Desde esas mesas blancas adornadas en detalle tanto por el albino mantel que les cubría magníficamente y aquellas sombrillas que impedían que el tímido sol se convirtiera en una verdadera molestia, hasta percibir la gran fragancia que ese mundo de rosas carmesí ofrecía a cada una de sus espectadoras, resultaba ser una vista terriblemente afeminada que gustaba a cada una de las mujeres allí presentes. Era como si alguien se hubiera esmerado en sacar aquel escenario de algún mangas shojo que tanto adoran leer las chicas.
Pero la cosa no se detenía allí. No, lo que realmente resultaba ser el centro de atención y furor era cada uno de esos rostros que saludaban sonrientes y carismáticos a cada chica que se acercara para tomar asiento y charlar amenamente mientras se podía degustar de un delicioso té y pastelillos.
Era el claro ambiente de un ostentoso Host Club donde las damiselas podían sentirse a gusto y mimadas por los apuestos caballeros que allí permanecían laborando.
Y eso fue lo que dejó en completo shock a cada uno de esos hombres, quienes permanecían estáticos mientras las chicas continuaban peleándose por tener un buen puesto en la fila. Después de todo, había dos jóvenes que se encargaban de permitir o negarle el paso a las que querían acceder a aquel paraíso terrenal.
—¿Umm?¿Qué les pasa a ustedes? Parece que han visto a un muerto –se burlaba Marko quien recién había llegado hasta ellos.
—¡Así que esto era en lo que ellas te ayudarían! –le gritaron todos por igual, a la vez que señalaban a las involucradas-. ¡¿Cómo pudiste travestirlas de esa manera?!
—Así que por eso no podía serte de ayuda, Marko-kun –claramente había un par de asuntos que sería problemático esconder, incluso haciendo un uso impecable de los vendajes.
Costaba creer que con sólo aquellas vestimentas de príncipe encantador y unos cuantos ajustes con su cabello fuera más que suficiente para hacer pasar por chicos a cada una de esas tres chicas. Es que sin importar por dónde se les viera lucían como atractivos caballeros que además de un magnífico vestuario también poseían una deslumbrante atmósfera.
Posiblemente lo peor era que estaban siendo de lo más populares entre las féminas que no hacían más que pedir estar al lado de alguno de esos tres recién llegados "chicos".
—No me digas que todos en realidad son…-un tic nervioso se instaló en el ojo izquierdo del pelirrojo. No creía lo que sus ojos veían. Simplemente ver a Kiyoe como un anfitrión empezaba a causarle cierto ruido.
—Claro que no. Sólo las personas que decidieron colaborar de mi clase y las chicas, son las que se encuentran de esa manera –confesó con cierta vergüenza.
—Entonces…-señalaba Hyuuga todavía incrédulo. El que Riko tuviera el pelo tan corto parecía haber sido contraproducente en esta ocasión.
—Sí, el resto de los que están aquí son chicos de verdad. Cinco clases están compitiendo en este evento del Host Club. Pero como decidieron que los chicos debían vestirse como príncipes, se debían poner a los tíos más apuestos de cada salón para obtener más fondos, sin embargo…las chicas de mi clase…empezaron a decir cosas como "Pero en este salón sólo hay dos tíos buenos, los demás dan un poco de grima", "No ganaremos si tenemos que poner a estos chicos a ser hermosos príncipes", "Mejor hagámoslo nosotras, seguramente lo hacemos mejor que ellos y nos vemos más guapos que ellos en un traje de príncipe"….Los chicos se ofendieron y se fueron con la cola entre las patas…Y fue de esa manera como las cosas terminaron de este modo…
—¿Y por qué no participaste tú, Marko? –preguntaba un Kagami más recompuesto.
—Y problema solucionado…-Aomine simplemente no despegaba su atención de quien ahora era su "novio".
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
Fiksi PenggemarNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...