Capítulo I

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09 de mayo del 2021:

Son las 11:24 de la mañana, un domingo tranquilo y silencioso en donde se deleitan pedazos de música clásica especialmente la de Ludovico.

Me encuentro sola en mi cuarto, entre mis cuatro paredes confiables que me cubren y protegen de las adversidades que existen afuera. Un día más de lapandemia, un día menos de nuestra vida.

Nos sentimos solos en varias ocasiones, en varios días, a pesar de que estemos rodeado de personas maravillosas; a veces no tenemos fuerzas para seguir; por lo tanto, nos damos por vencidos. Y es como bajar el nivel de un juego, nos sentimos cansados; cansados de la rutina que nos ahoga, cansados de lo monótono. Cansados de poder luchar por algo incierto en esta burbuja de poco oxígeno.

Al parecer sería el famoso bajón de los domingos, pero... por qué justamente un domingo. ¿A caso es  el día de sentirse vacíos? Qué raro no.

Pero al final de cuentas, la fuerza natural de la vida nos impulsa a seguir con nuestro día a pesar de que estemos vacíos por dentro. Una motivación real es ver a la familia feliz y contenta, una razón por la cual no estar triste el día de hoy.

Estoy realizando un calendario de actividades sobre mis estudios, la semana que viene empiezo con los exámenes finales por lo tanto debo organizarme. Se viene días de desvelos y noches sin sueños.

¡A la par estoy haciendo un delicioso menú, peceto al horno con albahaca y salsa barbacoa, ¡uf!

Ya lo quiero probar, pero hay que esperar. Así como esperamos esa calificación de un examen difícil, o aquel mensaje de la persona que amamos. La espera es difícil pero el resultado al final es bueno. Vale la pena.

Fue un hermoso domingo por, sobre todo, no creí que después de un bajón estaría de pie sonriendo. Y de eso se trata la existencia de nuestra vida. De reír, de llorar, de sentir dolor, de cantar, de pensar.

Es como columpiarse y mirar el atardecer en su máxima expresión, como una pintura de Picasso, una verdadera obra de arte. Pero lo más importante que puede acontecer en ese momento es la libertad, ser libre en el aire y respirar ese oxígeno que tantas personas suplican en ese momento.


11 de mayo del 2021:

La muerte es algo que se encuentra tan lejos de nosotros, porque lo tenemos todo planeado. Culminar nuestros estudios, comprar una casa, un auto, casarse con la persona que amamos y tener hijos. Es tan sencillo de leer, pero de cumplir es todo un desafío; bueno yo estoy recién en el nivel uno, aún no termino mis estudios, pero la realidad de la vida me hace asimilar así.

La muerte es como una bomba, que al terminar de cronometrar explota, y cada persona es un cronómetro en esta vida.

Duele decirlo, pero es lo más seguro que cada uno posee, cada quién tiene su destino programado en una lista.

Esta enfermedad se apoderó de todo lo más valioso en este mundo, y ¿cuál es? Es el amor, el afecto de amor hacia la otra persona, como un beso, un abrazo, una caricia y un delicado afecto. Tantas cosas no podemos realizar por el Covid-19. Ni vernos la cara en los momentos en donde el alma se nos cae en pedazos, sin tener ninguna fuerza activada.

Porque ese abrazo nos calma cuando todo se cae, pero sólo nos toca dar fuerzas desde una distancia considerable; que locura no... nunca pensamos que íbamos a vivir una pandemia de este tipo; esto se queda grabado en la mente de las personas, como una enfermedad que destruyó familias, amigos y conocidos cercanos.

Mantener distancia, y cubrirse la cara. Es el dilema de esta época 2021; pero tal vez haya personas que aguanten y tenga fuerzas suficientes para soportar esta enfermedad, bueno a mí todavía no me ha sorprendido y tampoco a mí familia; pero uno nunca sabe, y espero que no. Obvio... nadie quiere ser víctima, ni despedirse de su ser querido sin haber vivido lo suficiente para demostrar el amor que tenemos en nuestro corazón.

Pero porque estoy hablando de muerte después de un día que fue incierto, porque la vida nada más nos sorprende con noticias que nos arrebata el corazón.

Una víctima más en mi barrio por esta terrible enfermedad, que triste no... después de tantos planes la vida se nos acaba por la falta de oxígeno.

En este instante reina en mi ser la inseguridad y el miedo, la rabia y la impotencia, el enojo y la sensibilidad. No puedo creer que nuestra existencia puede acabar por la falta de una cama en terapia intensiva, por falta de aire, por la falta de oxígeno.

Uf... una pena, y esto ocurre no sólo en Paraguay sino en todo el mundo. Es impresionante como podemos analizar la situación en la que estamos viviendo; el propio ser humano ya no tiene control de esta enfermedad.

Estamos en la peor época de la historia, en una época en donde ni el propio ser humano ya tiene control de lo que había creado; muchas historias que nos parten el alma vemos. Somos dichosos algunos en tener un techo y comida en la mesa, de tener anuestra familia completa. Porque la vida ahora es "suerte" se salva quién puede.

Esto capaz y llegue a empeorar, no... no soy pesimista sino realista ¿para qué engañarnos? Esta nueva era viene con muchas sorpresas, difícil será volver a lo que fue años anteriores, difícil será volver a la normalidad. Difícil es la vida. ¡Qué época! En donde será escritos en libros, tantas situaciones e historias acompañadas; tanto dolor y tanta melancolía.

Me clava un cuchillo en el pecho por tener tanto dolor en esta situación, la verdad no sé qué hacer, no sé si llorar o salir a correr. Son lágrimas tranquilas y suaves que se derraman por mi rostro. No quiero vivir algo parecido, pero lamentablemente algún día de mi vida me tocará.

Es un día gris con un viento que viene desde el sur y con pequeñas gotas de lluvia, las almas están salvadas. Pero es un día que refleja tristeza. Un día opaco y oscuro.

 Ya son las 16:40 de la tarde, que día tan largo, muchos sucesos acontecidos en un día como éste. Realmente no me siento bien, me preocupo en realidad, me aprieta el pecho y el corazón, estoy en blanco y helada, no sé cómo se me pasará esto que siento. Por favor, que ya se acabe el día.

Justo empiezo mi examen final mañana, y no tengo ninguna concentración en absoluto. No se lo quiero decir a mi madre no quiero sumar a su lista de sus preocupaciones. Sería una carga más, así que me las arreglaré sola, soy joven y fuerte, yo puedo.

Me miro al espejo y digo que soy una persona joven lista para salir afuera y conquistar el mundo, de cumplir mis sueños. Debo hacerle caso al famoso refrán:

"Persistir, resistir y nunca desistir"

Clara Shcerer

Persistir en el presente para cumplir mis metas, resistir lasdificultades que se presentan en el camino, superando cada barrera consacrificio, y nunca desistir por la visión que he creado.

 Porque si yo desisto en el camino, no seré valiente ni tendré coraje para desafiar la vida; en cambio seré débil, con una autoestima inferior, sin ganas de salir adelante ni conocer lo que me espera en el mundo. No... no tiene sentido, de hecho, es absurdo.

Entonces ¿para qué vinimos? Vinimos para sentarnos en la esquina de nuestro cuarto mirando nada más series y películas hasta que nuestras ojeras se tornen de color negro, ¿Vinimos tan sólo para dar un paseo por la casa? De la cocina a la sala, de nuestro cuarto a nuestro patio. Que aburrido ¿no lo creen?

 En cambio, a mí me gustaría salir afuera, explorar, sentir, persuadir la naturaleza, los bosques, los ríos, los arroyos, y los mares. Conocer países, sacarme fotografías; tomarme un buen café en un bar de Europa leyendo la Divina Comedia o El Principito. Escuchar The Beatles navegando en un bote en Venecia. Y conocer entre tantas maravillas más que me esperan.

Oh... Me imaginé una escena de película haciendo todo esto, y capaz tú también. Cada uno tiene sus propios sueños plasmados de acuerdo a su universo interior.

17:12 de la tarde, aún no se acaba el día. Uf... bastante largo, creo que empezaré a contar toda mi vida en este libro. Pero, en fin, del dolor y las lágrimas pasamos a observar la vida y a soñar por, sobre todo. Tal vez sea bipolar y tal vez no, pero en un día puede pasar de todo. Ser feliz y estar tristes.

No es nada raro sentirse así, creo que es parte del libro de la vida, tal vez a mí me ocurren estas cosas, y a ti no. Pero una cosa sé, que los momentos trágicos que superamos nos enseñan a ser más fuertes y tolerantes. Porque el dolor y la alegría son la esencia permanente de la vida. 

Desvelos. Una historia entre la pandemiaWhere stories live. Discover now