Dentro de un Sueño {Shadamy}

-9-

-.Mundo sin tiempo.-

¿Qué hago aquí?

Ya no tengo miedo, sólo una profunda tristeza... Todo es gris, literalmente. 

Estoy en medio de un abismo sin color. ¿Estoy soñando? Pero... No hay absolutamente nada.  

No esta él, no hay una carpa colorida de circo, ni las sonrisas de los niños, no está Scourge... No hay nadie. 

Estoy yo, vestida de blanco. Tengo muchas ganas de llorar. Y sólo levito como en el espacio. 

Escucho a alguien llorar, ¿soy yo?

—No tiene sentido la vida. 

Suena la voz de una niña, hace eco. 

—Ya no hay nada por cual luchar. 

¿Por qué una niña pensaría eso? 

De repente se calla. Solo la observo, es tan pequeña... 

—Amy Rose...

¿Me habló? ¿Cómo sabe quien soy?

—¿Qué haces aquí? 

Quiero responder, pero no puedo hablar, algo me lo impide, como si tuviera una mordaza en la boca. 

—Ya veo... Finalmente te rendiste. Ya perdiste las esperanzas, como yo...

¿Perdí las esperanzas? ¿Acaso... todo acabó aquí? 

—No te preocupes, era algo obvio. Hace mucho tiempo que olvidaste vivir... De hecho me sorprende que aún no te suicides...

¿Suicidarme? ¿Cuántas veces pasó ese pensamiento por mi cabeza?

—Ya no luches Amy. Sólo te vas a lastimar... Mientras más rápido te resignes, será menos doloroso. 

Yo no quiero hacerlo, no quiero morir así...

—Sólo muere.

Esa niña me agarra de los hombros y me sonríe tristemente. Esa niña de cabellos rosas y ojos verdes. Con una mirada desesperada y llena de dolor. 

¿Acaso es mi subconsciente diciéndome que es el fin? 

Cierro los ojos y simplemente desaparezco...

...

-Mundo Reta-

Despierto sobresaltada. 

¿Eso fue un sueño? ¿Ese Shadow loco no existe? 

Pero...

No me tomó ni cinco segundos darme cuenta dónde estaba, no era mi cama, no era mi casa. Estaba en el cuarto del maniaco... Y al lado de mí estaba él. 

—Finalmente...—Su cara es seria, muy seria—.Ya despertaste, temí que fuera algo más grave...

Esa expresión... Era preocupación. Si, era una genuina angustia. 

—Y-yo... ¿Qué pasó conmigo?—Pregunté con una voz muy débil, fue doloroso... Fue como si me hubieran agarrado la garganta y me la hubieran apretado...

 —No hables—Su voz era más calmada ahora. No parecía ser ese erizo loco de hace un momento—.Te desmayaste después de responder mis preguntas... Así, simplemente te desplomaste en el suelo. 

—L-lo s-siento—¿Por qué me estaba disculpando? Todo esto fue por él. Sin embargo, no pude evitar sentirme culpable por preocuparlo. Él realmente se veía intranquilo...