Se sentaron en el comedor, Frank en la cabecera por ser el cumpleañero. Al poco tiempo llegó Teodora con una sonrisa en el rostro y un gigantesco pavo rostizado entre las manos el cuál depositó sobre la mesa Justo frente a los vampiros.—será mejor que empiecen antes de que se enfríe—les dijo la mujer.
Mikey miró a Gerard pidiendo auxilio con la mirada pues este odiaba comer alimentos humanos, no tenían sabor y la peor parte es que tenían que expulsarlos después. Mikey lo odiaba pero Gerard solo se encogió de hombros, sirvió una pieza y le dio una gran mordida causando una sensación de asco en el menor.
—¿me pasan la ensalada?—terminó por decir.
—¿y cómo es que conocieron a Frank?—preguntó si madre a los hermanos.
—nos conocimos en un cementerio—contestó Gerard sin pensarlo y Mikey rodó los ojos.
—¿en un cementerio?
—¿Que hacían en un cementerio?—preguntó el
Padre de Frank a su hijo.—Bueno, Brendon solo estaba visitando a su abuela fallecida ¿cierto Brendon?—Gerard asintió—y yo solo fui a dar un paseo...con los muertos—contestó Frank diciendo lo primero que se le ocurrió.
—Creí que tú nombre era Ryan—le dijo su madre al mayor de los vampiros y Gerard comenzó a atragantarse con la comida causando que Mikey y soltara una carcajada.
—su segundo nombre es Brendon—explicó Frank nervioso.
—ah...entonces te llamas Brendon—la mujer señaló a Mikey— y tú te llamas ¿Ryan Brendon?—señaló a Gerard el cual asintió.
—Que extraña casualidad—señaló su padre.
El resto de la cena pasó sin problema alguno. Hablaron de varias cosas, escuela, comida, películas... Mikey iba bastante bien preparando, un día antes había estudiado muchos temas para estar preparado para entablar con conversación decéntate con los padres de Frank. Gerard por otro lado no tenía idea que lo que estaban hablado la mayor parte de tiempo pero tenía que pretender que si.
Pasaron las horas y llegó el momento de que los hermanos se marcharan a sus casas, claro no sin antes darle su regalo de cumpleaños a Frank.
Se fueron al cuanto del chico para tener mas privacidad.
—Ten—Le dijo Gerard entregándole un paquete envuelto en papel periódico. Frank lo tomó entre sus manos y rápidamente quitó la envoltura encontrándose con lo que parecía ser un libro muy viejo.
—Cumbres Borrascosas—leyó el nombre de la tapa.
—Es de las primeras ediciones que se publicaron y uno de mis libros favoritos.
Frank se dio cuenta de que una de las hojas del libro tenía una esquina doblada.
—"No se de que están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola"—leyó Frank él texto que estaba subrayado en la página marcada.
—Es mi frase favorita, como tú y yo.
—Eso es tan romántico, Gracias—dijo Frank dejándose caer en lo brazos del mayor y posteriormente se fueron un apasionado beso.
—eso es tan cursi—interrumpió Mikey quien también estaba en la habitación—hasta me dieron ganas de vomitar la ensalada.
Frank y Gerard un poco apenados por haberse dejado llevar por el momento frente al otro.
—Como sea, yo traje un mejor regalo—el menor de los hermanos le entregó a Frank una pequeña bolsa y dentro de ella había un gas pimienta—primero los ladrones y luego los idiotas de tus compañeros de clase, es obvio que este es un mejor regalo.
—Gracias Mikey, lo usaré la próxima vez que alguien me moleste—le contestó Frank de manera divertida.
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El Vampiro de la Calle 37
Ficção Adolescente"-¿Tú crees en el destino?-preguntó Gerard. Frank no supo que responder.-Hace unos cien años yo habría dicho que no, pero tú eres la prueba de que estaba equivocado". Frank es un chico solitario, un día asiste a una fiesta con la intención de hacer...