1: Apuesta

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Un mes despues...

El día era hermoso, el sol brillaba, el cielo azul y despejado, las risas de los niños en el parque eran la más hermosa melodía que había aquel día.

Un grupo de tres amigos iban caminando alegres hacia el uno de los tantos restaurantes que estaban frente al parque, iban riendo y disfrutando de ese precioso día.

-Oye Usopp, mira, ahí está otra vez... - Dijo el mas pequeño señalando a un rubio.

-¡Luffy, señalar es de mala educación! - Regaño el narizon. - Pero tienes razón... Es la segunda semana que está ahí sin hacer nada...

Usopp y Luffy siempre iban a comer a ese lugar, y esas últimas semanas habían notado a un extraño rubio, siempre vestía camisa sin importar que, usaba pantalones casi siempre de mezclilla y usaba tenis blancos o negros, pero eran siempre los mismos, ese día iba con camisa azul, pantalón de mezclilla oscuro y sus tenias blancos, además, ese extraño rubio siempre llevaba gafas de sol oscuras, y siempre que estaba ahí nunca hacía nada, solo estaba ahí, sentado solo, dejando el tiempo pasar.

-Oigan, ¿que tiene de raro el tipo? Solo está sentado, ¿Por qué les llama la atención? - Preguntó esa voz masculina que sobresalto a los dos chicos.

-No sabemos, siempre está ahí y nunca hace nada, es un hombre extraño. - Dijo Luffy.

-Bueno, déjenlo en paz, quizás le gusta la calma del parque y ustedes aquí como idiotas viéndolo raro. - Repuso el peliverde.

-Pero esta solo y se ve triste... Quizás quiere un amigo. - Sonrió el pequeño azabache.

-¿Le iras a hablar? - Preguntó Usopp con algo de miedo en su voz, lo ponía nervioso. - No creo que sea buena idea.

-Jaja, bueno, vamos a comer. - Y los tres amigos entraron a un restaurante.

Los tres jóvenes se sentaron felices en una mesa de afuera del restaurante, pidieron todos algo delicioso de comer, y la dueña del lugar, la dulce Makino, sirvió con alegria a los tres chicos.

-Oye Usopp, apuesto a que este enorme trozo de carne cabe entero en mi boca. - Dijo Luffy sonriendo desafiante.

-Ja, ya quisieras, bien Luffy, ¿cuánto estas dispuesto a perder?  - Dijo Usopp sonriendo confiado, el pedazo de carne era demasiado grande, imposible que entrará todo en la boca de Luffy.

-Si gano pagarás la cuenta. - Sonrió Luffy.

-Aceptó. - Dio un sorbo a su bebida Usopp.

-Par de idiotas.- Sonrió Zoro mientras daba un trago a su bebida.

Luffy tomó la carne con su tenedor, sonrió y aprio la boca tan grande que entró todo en su boca, dejando pálido a Usopp que había perdido y seguro mucho, Luffy comía como desquiciado y eso lo sabía, pero que tanto entrará a su boca era sorprendente.

-¡Pedishes Udopp! (Perdiste Usopp) - Dijo el monito aún con la boca llena.

-¡Bien pero no hagas eso, te puede ahogar! - Dijo aún asustado Usopp.

Luffy sonrió y trago todo lo que estaba en su boca para luego sonreír, Zoro estalló en carcajadas, el si conocía la capacidad de su amigo, y ahora, por el desconocimiento y la poca confianza de Usopp, tendría que pagar la cuenta, eso lo hizo llorar un poco, su cartera quedaría vacía.

-Bien, ahora quiero apostar contigo Zoro. - Sonrió Luffy.

-Yo no hago eso, idiota.- Sonrió Zoro.

-Vamos, es bueno... Si yo gano, harás lo que te diga, pero si tu ganas yo haré lo que digas. - Sonrió Luffy confiado, tenía un gran plan.

-Interesante, ¿Vas a negarte Zoro? - Preguntó Usopp analizando todo, conocía a Luffy, era torpe muchas veces pero otras podía hablar muy en serio.

-¿Qué apuestas? - Dijo finalmente Zoro.

-Si yo me acabo este plato de carne. - Señaló el centro de la mesa, era un plato realmente enorme. - Antes de que tu té tomes toda esa botella de sake. - Señaló la que estaba frente a Zoro. - Yo gano y harás lo que diga, pero si es al revés, tu ganas.

-¡¿Qué haces Luffy?! ¡Zoro bebe demasiado rápido! - Dijo Usopp asustado.

-¡Já! Reto aceptado. - Tomó Zoro la botella confiado, no iba a perder, y ganaría que Luffy limpiará su habitación que era un completo desastre.

-Una...

-Dos...

-¡Tres! - Dijeron los tres al mismo tiempo.

Luffy tomó el plato y lo vació en su boca entero, era increíble la capacidad que tenía, Zoro abrió los ojos grandes, no podía tragar tan rápido su sake, y en un parpadeo Luffy tragó todo ganando así la competencia y la apuesta.

-Maldito... - Dijo casi sin oxígeno Zoro sonriendo. - Ganaste.

-¿Qué? - Dijo impactado Usopp, era increíble que le  hubiera ganado a Zoro y apenas podía asimilarlo.

-¡Jajajajaja! ¡Soy el mejor! - Rió victorioso el de sombrero. - Bueno, ahora tu castigo... Ve a hablarle al rubio de allá.

-¡Jajajajajajaja! - Rio está vez Usopp. - ¡Te lo ganaste jajajaja, eso te pasa por apostar jajajaja!

-Tsk, ¿Para qué? Esta tan tranquilo ahí solo... - Dijo Zoro cruzandose de brazos.

-Vamos, incluso podría volverse tu amigo, no tienes muchos que digamos.

-¿Ah? ¿¡Quién dijo semejantes idiotez?! - Dijo algo molesto Zoro.

-Tu cara... - Tembló Usopp y  Luffy estalló en carcajadas.

-Es verdad Zoro. - Dijo Luffy sin parar de reir. - Vamos, está ahí muy sólito, platica con el un rato y luego ya.

-Lo único uqe quieres es que te deje a ti y a Usopp solos para que hagan lo que quieran, soy du niñera no lo olviden. - Dijo Zoro algo fastidiado.

-¿¡Nosotros?! ¿¡Niñera?! No sabemos de que hablas. - Se hicieron los desentendidos Luffy y Usopp.
Realmente a Luffy no lo dejaban salir solo con Usopp porque creaban un gran desastre, pero si iba también con Zoro, bueno, era menos probable que eso pasara, o al menos estaban seguros, la cara de Zoro ahuyentaba a todos los rufianes que podrían abusar de la inocencia de Luffy y Usopp.

-Bien, solo no se metan en líos, y sólo será por hoy. - Dijo Zoro lanzando una fulminante mirada a los dos más jóvenes.

No es que a Usopp y a Luffy no les gustara pasar tiempo con Zoro, es que si, pensaban que tenía pocos amigos, y bueno, era algo aburrido muchas veces, si estaban solos, podrían hacer un gran y divertido desastre por toda la ciudad, un sueño que habían tenido los dos pelinegro desde hacia mucho tiempo.

-¡ánimo Zoro! - Rio Luffy antes de irse con Usopp dejando solo en la mesa del restaurante a Zoro.

"mierda" pensó Zoro, realmente su cara no le ayudaba a socializar, y luego su cabello verde asquebas a muchas personas, como extra, ese muchacho rubio se veía muy dulce y fácil de espantar, quizás nunca debió apostar, pero era su orgullo, si no cumplía su orgullo estaría en riesgo, entonces tomó valor y se dirigió a ese rubio que siempre estaba estático.

-Hola, lindo día ¿no?

Yyy ya se viene lo bueno tururur, bueno eso espero, creo, deseo, al menos ya se van a hablar ^^ y eso es lo que nos importa aquí no? Muy buenas a todos, como están? Soy la autora de esta cochinada agradeciendo sus visitas, espero les guste yyy eso es todo, hasta lueeeeeeeegoooooo !!!

I don't see you... but I love you!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora