Fantasy ❝wonki ❝

first

─ M-Mgh~ ─ La voz del castaño no era tan sonora gracias a la almohada que cubría su rostro.

Aquel día había estado tan atareado que toda su calentura se había acumulado para la noche, y es que no podía evitar fantasear con los largos y gruesos dedos del maknae.

Nuevamente se encontraba boca abajo acariciando sus pezones desesperadamente, mientras que masajeaba si miembro con desesperación queriendo llegar a su orgasmo, no sin querer. Claro, intentando no despertar a su compañero de habitación.

"Mierda, no puedo hacerlo si él está dormido en la cama de al lado..." piensa viendo a su compañero dormir plácidamente. Toma sus "juguetes" y se dirige a la sala, eran aproximadamente las tres de la mañana, nadie bajaría a esa hora.

─ Al fin, puedo hacerlo sin problema... ─ Dice metiendo su mano nuevamente entre sus piernas, acariciando suavemente su miembro sobre la tela de su pantalón.

─ Mejor ahora, o nunca... ─ Dice tomando la botella de lubricante, esparciendo un poco de este en sus dedos para comenzar a acariciar su entrada.

─ A-Ah... ─ Comenzó a introducir uno de ellos, haciendo algunos movimientos, llegó un segundo y al final el tercero, por más silencioso que intentara ser no lo lograba, sus gemidos inundaban la sala. En cualquier momento alguien podría llegar, y eso lo hacía más caliente.

Al sentirse lo suficientemente preparado miro el juguete a su izquierda, un pequeño vibrador color negro... Ya era hora de usarlo.

Comenzó a introducirlo poco a poco, sus ojitos se volvían cada vez más llorosos, espero un poco hasta acostumbrarse a el... Al pasar los minutos lo encendió, pego un grito de placer mientras apretaba la almohada del sillón, ahora ambas de sus manos prestaban total atención a sus pezones.

─ M-Mgh~ Nishi, R-Riki─ Gemía el nombre del menor del grupo, las imágenes que venían a su cabeza eran tan eróticas... Quería que el menor lo llenara de su semilla, que lo sometiera y luego llenara de cariños y besos.

Siente como su orgasmo lo golpea brutalmente después de un rato, voltea a ambos lados... Afortunadamente nadie lo vio.

Se dedica a sacar su juguete de el y limpiar el sillón, además de acomodar las pocas prendas que llevaba puestas. Llego a su habitación, guardo sus cosas y se dedicó a dormir plácidamente.

Lo que no sabía era que una silueta familiar había descubierto aquella escena... Acariciando su virilidad a la vez que los gritos de Yang se intensificaron.

─ Jungwonie me debe una explicación, y una ayudadita. ─ Dijo antes de regresar a su habitación.