Ley de Hielo

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 Llego a la case de biología y me siento al lado de mi amigo Jhony, el me saluda y yo lo saludo como toda una mexicana (Con un beso en la mejilla), sacamos nuestros cuadernos y por accidente vuela una foto de Camila, algo en mi corazón se rompe, él la recoge y me la muestra.

-Esta chica la conocí en un centro comercial – sonríe – No la he visto otra vez, pero es una gran chica

- Si... - se me va la voz – era muy... bella - rueda una lagrima

Algo en mi está roto, la clase sigue pero no pongo atención, mi mente viaja a ese trágico momento,

Flashback

- Camila, solo déjame aquí – Digo llorando – No merezco que me trates así

- Heidy, te metiste con él, era mi novio – llora mientras maneja

- Carajo, yo no me metí entre ustedes, el me beso a la fuerza y no sabía que era tu estúpido novio – Golpea el auto – Mierda Camila, créeme

- ¿Te creo? Heidy me has lastimado – acelera y me asusto

Mi corazón late a mil por hora, tal vez es por el enojo o por el miedo, mis emociones están revueltas, pero ni una pizca de felicidad o emoción, tengo mucho miedo, ella no deja el acelerador, no puedo hacer nada.

- Camila ¡Mierda! Frena ahora mismo, por favor... - Lloro sin control – Vamos a morir... ¡HERMANITA! – Grite

Algo impacto del lado de Camila, perdió el control, ella sangraba, yo estaba muy débil, no podía pararme de mi asiento, todo paso tan rápido, había mucha sangre, trate de llamar a emergencias, todo se torno negro y la perdi...

Fin del flashback

Las lágrimas caen pero estoy agachada para que nadie se dé cuenta, la clase termina y salgo abrazada de Jhony, no quiero soltarlo, no ahora.

-Vamos princesa, todo estará bien – besa mi cabeza – te acompaño a tu siguiente clase, ahí estará tu amiga Romí

Las clases son una mierda el día de hoy, justo se cumple un año de la muerte de Camí, el día 23 de septiembre, en la carretera de regreso a casa, se terminan las clases y me toca ir a la biblioteca.

-Vamos Hei, todo está bien – sonríe – sabemos que fue un accidente, pero aquí estás para vivir por ella

- Lo sé – sollozo – solo... solo que la extraño y la necesito – la abrazo – habría preferido ser yo la que...

- Ni lo pienses, tú eres única y ella lo quiso así, vamos a terminar lo de Smith para al fin descansar – me ve con cara sorprendida - ¡Dios! Ponte las gafas, te ves fatal

Me las coloco y caminamos hasta la biblioteca, llegamos y ya están trabajando todos, yo sigo con lo mío.

- ¿gafas? Cariño ¿Quién te hizo llorar? -Dice Robert - ¿Te cortaron?

- No seas imbécil – dice Antonela – No todo son hombres

- Exacto cariño, que tu pienses con el pene no significa que nosotras... - Robert no la dejo terminar

- Cuidadito con lo que dices – sonríe – porque le puedo decir a Marco

- Eso es chantaje, imbécil – digo riendo por primera vez en el día – Yo podría acusarte con... - sonrío

- Ni se te ocurra – Me amenaza – Sabias que le gustas a Tony

- ¿Ligue y no me habías dicho? – Dice Kathe - ¿Por eso escapaste ayer?

- ¡NO! – Digo y él voltea a ver que digo – Solo... No me sentía bien

- Si es que esta semana es muy delicada para nosotras – sonríe triste – Por eso estuvo llorando

Concluimos con esos preparativos y yo no le hable para nada a Nathan, realmente no tenía ganas de nada, no era un día para celebrar.

Estábamos hablando sobre asuntos del evento y que seguro vendría Ronny, porque nunca falta su instituto y lo extrañaba mucho, sonó mi celular y conteste.

- ¿Hola...? -digo riendo

- Oye yo sé que hoy no es un gran día, pero siendo las cinco de la tarde quiero estar contigo – dice del otro lado

- ¿Do... Donde estas? – digo tartamudeando y al borde de las lagrimas

- Tú y Romí, afuera de la biblioteca en cinco – suena triste

- Okey... Ahorita te veo – sonrío débilmente

Cuelgo y dejo salir una lagrima, él siempre ha estado ahí para mí, lo quiero tanto, le pregunto a Kathe si quiere ir con nosotras pero dice que saldrá con Thomas.

-Adiós Alex, Kari, Tania, Carlos, Anto, Kathe y estúpido Robert – sonrío

- Huevos Heidy – ríe

Salimos de la biblioteca, lo busco con la mirada, ese chico cabello negro, ojos grises está recargado en la pared con un semblante neutro, corro hacia él gritando su nombre, lo abrazo con todas mis fuerzas, sus brazos son tan acogedores, su olor me transmite paz.

-Llora pequeña, aquí estoy – dice y besa mi cabeza

- Ronny, ya no puedo, la extraño – lloro sin más – ella, yo...

- Mi Angelita, tu no tuviste que ver y lo sabes, todos la necesitamos – vuelve a besar mi cabeza – ella era una hermana para nosotros y tu la viste ahí, pero los tres la vimos irse y no volver

- Cariño...- Lloro – Todo fue mi culpa, ese estúpido, el beso, no lo detuve y ella...

- Hei – Me abraza también Romí – No te tortures así

Él me carga, yo enredo mis piernas en su cintura comenzamos a andar por todo el instituto, en un momento dado todos lloramos al recordar nuestras travesuras, reímos, escuchamos música, hasta que Ronny se tenía que ir, nos llevó a nuestro departamento, Romí abrió la puerta y ahí estaba él, así es... Nathan, nos miró super extraño.

-Bájame imbécil -le susurre y es asintió


- Sisi, como digas Swing – Dice dándole la espalda

- Que grosera... Ramita de...

- Cállate Swing o soy capaz de ir a México y arruinarte – sonríe

- Lo que digas, Ramita – sonríe y me abraza – Ya dije cariño

- Te quiero tanto – Aprieto el abrazo y escondo mi cabeza en su pecho – Cariño... - susurro – esa chica te hará caso porque eres único

Sonríe, besa mi mejilla y se va, me volteo, cierro la puerta y camino hasta llegar a donde están las chicas con el wey ese.

-Me voy a dormir chicas, hasta mañana –

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