Salvando a shizun (del Sistema maldito)

9: Dos perros en la perrera

Shen Yuan miro el techo con desagrado. Su cuerpo dolía, estaba cansado, no tenía ganas para estar despierto siquiera. Pero su hermano lo había visitado esa vez en el doctor.
Por primera vez en su vida, realmente noto lo que era ser apreciado por alguien. Su hermano mayor, que siempre estaba arreglado y hermoso, había cambiado totalmente su rostro. Sus perfectos ojos estaban llenos de ojeras, sus labios estaban secos y su piel estaba pálida, casi enfermiza. Habia empezado a morderse las uñas con constancia. Shen Yuan simplemente quería volverlo a ver normal, queria volver a tener ese hermano arrogante y perfecto. Debia salir del hospital para verlo. Pero sus fracturas no habían sanado aún. Suspiro y se acomodo en la camilla, buscando con su mano izquierda a lentes, evitando en todo momento los cables que lo unían a esa tediosa máquina que todo el rato sonaba.
Entonces, su hermano entro. Con el iba su mejor amigo, quizá único, Liu Qingge. Este lo saludo, algo incómodo.
—Es bueno ver qué estás despierto. Este es, uhm..mi amigo, Qingge. El quería conocerte. ¿Cómo te sientes hoy?—.
—Me siento como si un camión de 200kg me hubiera aplastado todos los huesos. Pero estoy bien, haha..—respondió, riendo poco después a carcajadas. En realidad había sucedido algo así—Pero bueno. ¿Cómo se llama tu novio, hermanito? eh, debes presentarmelo correctamente—bromeó, guiñando un ojo.
Shen Jiu suspiro y gruño, antes de negar con la cabeza y golpearle la cara suavemente con su abanico.
—Liu Qingge. Es unos años menor que yo. Cómo sea, hoy es...tu cumpleaños. No sé si lo sepas, creo que ni siquiera sabías que dia es hoy. Es por eso que lo traje también—Shen Jiu carraspeó su garganta—....Feliz cumpleaños, Ah-Yuan—su hermano sonrió, entregándole una pequeña caja—¡Agradece mi regalo! lo escogí personalmente. Es caro, ¡así que ni se te ocurra perderlo, tonto!—.
Soltó una risita y abrió la caja. Un bello abanico color blanco, con detalles verdes y flores se hizo presente. Sonrió, encantado. ¡Era hermoso! definitivamente hermoso. Agradeció y lo saco de la caja, abriéndolo con torpedad.
—Gracias, hermanito—.

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Shen Qingqiu sintió unas cosquillas extrañas en su nariz. Abrió los ojos, intentando atrapar lo que sea que lo estaba molestando. Pero sin embargo, al ver una cara sería y molesta frente a el, se ahogo y se levantó con rapidez, golpeándose la cabeza con la persona que lo estaba levantando. Susurro un "¡Ah!", colocando una expresión de angustia.
—Finalmente despiertas, idiota—escucho detrás suyo. Se giró, viendo a su hermano mayor sentando en un sillón cómodo y alto—¡Esos estúpidos hermanos seguramente te habrían hecho algo si Shang Qinghua no hubiera estado ahí! el te recogió con rapidez y vino como el perro que es a pedir ayuda. Huh, ¡cómo si no nos hubiera robado la alfombra el año pasado!—Shen Jiu gruño, arrugando la nariz y empezando a hacer una rabieta.
Shen Qingqiu miro con confusión su alrededor. Miro a quien había golpeado, encontrando que era nada más y nada menos que Mobei Jun.
Hizo un chillido, similar al que hacen los ratones asustados, y torpemente retrocedió.
—¿Dónde está ese Qinghua?—preguntó, acercándose tanto a su hermano como podía. Quizá en la novela original Shen Qingqiu no era tan fuerte como derrotar a Mobei Jun, ¡pero entre dos era otra cosa! ¡los villanos juntos son fuertes!
—Esta en el baño, vomitando. Cuando te encontró se asustó tanto de verte caer, susurro algo de "no tengo esa planta rara esta vez, Binghe por dios no me digas que volviste a hacer lo mismo", después se asustó al ver a ese perro estúpido y corrió con tu cuerpo desmayado, jalandote hasta donde estuviera seguro. Muy bien, después se encontró conmigo y le grite por traerte como basura por el camino. Así que como un hamster asustado no aguanto más y empezó a vomitar—.
Shen Qingqiu parpadeo, antes de asimilar la situación y reír. ¡Ese Avión estaba recibiendo su merecido por traerlo como una bolsa de basura! ahora entendía ese extraño sueño que había tenido.

Aunque había algo extraño. Para empezar, si el accidente que vio en sus sueños era real, no entendía exactamente de qué estaba huyendo y por qué Bingge estaba involucrado. Tampoco entendió exactamente como es que Bingge estaba dañado, con sangre en la cara.
Sin embargo, siguiendo la línea cronológica, lo más probable es que hubiera estado en coma unos cuantos meses hasta despertar. Al sentirse tan mal, lo más probable es que recién estuviera recuperándose, en sus fechas de cumpleaños. Y por el trato que le dió a Shen Jiu, realmente parece que tenía bastante huevos. ¡Muy bien yo del pasado!
Estiró los brazos y se levantó, arreglando con pereza su cabello.
—¿Que paso con Binghe?—preguntó, tronando sus huesos de la espalda. Shen Jiu lo miro con susto, antes de cambiar su expresión a una seca y aburrida una vez más.
—Ese perro tonto fue llevado por la policía, obviamente. Al ver que estaba con su hermano supieron lo que pasó. Los testigos solo confirmaron que esos dos estaban peleando y tú saliste dañado en el proceso. ¡Ojalá que se pudra en la carcel! si tan solo esos policías no fueran tan ineptos...—gruño, apretando su abanico con tanta fuerza que Shen Qingqiu juraba que se rompería.
Sistema, ¿de dónde sale tanto odio hacia Binghe?

« Querido usuario, eso es algo que usted debe descubrir. Es parte de la misión principal de este mundo. Más aparte, el sistema ha notado que usted está sacando buenas conclusiones. Pero le recuerdo, quien debe descubrir los huecos argumentales de su vida, no es usted, es Luo Binghe. Le serán bajados -1000 puntos B si usted descubre la verdad antes de su discípulo. »

Shen Qingqiu sintió su alma salirse de su cuerpo. ¡¿Como iba a lograr eso?! ¡iba a ser horriblemente dificil de explicar! diablos, si tan solo ese discípulo suyo siguiera con el anillo de protagonista..

« Querido usuario, ¿gustaría de comprar el paquete de ayuda B? ¡el precio es único! ¡4000 puntos B! »
« [si] [no] »

....Si estuviera en sus primeros días de transmigrador, hubiera vomitado sangre. ¡¿Que precio era ese?! ¡peor que bajar los puntos de irá!
Pero, fuese como fuese, en realidad tenía de sobras. Fijo su mirada en [si] y sonrió al ver que la compra había sido realizada. Regreso su mirada a su hermano, diciéndole si iban a comer de una vez, ah, y, que de favor, le dijera a Mobei Jun que dejara de mirarlo con odio.
Shang Qinghua salió del baño poco después, viéndose más delgado y pálido de lo normal. Vaya día horrible.