a derrumbar bajo sus pies, la liberaría de las cadenas de dolor y sufrimiento atadas a las delicadas muñecas que no la dejaban continuar y volar libremente. Iluminaría su camino como ella lo habia hecho. Recordaba todas esas noches en las que se cerraba su garganta y sus ojos esmeralda se encharcaban, en cada gota reflejandose ella como un zafiro. Ella era su amada, su remedio, ojalá pudiese besarla, ojalá dejase de romperse todo en pedazos como el corazón de la chica. Y es mirar sus lágrimas por sus internos de finalizar con su vida y notar un nudo en la garganta que no le deja respirar, y lágrimas son lagos de un presente mustio.
Y un alo de esperanza se abre hueco en su corazón dando gracias al cielo por seguir teniendola a su lado.

En la mente de la chica solo rondaba lo mismo de siempre, pensaba que quizá la vida la habia elegido para vivir aquel naufragio, y aún sabiendo que la gama de tristeza que provocaría en las pocas personas importantes que tiene a su lado, lo sigue intentando. Su mente se encuentra confusa, siempre volando, preguntandose el por qué de su vida, de si ha sido traída a este mundo únicamente para sufrir. Y la única forma de escapar de aquel calvario, eran sus sueños. Sueños con su castaño, su guía, su brújula, única razón por la que quizá continuaba andando aún con todas esas piedras en su camino. Y es que aun cuando todos la miran, solo es capaz de sentir su mirada, esa que tanto desea, deseo de tenerle para ella, únicamente ser suya.
Pero ese nunca más, vuelto un juramento; nunca más quería enamorarse de alguien, aún haberlo hecho, no podía decirselo. Y ansiaba un simple roce con sus labios, un supiro nombrandola; pero no podía.
Su alma moría por fundirse en una con la del chico. Sus corazones caprichosos se antojaban. Y sus mentes volvaban mirándose a los ojos como si fuesen solo uno, como la canción que llega en el momento oportuno. Tanto que les une, tan poco que les separa, pero aún continúan así. Y para Eren su obligación era entrar en el corazón de la chica, romper la coraza que tenia interpuesta que notaba como se resquebraja con solos observarse. Buscaba como quitar toda agonía que la inundaba.

Y entonces, Eren decidió coger en brazos a su dama llevándosela como si una princesa fuese. Él mostraba una sonrisa, cálida y sincera, porque había soñado con un momento así durante mucho tiempo.

No muy lejos de aquel lugar se encontraba su piso compartido con uno de sus mejores amigos, Armin. Uno de los pilares de su vida, le había ayudado en todo, en cualquier cosa que le pidiese.

Llegó al edificio contruido en ladrillos de un color níveo; una vez allí decidió llamar al telefonillo, por el simple hecho de que no podía abrir la puerta del portal con ______ entre sus brazos. Cuando sonó el ruido indicando que se podía abrir esta, la empujó de espaldas y se adentró en el portal. Llamó al ascensor y subió hasta el quinto piso en este.

Cuando la puerta del ascensor se abrió, pudo observarse a un joven de cabello parecido al oro, grandes orbes azules como el cielo en un dia soleado, de baja estatura, tez blanquecina y de complexión delgada.

-Eren, ¿dónde has estado?-preguntó con preocupación su amigo. - ¡¿Y qué es lo que le ha pasado a ______?!

-Por ese motivo he tardando en volver, vamos para adentro, ahora te lo explico todo con pelos y señales.- dijo el castaño entrando por la puerta dirigiéndose a su habitación para dejar descansar a la chica. Armin le siguió cerrando tras de si la puerta de caoba cuidadosamente. Iba tras suyo quedandose apoyado en el marco de la puerta de madera de roble observando como dejaba a la joven con máxima delicadeza encima del confortable colchón cubierto por un edredón negruzco. Una vez la depósito en su cama, retiró con sumo cuidado las sábanas junto al edredón para arroparla. Eren se sentó al lado de la (c/p) y acarició su mejilla. Depósito un tenue beso en su frente y salió por la puerta junto su amigo.

Se dirigieron al salón para que Eren contase a su compañero todo lo ocurrido, entraron en este. Las paredes eran de un color gris perla, varias fotos en blanco y negro había enmarcadas en ellas.
Los muebles eran de un color blanquecino, las estanterías a rebosar de libros, unas cuentas fotos de ellos dos junto a sus amigos y algún que otro jarrón con lirios níveos e incluso rosas blancas.
Se sentaron en el sofá de cuero dando paso a la inminente conversación.

-Eren, ¿me puede contar qué es lo que ha pasado?- preguntó con preocupación y con un deje de curiosidad Armin.

El castaño le contó todo lo ocurrido, con todo tipo de detalle y cualquier sentimiento que pudo aparecer mientras sucedía. Armin se quedó sin palabras. Nunca se podría haber imaginado todo por lo que lleva pasando su amiga. Muchas veces la había visto llorar, pero al preguntarla ella siempre le sonreía y le contestaba que no sucedía nada o que no tenía ninguna importancia.

-¿Por qué nunca me contó nada...?- se cuestionó el blondo con sus ojos tristes mirando alguna que otra imperfección a la vista en el techo.

-Si te soy sincero, a mí me costó que me lo dijera, la he encontrado en varias situaciones así y...- no pudo terminar la frase el castaño cuando rompió en llanto, dejando bañar sus mejillas de aquel líquido cristalino y salado. Notaba como su corazón se rompía sintiendo que la perdía. Y es que no podía, se sentía un cobarde, él a de tratar de conservar la calma y darle rienda suelta a su garganta soltando todo, incluso el peor sentimiento que posea y le de un mal sabor de boca.
Y es que se pregunta por qué le ocurre y por qué nunca le sale todo bien como cuando está sólo. Entretanto Eren soltaba todos sus sentimientos de angustia y dolor a través del llanto, su querido amigo le abrazaba e intentaba tranquilizarle como podía.

No se habían dado cuenta de que una (c/p) los estaba observando desde el marco de la puerta, mientras sus lágrimas empapaban sus pómulos viendo llorar a la persona que amaba por su maldita culpa. Sintió como se rompía por dentro como nunca, como podía haberle hecho tanto daño con sus pensamientos tan egoístas y aun así su cabeza le decía que acabara de una vez por todas con todo pero su corazón la contradecía con que se lanzase a sus brazos y dejase que curase aquellas heridas tan profundas que tenía este.

"Collide with the sky" [ErenxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora