Ohm me ha invitado a cenar. Podría decirse que es una cita, nuestra primera cita en realidad. El restaurante es espectacular, aunque lo que realmente me hace preguntarme cómo he tenido tanta suerte, es la vista de este hombre sentado frente a mí.
Su pelo pulcramente peinado y su cuerpo embutido en un precioso traje negro. Es simplemente perfecto.
—¿Te gusta el sitio? — me pregunta con una ceja levantada y una sonrisa traviesa. Me ha pillado mirándolo como un idiota. Así que, me sonrojo un poco y asiento con la cabeza. Parezco un maldito adolescente en su primera cita.
Aunque, en realidad sería acertado decir, que no he estado en muchas citas amorosas en mi vida. Me enamoré enseguida de Tee, y después de su muerte nunca he tenido ganas ni voluntad para este tipo de encuentros.
—Me alegro de que hoy vinieras a buscarme, te he echado de menos— le digo.
—Yo también he pensado mucho en ti. Quería tomarme un largo fin de semana contigo, aunque tengamos que acudir a la gala que no pude rechazar. Siento hacerte pasar por eso, pero se me haría eterna sin ti— me dice y me vuelve a regalar esa sonrisa que me pone, definitivamente, a sus pies.
—No pasa nada, sé que es importante para ti, por lo tanto ahí estaré— le respondo.
Ohm me mira como si me viese por primera vez, con algo de incredulidad. Ladea la cabeza, como sopesando su próximo movimiento. Pero dos segundos después, vuelve el Ohm de siempre; sexy, arrebatador, y al mismo tiempo lejano.
Desisto de comprender lo que ha pasado, y rezo para que llegue el día, en que no tenga que imaginármelo, que simplemente él me lo dirá. Que me ama, tal y como yo lo hago.
La cena trascurre de manera tranquila, dejo que Ohm lleve la voz cantante, sé que le gusta pedir por mí y que me sorprenda por lo bien que me conoce. Es algo primordial para él, mantener la imagen de control y seguridad, tener claro que cada momento de felicidad y placer que yo obtengo a su lado, es gracias a él.
Y cuando después de cenar, coge mi mano y me lleva de vuelta al coche y de ahí directo a su cuarto de juegos, sé que necesita esa reafirmación. Y yo como su sumiso y completo enamorado, lo dejo hacer.
He aprendido a dejarme llevar, a confiar en que todo lo que hace es bueno para mí, es bueno para los dos.
Ahora estamos parados frente a la puerta de cuero con tachones de plata. Ohm me abraza por detrás y besa mi cuello hasta mi oreja.
—En posición inicial, tu mirada hacia abajo y tus piernas abiertas. Quiero verlo todo Fluke— me susurra y sus palabras calan en mi mente y hacen a mi polla estirarse tras mis pantalones.
—Sí, amo— le contesto y el gemido que me regala es música para mis oídos.
—Eres hermoso y tan mío, que duele— me dice, pero como no me ha preguntado nada, yo me desnudo según sus indicaciones.
Cada momento como este, me enseña algo más sobre el hombre al que amo. Como que le gusta estar vestido mientras yo no tengo nada puesto. Caminar a mí alrededor y hacer que anhele que me toque. Le gusta desesperarme un poco, que desee sus caricias y llevarme al límite.
—Hoy probaremos algo nuevo— me dice estirando su mano para acariciarme el pelo. —Cuando te vi la primera vez en el club, supe que eras tú. Que ese fuego que ardía en tus ojos era diferente, letal y perfecto para mí. Quiero atarte Fluke— me pide.
—Amo... yo— balbuceo. Una cosa es atarme a la cama y otra muy distinta es estar completamente rodeado de cuerdas y nudos, sin posibilidad de moverme o tocarlo. Me agobia un poco la idea, pero cuando lo miro a los ojos puedo ver que lo desea fervientemente. Pero también sé que si digo que no, Ohm simplemente lo dejará pasar y me hará llegar al cielo de cualquier otra manera.
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Otra forma de sentir -ONE SHOTS
FanfictionEsto va a ser una colección de one-shot elegidos por mis seguidores. La dinámica que he seguido ha sido la siguiente: En el grupo de Whatsapp les pregunté qué relato de los que tengo en Wattpad les ha gustado más. El primero que eligieron fue "30 dí...