Capítulo 6

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Septiembre 10, 2021
11:17 AM

Sin contactarse con Juyeon sobre lo ocurrido, únicamente le hizo saber al mayor que llegaría a la empresa por su cuenta, pues vaya que su llegada fue algo tarde, de vuelta a aquellas noches donde su tiempo de dormir era básicamente imposible. Incluso teniendo en cuenta todas esas fotografías de su amado la noche pasada, pasando una por una por su cabeza, viendo las expresiones de su chico, las heridas que apenas se podían visualizar, su cuerpo débil y sujetado por cadenas como si de un rehén se tratase; mucho peor... como el esclavo de la persona que jamás imaginó servir algún día.

Al apenas llegar a la entrada de su oficina, su mano derecha sostenía la manilla de aquella con futuros pasos de entrar, sin embargo, la voz de Juyeon lo detuvo. El mayor sostenía una carpeta color negra y a su lado un vaso de papel con café dentro, con ello, se puso a su lado viéndolo fijamente y brindándole una leve sonrisa.

—Buenos días, Choi. —mencionó con una voz baja entregando aquel vaso de café—. No te vi en la mañana, ¿sucedió algo?

—Tuve una llamada con mi madre, carcomió parte de mi tiempo. —respondió mientras tomaba con amabilidad el vaso entregado, ya que con ello ignoró toda mirada de su amigo y asistente pasando a su oficina.

Juyeon claro que dudaba muchísimo de sus expresiones, desde que lo siguió anoche se mantuvo al pendiente de cada movimiento del chico, viendo toda la situación desde su coche, observando todo con cautela. Desde que llegó a aquel local saludando a ese chico, que para nada contaba con facciones de ser del país, aquellas facciones algo asiáticas, pero también extranjeras. Entonces miles de pensamientos llegaron a su mente, y ninguno, sin ser claro.

Entró detrás de él, cerrando la puerta principal como de costumbre para dejarle tiempo como todo presidente de la compañía. Dejó la carpeta negra que sostenía entre sus manos sobre el escritorio, mientras Chanhee apenas acomodaba sus cosas y tomaba asiento, miró a Juyeon raro, esperando por más información sobre esa carpeta.

—¿Más reuniones? Ayer creí acabar con todas. —habló Chanhee al no obtener respuesta durante un largo silencio.

—No todo se trata de reuniones Choi, han llegado los resultados de todos los cancelamientos de inversiones con empresas vecinas y empresas lejanas dentro del país. Durante los resultados de este proceso también se dieron a conocer los porcentajes bajos a causa de esto, así como los porcentajes altos.

—Bien. ¿Eso es todo? —tomó la carpeta, abriendo al fin y pasando hoja por hoja viendo todo lo anteriormente mencionado.

—¿A dónde fuiste ayer?

Y únicamente le bastó haber escuchado esa pregunta para cerrar la carpeta y dejarla a un lado, acomodando su espalda en el respaldo de la silla y cruzándose de piernas.

—Perdona, ¿Cuál es tu interés o propósito en saber a donde fui anoche?

—Es mi deber protegerte, saber dónde estás.

—¿Desde cuándo?

—Desde que Kim murió. —algo en esas palabras fue un pulso fuerte en el corazón de Chanhee, él mismo no sabía ni en qué creer, porque algo que es cierto, es que su confianza con las cosas del mundo, incluyendo a la gente, no existe.

—¿Eso quiere decir que tanto Moon como tú son mis niñeros ahora? Sé cómo protegerme y cuidarme solo. Mira donde estoy, ¿crees que alguien en mi posición necesita protección?

—Yo creo que todos necesitamos protección independientemente de la posición en la que estemos. Tuviste todo un año sabático, y reconozco quién eres ahora, pero no trates de imitar el ego de Kim, eso no te hace igual a él, o más fuerte, ¿Entiendes mi punto?

𝐄𝐂𝐎 [Sunnew] ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora