Se alzaba un nuevo día, luego de una larga noche para casi todos en aquella casa y para Samuel el calvario aún no había acabado, pronto la tapa de aquella olla a presión que eran sus recuerdos, volaría por los aires.
Con cuidado colocó su mano sobre la frente del mayor comprobando que la temperatura había descendido, las pesadillas también parecían haber desaparecido y ahora lo veía descansar tranquilo.
Un golpe leve en la puerta llamó su atención. Y vio a Roberto asomarse por ella.
-Buenos días Rubén- saludó- ¿Cómo sigue?- preguntó con un semblante preocupado ingresando despacio y haciendo el menor ruido posible.
-Mejor- respondió Rubén- la fiebre bajó bastante y ahora parece descansar tranquilamente. Fue una noche bastante intensa, tuvo muchas pesadillas, hablo dormido varias veces- agregó, pero no quiso entrar en el tema.
-¿Qué dijo?-.
Rubén dudó en responder aquella pregunta, sentía que eran viejas heridas de familia y no quería inmiscuirse demasiado en ellas sin el consentimiento de Samuel, pero ahora podía comprender un poco más al mayor, si sus suposiciones era ciertas, el pasado de Sam era bastante pesado- ¿y Victoria y los demás?- trató de desviar la conversación.
-Terminando de desayunar- respondió- me dijeron que daría una vuelta por el vecindario- suspiró- Rubén, por favor- imploró volver al tema.
El rubio suspiró resignado- "Por favor mamá, no te lleves a papá. Sí lo haces, me quedaré solo"- vio como automáticamente Roberto llevaba sus manos tapando su rostro, sollozando levemente- sonaba como un niño pequeño, aterrado de la soledad- comentó.
Él lo sabía, lo que su niño guardaba en el fondo más profundo de su corazón, lo intuía- no he sido... un buen padre- confesó mirando a Samuel.
-Sam siempre habla maravillas de usted- respondió Rubén- lo admira mucho y dice que le gustaría ser cómo usted, una persona que ha luchado por sacar a su familia adelante, a pesar de todo- agregó seriamente. Y es que no podía creer en aquella confesión ¿Roberto? ¿Un mal padre? Eso le parecía absurdo, jamás había visto una relación padre-hijo más sincera y confiable.
-¿Cómo yo? No, Samuel me supera cómo hombre- tomó la mano de su hijo- Rubén, no permitas que Sam se convierta en alguien tan débil como yo- le pidió.
-¿Cómo?-.
-¿Te contó cómo me hice esta marca en el cuello?- preguntó mostrando aquella extraña marca que había llamado su atención desde el primer momento en que la vio, el día de la fiesta de compromiso, pero por respeto no volvió a intentar preguntarle a Sam al respecto. Negó en silencio- ¿te ha hablado sobre su madre?-.
-No mucho la verdad, pero me da la impresión de que está muy molesto con ella. Siempre evita el tema y nunca he querido incomodarlo con eso- respondió con calma observando como el pecho de Samuel subía y bajaba con calma.
-Teresa, mi esposa, murió cuando Sam tenía siete años a causa de una enfermedad en los pulmones- comenzó a relatarle- hicimos lo que pudimos, lo que estuvo a nuestro alcance pero no pudimos evitar su muerte... la muerte no puede evitarse de ninguna forma- acariciaba con cuidado la mano de su único hijo- cuando ella nos dejó, caí en una terrible depresión. Tan grande que sólo quería encontrarme con ella y dejar todo atrás, incluso a Samuel- un nudo en su garganta se formó y fue muy notorio para el joven que lo acompañaba- estuve perdido por más de dos semanas, si me preguntaras que hice en ese tiempo, no sabría cómo responderte... sólo recuerdo a mis cuatro hermanas mayores y a mi cuñado viniendo a casa para darle de comer a Samuel, pero no recuerdo absolutamente nada más- continuó relatando sintiendo como su mirada se nublaba a causa de lágrimas que se asomaban- mi gran amor por mi esposa me cegó y me olvidé por completo de mi único hijo. Siempre en silencio a unos metros de mí. Un día, luego de llorar y llorar mi perdida entre fotografías, recuerdos de nuestra vida juntos, tomé una decisión... la peor de todas- Rubén tragó su saliva con fuerza porque ya sentía ese nudo en la garganta, viendo la marca en el cuello de aquel hombre estaba más que claro- intenté suicidarme... frente a Samuel- las lágrimas caían de ambos bajando estrepitosamente por sus mejillas- en el comedor había una vieja viga, mi mente sólo quería auto convencerme que luego estaría con ella, que la vería de nuevo y lo hice, no me preguntes cómo porque lo ignoró. Cuando sentí la cuerda presionando mi cuello fue cuando lo vi, tan pequeño y frágil, llorando frente a mí, mirándome y rogándole a su madre que no me llevara- agarró su cabeza entre sus manos llorando, no quería despertarlo, pero la culpa era demasiado grande- nunca podré olvidarlo... nunca... "Por favor mamá, no te lleves a papá. Sí lo haces, me quedaré solo" "Papi por favor... seré un buen niño... me portaré bien... ya no volveré a llorar" "Seré bueno, Sami será el niño más bueno del mundo" "Papi no me dejes solo"-.
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Mi trébol de cuatro hojas
FanfictionEncontrarnos con "esa persona" es tan difícil como encontrar un trébol de cuatro hojas en un inmenso jardín lleno de ellos. Con el tiempo se marchitan y mueren. Cuando Samuel y Rubén se encontraron ambos estaban marchitándose... ¿podrán volver a fl...