Capitulo 25

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Martes 29 de enero 

2:41 am

Me despierto por el movimiento que realiza Mia al alejarse de mi para contestar una llamada, escucho a Mia hablar desde un lado de la habitación "¡¿vendrás ahora?!" la escucho preguntar con algo de pánico, "No tienes que venir solo porque es mi cumpleaños" susurra muy bajo haciéndome casi imposible escuchar lo que dijo, tengo algo de sueño por lo que tardo en procesar lo que ella acaba de decir.

Es su cumpleaños

¿Por qué no me lo habrá dicho?

La veo pasearse nerviosa de un lado a otro pensando en algo, pero no logro descifrar que, hasta que ella se percata de que yo estoy despierto o eso parece.

-Perdón por despertarte- murmura sentándose en un lado de la cama.

-¿Es tu cumpleaños?- pregunté con voz ronca debido a que hace apenas unos segundos me acabo de despertar.

-¿Escuchaste lo que dije?- cuestionó.

-Algo, me desperté cuando preguntaste si vendría ahora, aunque no entendí muy bien con quien hablabas- contesté.

-Hablaba con mi mamá, en una hora tomara un vuelo para llegar a casa en la mañana y estar conmigo en mi cumpleaños- explicó.

-¿Por qué no me dijiste que es tu cumpleaños?- pregunté.

-Porque son las dos de la mañana y porque tu tampoco me dijiste sobre tu cumpleaños- respondió en un tono de obviedad. 

-¿Es una especie de revancha?

-Siendo honesta no, simplemente se me olvido- admitió.

-Vaya, creí que era el único que olvidaba su cumpleaños- confesé.

-Ahora me preocupa que mi mamá llegue y yo no esté en casa

-¿Quieres regresar ahora? Si quieres puedo encender el carro y regresamos ahorita- propuse.

- ¿En serio?- preguntó emocionada.

-Si, solo déjame guardar las cosas rápido- respondí.

-Esta bien, alistarse mis cosas también.

Demoramos casi 10 minutos para guardar todo en las maletas, ya que no habíamos sacado mucho de allí.

- Mia hay niebla ¿Segura que quieres regresar ahora?- pregunte al subir al carro.

-Si, si mamá se llega a enterar que no dormí en casa me mata- respondió nerviosa.

-Tranquila, llegaremos a tiempo- le di la mano para calmarla.

Encendí el carro y Mia luchaba con si misma para no dormirse en el camino, todo rastro de sueño por parte mía desapareció cuando note que la carretera era casi imposible de visualizar, estacione el carro por un momento esperando que la niebla cese, sin embargo eso no paso,   cada vez se lograba ver menos.

-Son casi las 5:00 de la mañana, mi mamá llegara en menos de una hora- se quejó en un murmuro.

-Es peligroso quedarnos aquí, conozco el camino de memoria- informé volviendo a encender el carro -Manejare lento por seguridad ¿Esta bien?.

-Bien- la vi cruzar los dedos y pedir en un susurro que lleguemos a tiempo.

Todo iba bien hasta cierta parte del camino, el teléfono de Mia empezó a sonar, ella se desabrochó el cinturón de seguridad para pode moverse dentro del auto y buscar su teléfono.

-Mia colócate el cinturón es peligroso- digo volteando a verla por unos segundos.

Segundos, esos fueron los responsables de lo que paso, un ciervo se cruzo por nuestro camino, gire el timón del auto para no atropellar al ciervo, provocando que el carro se incline a un lado. Siento como el carro cae por un lado de la carretera para luego sentir como impactamos contra el piso en cuestión de segundos. Me siento mareado, mi mente se nubla, mis ojos están cansados por lo que se empiezan a cerrar lentamente, estoy apunto de desmayarme, pero lucho al recordar que no soy la única persona en el auto.

-Mia- voltee a mi lado para buscarla, pero ella no se encontraba ahí.

Me empecé a desesperar al no encontrarla, salí del auto como pude y la vi tirada fuera de este.

-Mia ¿estas bien?- le pregunte al llegar a su lado, a lo que ella solo me miro. 

Ella se encontraba muy herida, pude ver como gotas de sangre caían de su cabeza, en su mirada ya no estaba el brillo que siempre solía tener, solo veo dolor y sufrimiento en ella, quiero ayudarla, pero no se como. 

-Alex, la ambulancia- dijo como pudo.

Eso me hizo reaccionar, si uno de los dos teléfonos funcionaba podía llamar a una ambulancia, me aleje de ella para buscar los teléfonos en el auto, mi celular se encontraba apagado, rebusque en las cosas y encontré el de Mia en perfecto estado, marque el número de emergencia el cual me respondió rápidamente.

-Usted se ha comunicado con el 911, ¿Podría decirnos cual es su emergencia?

-Acabo de tener un accidente automovilístico, la persona que venia conmigo esta gravemente herida, necesito una ambulancia urgente-  respondí rápidamente.

-Señor necesito que no se desconecte, estamos rastreando la llamada para enviarle una ambulancia.

-Por favor apúrese, ella esta muy grave.

-Listo, la ambulancia esta yendo en camino, trate de mantener la calma, yo seguiré en línea por si sucede al...- no pude terminar de escuchar lo que dijo debido a que el celular se apago. 

Deje el teléfono a un lado y me acerque a Mia nuevamente para acomodarla entre mis brazos.

-Todo estará bien, la ambulancia ya viene en camino- le hable a Mia tratando de calmarla y mantenerla despierta hasta que llegue la ambulancia.

-Te amo- murmuró y quiso cerrar sus ojos , pero yo se lo impedí, sabia que si ella cerraba los ojos, si se daba por vencida todo habría acabado, ella se habría ido.

-Yo también lo hago y necesito que te quedes despierta ¿si?, cariño necesito que te quedes conmigo, por favor no me dejes.

-No me iré a ningún lado, lo prometí- susurró esbozando una sonrisa.

-En cualquier momento la ambulancia llegará y todo habrá pasado- informé -Lamento haberte hecho pasar por esto- me disculpe. 

Me sentía terriblemente mal y no era por las heridas que el accidente había causado, era por el hecho de que por mi culpa Mia se encontraba en ese estado, si no me habría distraído ella estaría a salvo.

 -Esto no es tu culpa- respondió colocando una de sus manos en mi mejilla.

Sentía que pasaba una eternidad y la ayuda no llegaba, Mia estuvo apunto de cerrar su ojos, pero recobro algo de fuerzas al escuchar la sirena de la ambulancia, eso indicaba que ya estaban cerca, que la pesadilla había acabado. 

La ambulancia llego rápidamente y subieron a Mia en una camilla, yo subí como pude a la ambulancia, dentro de esta veía como los paramédicos ayudaban a Mia hasta llegar al hospital.

Al ingresan al hospital Mia entro en la camilla y yo en una silla de rueda, nos llevaron por diferentes direcciones por lo que no pude saber nada más de Mia hasta luego de 5 horas, gracias a una enferma que me ayudo pude verla, ella se encontraba dormida en una de las camas de hospital, tenia una mascarilla de oxigeno y muchos tubos conectados a ella. Llore en silencio, sentí culpa, pero a la vez alivio, alivio de que ella estaba viva, que estaba a salvo y yo no la había perdido.









La Chica De La FeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora