único

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Jisung sabía que era incorrecto sentir deseo por un hombre 12 años mayor que él, y peor aún, que éste sea el mejor amigo de su padre, Han Yesung

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Jisung sabía que era incorrecto sentir deseo por un hombre 12 años mayor que él, y peor aún, que éste sea el mejor amigo de su padre, Han Yesung. No podía sacárselo de la cabeza, Lee Minho era el dueño de sus fantasías más profundas; imaginaba como lo ataba a la cama y le prohibía correrse antes que él o como lo obligaba a usar su faldita rosa mientras lo penetraba con su dildo de cristal. Jisung necesitaba que Minho lo estampara contra la pared y lo convirtiera en su puta personal, marcándolo como su propiedad. 

Era tan difícil para él sentirse así, porque cada vez que Lee iba a cenar a casa o se juntaba por trabajo en el despacho de su padre, no podía controlar sus hormonas. Todavía recuerda aquella noche en la que Minho lo miró fijamente con aquellos orbes oscuros, preguntándole cómo iba su primer año en la universidad, y lo único que Jisung pudo hacer fue ocultar su erección con sus manitos sobre su falda celeste y susurrar suavemente un "bien".

Sus pensamientos giraban entorno a él y a sus grandes y fuertes brazos. Eso no estaba nada bien, Lee Minho era la mano derecha de su padre. Lo conocía desde pequeño y siempre lo había considerado parte de la familia al estar presente en tantos momentos de la vida de ambos. Por eso se sentía tan culpable, cómo se atrevía a sentirse así por el amigo de su padre, que hasta podría considerarse su 2do tío? Estaba jodido.

Era sabado por la mañana cuando su padre tocó la puerta de su habitación para anunciarle que Minho iba a ir a almorzar con ellos.

—Jisung, cariño, Minho vendrá almorzar con nosotros. Te quedarás o saldrás con Felix?

—No pa, almorzaré aquí porque estoy atrasado con matemática, no entiendo nada...— Era una nueva oportunidad para ver al protagonista de sus sueños húmedos, no la iba a desperdiciar.

—Por qué no le pides ayuda a Minho? Sabes que él es contador, te puede dar una mano— Jisung le dedicó una corta mirada a su padre para luego asentir levemente, no quería que notara su emoción.

Cuando se hicieron las 12:30, Jisung ya estaba listo para contemplar a su futuro señor. Se había aplicado un rubor coral en las mejillas y empleó uno de sus nuevos outfits; un croptop negro y unos bonitos shorts de tela del mismo color que lograban acentuar sus curvas y sus largas piernas bien humectadas. Al entrar al comedor pudo visualizar lo bello y etéreo que se encontraba Minho. Portaba una camisa blanca con los primeros botones abiertos y unos jeans ajustados que resaltaban esos muslos gruesos que Jisung tanto deseaba lamer. Se acercó lentamente y lo miró sugestivamente mordiéndose el labio

—Hey Sunggie, cómo estas? —Lee podía notar como el menor lo miraba con hambre, de hecho siempre lo hacía. Y estaba a punto de explotar.

—Bien aunque muy confundido con matemática, me siento tan tonto Hyung—Miró hacia el piso con un puchero en sus labios, esperando que el mayor caiga por sus encantos. Minho no era idiota, sabía lo que estaba haciendo el hijo de su amigo y le encantaba.

desiderare || minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora