𝙾𝚗𝚎-𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜 𝚅𝚘𝚕𝚔𝚊𝚌𝚒𝚘 [+18]

𝑽𝑶𝑳𝑲𝑨𝑪𝑰𝑶

One-shot basado en el AU de @JeNny_0666 en Twitter. Vayan a su perfil porque es alta reina y literalmente si estás en el fandom, la tenés que conocer si no lo haces ya. Para ver el fanart completo junto a alguna curiosidad del AU, repito, vayan a su perfil de Twitter.

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Cualquiera diría que la vida de una celebridad cómo lo era Horacio Pérez, sería difícil. Sin embargo, gracias a su pareja, fan N°1, fotógrafo y personal, Viktor Volkov, era muchísimo más llevadero todo lo que la fama en sí misma conllevaba.

Su horario era un poco estricto, sin embargo los fines de semana agradecían que tenían los días para ellos dos solos. Y, aunque les gustaría que fuera un bello y cálido viernes, era un pesado y caluroso martes. Los rayos del sol golpeando la piel canela y dando paso a la formación de pequeñas gotitas de sudor que cada dos por tres debía estar limpiando alguien del personal que se hallaba con ellos en aquella sesión de fotos.

- Vik, ¿ya acabamos?- preguntó por décima quinta vez el de cresta, rodando los ojos cuándo la contestación de su pareja fue negativa.- quiero irme.

Un puchero en sus carnosos labios con aquel labial color mora fue suficiente para hacer a Viktor acercarse y dejarle un pequeño beso en estos, mirando con una sonrisa a su novio, que cómo siempre actuaba cómo un niño de 10 años.

- Cariño, aún faltan cómo tres horas. Debemos realizar bien las tomas, revisarla y que Michelle les haga un chequeo rápido para comprobar si están bien o no, si no, deberemos hacerlas de nuevo, lo sabes.- explicó cómo por sexta vez en ese día. Horacio hizo una mueca, molesto por la cantidad de trabajo el día de hoy.

Bien sabían que Vogue era una marca muy exclusiva y que ayudaría de forma positiva a la carrera de Horacio debido a que era de las pocas marcas para las que aún no había trabajado, sin embargo, la directora de la empresa en Los Santos era realmente estricta. Michelle Evans, 36 años, cabellos color cobre y piel con aroma a menta. Una mujer fuerte, independiente, digna de la admiración de cualquier ser humano. Con un carácter agridulce, oculto gracias a la gruesa capa de frialdad y profesionalismo que la acompañaba hace años.

- Ya, pero es que tengo sueño.- chilló, posando sus brazos alrededor del cuello blanquecino de su pareja, colgando de éste y sintiendo prontamente las grandes manos de Viktor tomar su cintura.

- Lo sé. Recién son las...- miró su reloj de muñeca antes de contestar.- las nueve y quince. Saldremos de aquí casi a la una. O si tenemos suerte, a las doce y media.

Horacio miró con el ceño fruncido a su pareja, comenzando a quejarse con exagerada molestia, llamando la atención de los presentes que lo miraban con una ceja enarcada, mientras otros simplemente reían por el actuar infatil del modelo.

- Quiero mi smoothie de frutos rojos, Vik.- el ruso suspiró, soltando una risa que culminó cuándo sus labios se conectaron en un pequeño pico que duró más de lo que debía.

- Venga, avisaré que tomaremos un descanso de quince minutos.- musitó, soltando a su pareja luego de darle un pequeño beso en la frente, avanzando hasta dónde se posaban las cámaras, el personal y demás, avisando del descanso y oyendo suspiros aliviados debido a este.

Los comprendía, a él tampoco le había gustado levantarse a las seis de la mañana para comenzar a preparar las cosas, desayunar junto a su pareja e ir hasta aquel parque privado a las ocho. Había sido bastante molesto.

Pensando en las próximas tomas, caminó hasta el camarín de Horacio, entrando sin siquiera tocar y viendo el cuerpo de su pareja tirado en un sillón con un smoothie. Sonrió inconcientemente, acercándose hasta él para sentarse en un lugar libre de dicho mueble, sintiendo pocos segundos después la cabeza de su novio apoyada en sus piernas, mirándolo fijamente mientras en sus labios se posaba el sorbete desde dónde bebía el smoothie.