●Fui caminando por el campus viéndolo todo: Los edificios con áreas de césped alrededor; al lado izquierdo una especie de centro cultural, con unas cuantas ventanas a los lados y una doble puerta de roble para entrar; al lado derecho los dormitorios, un edificio de 6 pisos, con ventanas de casi del techo al suelo y unas puertas de cristal abiertas de par en par dejando entrar a todos los estudiantes nuevos; al frente de todo, el edificio central, donde estaban todos los salones, donde pasaría una gran parte de mi vida.
Caminé hacia el edificio de dormitorios, pasando al lado del centro de todo el campus, en donde una gran fuente dejaba salir cascadas de agua que brillaba por la luz del sol; a su alrededor unas cuantas bancas donde unos estudiantes charlaban.
Llegué al Dormitorio, y entré casi atropellándome con las decenas de personas que también estaban entrando.
Cuando por fin pude salir de esa gran masa de gente, fui directo al ascensor, pero ya estaba lleno y ya se estaba yendo.
"Usa las escaleras" dijo mi subconsiente, mientras echaba una ojeada a las escaleras que estaban al lado derecho del ascensor.
Subí y subí, y después de 2 minutos llegué al tercer piso.
Caminé por los pasillos llenos de gente, buscando la habitación 305, y la encontré después de girar una esquina.
La puerta era normal, de madera con un pequeño anillo de cristal en el centro para poder ver quien tocaba, al lado había un pequeño tablero donde estaba escrito "Bienvenidos alumnos" y un pequeño folleto que cogí para leer después.
Saqué la llave que me había dado Patrick, la metí en el cerrojo y abrí la habitación.
Era una habitación sencilla: paredes blancas, un pequeño escritorio de madera al frente de la ventana, una cama con colchón rosa pálido, un closet, un pequeño cuarto de baño y mis cosas; cajas con marcas de "Ropa" "Cuadernos" "Libros" y otros, también estaba mi guitarra y mi skate recostados en una pared.
Cerré la puerta y me dispuse a desempacar.
[...]
Ya había dejado mi habitación a mi gusto: La ropa colgada, los cuadernos organizados en el escritorio, mi guitarra recostada al lado de la pared, mi cama tendida y con 2 muñecos: un oso tan grande como yo, y un perro casi sin relleno.
Un sonido de algo rozando el piso me distrajo y me hizo voltear la vista hacia la puerta.
Una nota que alguien había deslizado debajo de la puerta. La cogí y leí:
Querida Maddie,
Nos alegra que haya entrado a Hudson's University of Arts, la esperamos en el centro cultural para darle información y para que recoja su horario de clases a las 6:30 pm.Atentamente,
Angela Hudson
RectoraTambién tenía un pequeño número con una letra en tinta verde a un lado de la hoja; pensé que podría ser importante.
Miré mi reloj de mi muñeca izquierda, eran las 6:15 de la tarde.
No tenía nada más que hacer, así que decidí salir y conocer un poco más el lugar.
Cogí un pequeño bolso y en el guardé las llaves de la habitación, mi celular, y el papel de la rectora.
Salí, y mientras cerraba la puerta me puse mis audífonos mientras una suave melodía inundaba mis oídos.
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Llorar no es una Alternativa [University Life]
Random¿Será que los secretos duran? ¿Que el amor se toma en serio? ¿Que las lágrimas se secan? ¿Que... llorar no es una alternativa? Tratando de superar un pequeño incidente de sus 5 años, Maddison Colligan es una chica de 17 años que tendrá que enfrentar...