V e i n t e

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V e i n t e : L a H i s t o r i a V e r g o n z o s a.

Gruñirle a mi teléfono a plenas cinco de la mañana es mi nueva rutina o al menos lo es desde que a mi nada considerado jefe se le comenzaron a presentar "emergencias" que me requerían en el museo a horas inimaginables para mí.

¿Qué no sabe que requiero de media hora para estar sin hacer nada en mi cama antes de levantarme o sino de otra forma me vuelvo gruñona?

Además lo que me pide ni siquiera es mi trabajo ¿o será que sí? No recuerdo haberme postulado como administradora del museo, por lo tanto, no. No es mi trabajo abrir a las 7 de la mañana y cerrar el museo a las 6 de la tarde. Si es así, espero que me aumente el sueldo y no, no hay forma de que lo haga por "amor al arte" espero que nadie se deje explotar por algo así.

Tampoco recuerdo que al contratarme me dijeran que debía ir corriendo al museo cuando la alarma se "dispara" o eso fue lo que dijo JJ que había pasado y como él no estaba en la ciudad yo tuve que ir a checar lo que al final era pura mentira. Como si de verdad yo fuera la que vive más cerca, de hecho, creo que soy la que vive más lejos, además ¿Qué no es por eso que JJ es el encargado?

También me siento terrible por Jon que es el que me lleva todos los días. A pesar de que no es su trabajo tampoco y le he dicho que puedo ir sola, él solo es un buen amigo acompañándome en la horrible aventura en la que su hermano me ha embarcado.

Suena a que estoy muy quejumbrosa por mi trabajo. No es el trabajo, yo de verdad amo trabajar ahí. Es JJ y son cosas que han cambiado desde hace muy poco tiempo y que no me parecen justas. Incluso en mi hora de descanso para el almuerzo JJ me pide hacer algo para evitar que tenga la hora completa y acabo haciendo todo con prisa.

Parece que el nuevo hobbie del moreno es hacerme la vida imposible. Esta última semana JJ se ha puesto más pesado que nunca ya ni siquiera puedo dar los recorridos que me gustan. Todo esto apesta y cuando intento hablar con él dice que no tiene tiempo.

Amo mi trabajo, pero creo que esto ha sobrepasado los límites, ojalá y no supiera sus razones, pero no es así. Su actitud cambió desde que conoció a Owen al día siguiente de eso y en forma de broma me reclamó haberlo rechazado de manera ruda y a menos que hayamos vivido diferentes momentos no fue así. Ese mismo día me pidió quedarme hasta tarde acomodando las fichas de los elementos expuestos. En resumidas cuentas, hago el trabajo pesado que le corresponde a él.

Es horrible y muy frustrante que intente aprovecharse de todas las condiciones que tiene a su favor y me estoy arranado de todo su drama.

—Hey Neftis, ¿por qué no dejas de soñar despierta y me ayudas con esto? —JJ me muestra una enorme pila de documentos para la exposición que está por llegar esta semana, para el evento especial.

Mis hombros ya están cansados solo de verlo, le hecho una mirada rápida al reloj y me animo a poner los puntos sobre las "i".

—No lo creo JJ, es mi hora de salida y vendrán por mí. —Le digo lo más calmada y simpática que puedo.

—¿Significa eso que no tomas en serio tu trabajo? —Esa es la respuesta que me da siempre que intento hacerle ver la realidad.

—No JJ. De ninguna manera estoy dando a entenderte eso. —Me acerco respondiendo a su postura desafiante. —Significa que lo que me estás pidiendo no es mi responsabilidad. No está en mi contrato, está en el tuyo. Por lo tanto, o me pagas horas extras y me lo pides con anticipación y amabilidad o haces TÚ trabajo. Tú decides.

La mirada furiosa de JJ se intensifica más. Me parece que intenta que su tamaño se duplique, pero mi cerebro insiste en que no me deje intimidar por él y la que sea su intención. Sabe que lo que está haciendo no tiene justificación y no hay forma de que no termine mal para él.

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora