«El miedo te lleva a hacer
cosas que nunca creerías
que serías capaz de hacer».
Danielle
Hugo sabía perfectamente que tarde o temprano me dejaría caer por ese parque.
Yo solía recorrerlo para ver algo bonito antes de llegar a casa.
Era una auténtica delicia pasear por ese camino de tablones, tan parecido al puente de un lago.
Rodeado de un césped recién cortado, árboles robustos y un farolillo negro cada cinco metros, aunque a esas horas aún no estaban prendidos.
Sencillamente precioso.
Permaneció sentado en uno de esos bancos de piedra un buen rato, hasta que me vio pasar de largo.
Él siguió mis pasos con la mirada y mi corazón palpitó más acelerado que nunca, pero mandé dormir a mi pecho.
Era imposible olvidar todos esos sentimientos que solo Hugo despertaba en mí, pero impredecible era mi segundo nombre y mis propios límites estaban sobrepasados.
Me había convertido en una contradicción andante.
Apreciaba estar cerca de él, tanto como el respirar, pero por mucho que quisiera esconderme en un abrazo suyo, empezaba a dudar si alejarme, aunque corriese el riesgo de no volver a verle.
Solo pensar en dejar ir a quien ponía la Luna a mis pies y removía la tierra por mí, sin pedirme nada a cambio, era lo más duro que había hecho nunca.
Negué para mí.
No dejaré que nadie te haga daño, Hugo.
Suspiré aliviada, alegrándome de que estuviera bien, pero no podía acercarme a él.No puedes.
No pares.
Ve a casa.
Avanzaba como un animal con anteojeras, sin mirarle.— ¿Vas a hacer como si no me conocieras? —levantándose.
Ya había conseguido dejarle atrás, pero quedé petrificada en el acto recordando que era justo lo que él había hecho.
Qué cara tan dura...
— ¡Eso ya lo haces tú! —revolviéndome enojada.
Hugo se acercó, parándose a un palmo de mí.
— ¿Estás enfadada?
— ¡Me llamaste zorra!
Hugo sabía perfectamente que le iba a decir eso, pero forzó sus ojos y frunció el ceño, prestando atención a otra cosa.
— ¿Qué te ha pasado en la cara?
Me retiró algunos mechones y fijó su mirada en el lado izquierdo de mi rostro.
Me había forzado mucho para que no se diera cuenta, incluso con el maquillaje y había conseguido ocultarlo, hasta ese momento.
No puedo decírtelo.
No puedes, Dani.
— Olvídalo —apartando su mano.— Vamos, Dani ¿Qué querías que dijera? ¿Qué hemos follado?
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Todo por amor (+18)© ✔️
RomanceNo esperes la típica historia romántica, tampoco un cliché de mafia. Lee el prólogo, si no te gusta deja de leer ❤️ ▪️BOOKTRAILER disponible en Instagram, puedes encontrarme como @KiraBodeguero. 🏆Ganadora en la categoría mafia/policiaca de los #Red...