Addicted to U [EN EDICIÓN]

Capítulo 56: Circunstancias ajenas a nuestro presente

¡Buenos días! Espero se hayan divertido en su semanita, y bueno, yo les traigo un poco de alegría a sus vidas y todo un "nuevo arco" dentro de la historia XD Se vienen cosas muy extrañas, locas y algo dramáticas, pero es lo que toca. ¡Disfruten y nos estamos leyendo! :3 Matta ne~

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Costaba creer cómo era posible que aquellas chicas todavía quisieran volver a querer que les atendiera nuevamente él considerando su escaso tacto con las mujeres y el que no les ofertara halago alguno. Quizás solamente deseaban ser atendidas por un chico apuesto pese a su particular carácter.

Aunque de momento lo único que le interesaba a ese grupo de chicos era abandonar aquel empalagoso lugar; después de todo, su turno había concluido y tenían un par de horas antes de que el festival diera por terminado, al menos por ese día, ya que mañana continuaría con sus puertas abiertas al público.

—…Qué fastidio ha sido todo esto…-mascullaba el moreno aflojando el nudo de su corbata y desfajándose la camisa de vestir. Lo último que deseaba era ver ese estúpido Host Club de nuevo.

—Vamos Aomine-kun, no ha sido tan malo del todo. Hemos hecho un excelente trabajo.

—¡Tú cállate! –exclamaron Kagami y Aomine por igual.

—Has sido el que más ha ligado de todos nosotros, Kuroko –habló con envidia pura Izuki.

—No pensé que fueras tan bueno para este tipo de cosas, Kuroko –agregó seriamente Teppei, mirando al pequeño fijamente-. Cuando requiera de algún consejo no dudaré en venir a pedirte ayuda.

—Kiyoshi-senpai, cuente con mi apoyo incondicional.

—Como sea, los veré luego –ese fue Aomine largándose como era costumbre en su persona.

De momento no poseía interés en ver qué habían hecho el resto de la universidad en aquel festival, por ahora lo que le interesaba era llegar a determinado sitio y ver si allí podía encontrar a cierta personita. Sin embargo, para cuando llegó hasta su salón de clases solamente encontró puros rostros desconocidos, por lo que dio marcha rápidamente.

Y tras una simple llamada la duda quedó resuelta. Debió de haber adivinado que se encontraría en la zona donde los puestos de comida se ubicaban.

Pero en el momento justo que llegó y logró encontrarla gracias tanto a su color de cabello como su vestimenta, el buen humor empezaba a opacársele. Había un intruso que no parecía tener intenciones de marcharse, ni siquiera cuando le saludó tan cándidamente con un descaro propio de él. Tenían que ser familia al fin y al cabo.

—¿Qué es lo que está haciendo éste aquí? –esas fueron las primeras palabras que escaparon del moreno. Jomei simplemente le miró con plena satisfacción.

—Vine a ver lo que había hecho la universidad este año, Daiki. No es para que te exaltes.

—Él ya se iba de igual modo –intervino Axelle, quien permanecía en medio de esos dos hombres, como que siendo la barricada que limitaba a ambos de agresiones físicas innecesarias.

—Pues ya vete.

—No seas tan celoso, Daiki. Considera que tu novia es una modelo en ascenso continuo en popularidad –se veía completamente inmutable mientras que Aomine estaba que le saltaba una venita del enfado-. Muchos hombres seguramente ahora tienen su atención puesta en ella.

—Jomei –regañó Axelle, clavando su atención en el chico. Éste entendió de inmediato que lo mejor era callar, ya fastidiaría a Daiki después.