¿Quién elegirias si fueras un guardián?
Kayty Alez Cocnar y Jek Niza Athle son guardianes pertenecientes a Fines Elementos, ella es una guardián de uno los cuatro elementos, el fuego, pero hay muchos secretos ocultos, desconoce la mayor parte de su...
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Kayty Alez🍁.
El entorno está rodeado de flores, hermosas el sol de la tarde se sienta sobre ellas, el aire huele a perfume es un lugar maravilloso, casi perfecto.
Decidimos separarnos para buscar algo que haga referencia al mensaje. Mientras camino unos pasos detrás de Jek, él que repetidas veces me hecha un vistazo, se que intenta saber si me encuentro bien.
—El agua —me dice de repente como si yo supiera a que se refiere.
—¿De qué hablas? —le preguntó.
—Habla sobre un prado de árboles y flores, sobre correr de un lugar a otro. Pero dice que todo tenía el mismo aspecto, brillante, hermoso, cálido, también dice algo sobre caer en el frió sobre miseria.
—Estudiaste bien él texto ¿no? —me burló un poco de él.
—"Mis pensamientos son estrellas que no puedo comprender en constelaciones" —me dice por un momento creó que me la esta jugando.
—John Green, ¿Enserió? —le preguntó incrédula.
Suelta una risita extraña.
—Volviendo a lo de antes, habla de dolor, eres fuego lo contrario es agua, lo último es sobre ojos oscuros, así que no se me ocurre otra idea —me dice como si esperara una genial idea de mi parte.
Muy bien dale la razón pero sin subirle él amor propio a su inteligencia, es Niza después de todo.
—Nada perdemos con ver —le digo encojiendome de hombros— pero no hay agua.
—Detrás de los árboles corre el río en medio, te gustaría verlo cuando se pone en hielo cambia de color —me dice porque sabe bien que me gusta el frío a pesar de ser una guardián del calor.
Es un poco contradictorio pero no está mal.
—Seguro que sí —le digo sonriendo.
—Nos has cambiado mucho Kayty —se lo que quiere decir pero se detiene.
—¿Eso que quiere decir? —le pegó un empujoncito.
Nadie nos entiende un segundo nos matamos en otro ya jugamos.
—Nada —me hace ojitos.
Ya se a que se refiere.
—No lo negué, no te preocupes esta bien —le explicó mientras me pongo a su lado.
Un silencio corto, nada incómodo se sienta entre nosotros, si más se ríe, es una risa suave, cálida, hermosa.
No se porque me gusta su risa pero tiene algo bonito.
—Si, creí que me patearias el trasero por eso —se burla.
—Vamos Jek no me lo recuerdes aún puedo hacerlo. —lo molesto.
